África Subsahariana Análisis del equipo de PIA Global Sahel

Mali: “Todo un pueblo lucha por su soberanía”

Escrito Por Beto Cremonte

Por Beto Cremonte* y Tadeo Casteglione*-
En la región norte de Mali, días atrás, los tuareg atacaron un convoy que llevaba soldados del ejército maliense y componentes rusos del Grupo Wagner, produciendo varias bajas en ambos grupos.
En esta nota, entrevista exclusiva a Ibrahima Camara

El grupo ruso Wagner sufrió una devastadora emboscada por parte de los tuareg en Mali. Si bien aún se desconocen los detalles  y por menores de las pérdidas del grupo, se considera que  son las mayores desde el “desastre de Deir ez-Zor” de 2018. Por lo tanto, lo que acaba de suceder no es un asunto menor. Y es por ello que es necesario indagar en las varias aristas de análisis en las que podamos hacerlo, ya que nada de lo que ocurre en África es una cuestión azarosa, sobre todo teniendo en cuenta los últimos acontecimientos en el Sahel.  La creación de la Confederación de Estados del Sahel, donde Malí junto a Burkina Faso y Níger, se considera el catalizador de los procesos multipolares regionales.

Rusia entra al juego en el Sahel en principio en apoyo a los gobiernos en su lucha contra el terrorismo. Geoestragicamente la región es importante para el Kremlin teniendo en cuenta que su presencia desplazó a las antiguas metrópolis colonizadoras.

Ahora bien, en este sentido podemos hacer una distinción en el análisis ya que no es lo mismo o al menos no para el gobierno de Mali, el accionar terrorista de las facciones yihadistas, claramente influenciadas por cuestiones relacionadas con la religión, que estos ataque Tuareg que tienen más que ver con cuestiones políticas y territoriales. Lo que no quiere decir que en algún momento estos dos frentes abiertos en la seguridad de Mali no hayan sido motivo de preocupación y lucha de manera coincidente y convergente.

El problema hoy parece radicar en que estos dos frentes corren el riesgo de volver a converger, como ocurrió poco después de la guerra de la OTAN contra Libia, que dio lugar a una intervención francesa a gran escala entre 2013 y 2022. El detonante de la última ronda de este conflicto intermitente que dura décadas es la decisión del gobierno central de Malí de desechar a principios de enero de este año el Acuerdo de Argel de 2015 para una autonomía parcial de los tuareg, que contó con mediación argelina.

El principal motivo de esta decisión fue, justamente, Wagner ayudó a las fuerzas malienses a recuperar el bastión regional de los tuaregs, Kidal, a finales del año pasado, lo que provocó un desajuste y posterior retroceso de las filas separatistas. Esta decisión empujó a los tuareg a celebrar reuniones con Argelia, las que Bamako consideró una intervención inaceptable en sus asuntos internos.

Militantes tuareg en camino a Libia desde Mali (Sahara Times)

Tuareg, pueblo nómade que exige territorio autónomo

Los  tuareg  son  un  pueblo  bereber  cuyo  hogar  es  el  desierto  en donde  habitan  desde  hace  milenios  practicando  la  ganadería,  el comercio y el nomadismo. La formación del moderno Estado africano afectó profundamente  su  forma  de  vida. En el norte de Mali, los tuaregs luchan por la independencia desde principios de los años 90. Hasta ahora sólo ha habido guerras y acuerdos incumplidos, con la ayuda de grupos yihadistas, potencias extranjeras y mercenarios.

Claro que el ataque perpetrado por los tuareg y que provocó muchas bajas en la fuerza rusa no es nuevo, de hecho se remonta a varias décadas atrás. En 1963, los tuaregs se rebelaron contra el nuevo Estado de Malí (creado tres años antes), cuyas fronteras invadían su territorio. Para escapar de las represalias contra sus comunidades, muchos jóvenes tuaregs se unieron al ejército de Muammar Gaddafi en Libia, que necesitaba mercenarios para sus guerras, especialmente en Chad. Allí conocieron a los tuaregs de Níger, con quienes forjaron una conciencia nacional compartida y crearon movimientos organizados y una cultura común: teshumera (desempleado).

En 1990, algunos de estos jóvenes tuaregs regresaron de Libia para iniciar una rebelión en el norte de Malí. En las primeras etapas, los rebeldes, que incluían árabes de Azawagh