El 5 de diciembre de 2022, en Campeche, inició la carrera de Xóchitl Gálvez hacia la Presidencia de la República. En la conferencia matutina de ese día luego de abordar el tema de seguridad en Zacatecas y del Instituto Nacional Electoral (INE), el presidente Andrés Manuel López Obrador habló de Gálvez Ruiz y, sin proponérselo, en ese momento hizo que el futuro político de la senadora panista se perfilara rumbo a Palacio Nacional.
“Acaba de decir la señora Xóchitl Gálvez que ella va a quitar los programas de apoyo a los adultos mayores, lo mismo planteó la que era candidata del PRI en Hidalgo, y han votado para que no se apoye a los adultos mayores, ni se apoye la educación pública, ni se apoye la salud pública, que no se entreguen becas a personas con discapacidad, porque todo eso para ellos es populismo, es paternalismo”, acusó López Obrador la mañana de aquel lunes .
Ese fue el momento en que la carrera para Xóchitl Gálvez a la Presidencia de la República comenzó. Pues a ese señalamiento vinieron otros desencuentros, una solicitud de derecho de réplica hasta un intento de “portazo” en Palacio Nacional.
Ahora, a 11 meses de la elección presidencial del 2024 , Xóchitl Gálvez está logrando lo que la oposición no había podido: que el presidente Andrés Manuel López Obrador la perciba como un riesgo y hacer que la contienda electoral no sea un día de campo para Morena y la futura “corcholata” de ese partido, explican politólogos.
Originaria de Tepatec, Xóchitl Gálvez es una empresaria que incursionó en la vida política y pública de México desde hace dos décadas. Sin embargo, no se le veía como aspirante a la candidatura presidencial, sino a la Jefatura de Gobierno. En encuestas que miden las preferencias de los capitalinos para elegir a su próximo jefe de gobierno, Gálvez encabezaba la lista.
Sin embargo, los señalamientos del presidente Andrés Manuel López Obrador respecto a que ella se oponía a programas de apoyo de adultos mayores y no permitirle el ingreso a Palacio Nacional para ejercer su derecho de réplica, hicieron que Gálvez Ruiz aspirara a la Presidencia de la República y, de paso, le resolviera un problema a la oposición: la falta de un candidato atractivo, competitivo y capaz de dar “batalla” en las elecciones del próximo año.
“La participación de Xóchitl Gálvez quita la idea de que el 2024 es una elección ya decidida. Muchos decían que si la elección fuera ahora, es una victoria cantada para Morena, sin importar el candidato, sin embargo, no es así y de eso están conscientes en Palacio Nacional y en Morena, por eso la reacción tan agresiva contra Xóchitl Gálvez”, sostiene la analista política Verónica Ortiz.
Desde hace varios días, el presidente Andrés Manuel López Obrador y las propias “corcholatas” han hablado sobre Xóchitl Gálvez, lo que la ha ido posicionando en la opinión pública. Que si es la candidata de la oligarquía, que si ya es la elegida para representar al Frente Amplio por México, que si representa un proyecto corrupto, que si la única elección que ha ganado es la de jefa delegacional de Miguel Hidalgo, que si asistió a una fiesta “fifií”, son algunas de los señalamientos contra Gálvez.
Xóchitl, a decir de expertos, ha sabido aprovechar la coyuntura, tan es así que tuvo un intento de “portazo” que no prosperó debido a que funcionarios de Palacio Nacional le negaron el acceso con lo que no pudo ejercer su derecho de réplica, ello a pesar de contar con una resolución de un juez. Ese episodio, para los analistas, se ha convertido en el un momento clave para el lanzamiento oficial de su aspiración presidencial.
Aunque el presidente ha criticado el perfil de Gálvez por ser una mujer que dice groserías y por su “supuesta imagen” cercana al pueblo, es parte de lo que la hace atractiva, sobre todo cuando se le pone frente a frente con políticos “más acartonados” como Santiago Creel.
“Tiene dos cualidades: una justo que tiene como muy buenos reflejos políticos, o sea, ha venido reaccionando desde el video afuera de Palacio Nacional luego de que no la dejaron entrar, le ha estado contestando los ataques, entonces creo que esos reflejos y esa agilidad es algo que no habíamos visto precisamente porque todos los demás se ven súper acartonados”, agrega la experta.
Saúl Ramírez, analista político, coincide en que el presidente “le tiene miedo” a Xóchitl Gálvez.
“Es una aspirante muy fresca y auténtica. Hasta el momento el presidente no ha logrado sacarla de sus casillas y me parece que el presidente sí le tiene miedo, la conoce, no es no es una persona que surgió del horno de microondas, de un momento a otro. La conoce hace varios años y creo que sabe que la cuña para que apriete tiene que ser en la misma madera y Xóchitl Gálvez, tiene esa madera, muy parecida a lópezobradorismo”, considera.
El presidente López Obrador ha negado tenerle algún tipo de temor a Gálvez, pues asegura que su movimiento está muy fuerte.
“No, no, no. Abiertamente les digo que este está muy fuerte el movimiento de transformación, mucho muy fuerte y creo que cometieron un error porque quisieron engañar”, afirmó el pasado 7 de julio.
Las debilidades que le señalan a la panista
Aunque Xóchitl Gálvez es vista como una posible candidata competitiva rumbo al 2024, para llegar a Palacio Nacional debe sortear varias deficiencias.
Aldo Muñoz Armenta, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de México, advierte de tres debilidades para la todavía senadora de la República.
La primera es la estructura, la cual se construye a través de los años, y que puede ser la diferencia entre ganar o no.
“La estructura es clave para ganar una elección, la estructura se construye con muchos años de trabajo, con una serie de compromisos regionales. Su atractivo mediático, su estilo de hablar tan cercano a la gente, no le resuelve a Xóchitl Gálvez su problema de falta de estructura”, explica.
Por ejemplo, recuerda, Andrés Manuel López Obrador construyó en 18 años su estructura a través del Movimiento Nacional por la Esperanza, en su momento hizo lo mismo Vicente Fox con amigos de Fox y Enrique Peña Nieto con la Expresión Política Nacional.
“Una candidatura sin estructura es un lindo rostro, es una bonita imagen y el asunto es que una estructura no se compra, no se alquila, no se inventa, se construye”, afirma.
El segundo desafío que deberá sortear Gálvez, es el financiamiento, pues una campaña requiere mucho dinero.
“Una campaña de conocimiento como le llaman los campañólogos o de posicionamiento cuesta muchísimo dinero”, agrega.
Y la tercera es la propuesta. Gálvez deberá tener un concepto que ofrecer, más que propuestas o la idea de aprovechar el “antilopezobradorismo”.
“En el mejor de los casos, el antilopezobradorismo da un treinta y tantos por ciento de la votación. Si yo me vendo como antilopezobradorista como mi principal atractivo, estoy condenado a atraer a un margen muy pequeño del electorado”, refiere.
Aunado a ello, Xóchitl deberá enfrentar el desprestigio que tienen sus posibles postulantes: PRI, PAN y PRD, partidos que después de sus derrotas en 2018, han enfrentado crisis internas y falta de fuerza que les permita encabezar una oposición fuerte.
AMLO, el estratega de Xóchitl
Por lo arriba señalado es que, sin quererlo, el presidente López Obrador se ha vuelto en el impulsor de la popularidad de Xóchitl Gálvez. Fue él quien la “destapó” y quien la ido posicionando.
Guardadas las proporciones, Verónica Ortiz, recuerda que está replicándose un episodio similar al de 2006, cuando el entonces presidente Vicente Fox volvió muy popular a López Obrador y lo convirtió en el candidato inevitable.
“Irónicamente, está hacienda lo que Vicente Fox, tratando en su momento justamente de sacar a López Obrador de la contienda con el desafuero y todo lo que hizo fue al revés, fue elevar la popularidad de López Obrador y paradójicamente ahorita podríamos estar viendo un fenómeno parecido: López Obrador inflando y subiendo la popularidad, al intentar descarrilarla o tratando de minimizarla”, sostiene Verónica Ortiz.
Sin embargo, Armenta difiere y afirma que, a diferencia de lo que sucedió con López Obrador aspirante, contra Xóchitl Gálvez hay criticas, pero no se ha hecho uso del aparato de justicia ni de dinero para frenar su aspiración de contender por la Presidencia de la República.
“No vería como algo similar a lo que pasó entre el Fox y López Obrador, sino más bien como una estrategia de ayudarle, de favorecerla frente a los otros contendientes…creo que, a López Obrador, Xóchitl le gusta mucho como como opositora”, considera.
Lo que sí, es que el crecimiento y popularidad que ha ido teniendo Xóchitl se lo debe al presidente, quien no supo “desactivarla” políticamente.
“Cuando no le permite entrar a Palacio Nacional y la deja en la puerta, fue un punto de inflexión porque hasta en la propia oposición no leían el perfil de Xóchitl Gálvez en esa magnitud, pero la forma en que reaccionó ella, que mostró gran fortaleza interna porque cualquier hombre se hubiera doblado y se hubiera ido, ella sacó una energía y una autenticidad, que creo que conectó con la gente ese momento fue algo muy peculiar, el presidente le hizo un gran favor”, agrega Saúl Ramírez.
Este jueves, el mandatario federal abrió una nueva confrontación con la panista, al pedir que se investiguen los contratos que ha obtenido su empresa High Tech Services.
La aspirante nuevamente contestó rápido y en una conferencia presumió que su empresa es tan buena, que hasta le vende al gobierno de López Obrador.
Si Xóchitl Gálvez logra la candidatura y llegar a la Presidencia, aún está por verse. Mientras, la senadora comenzará a recolectar firmas que le permitan avanzar a la segunda etapa del proceso del Frente Amplio por México.
*Lidia Arista es periodista de Expansión Política, donde se publicó originalmente este artículo.
FOTO DE PORTADA: RT.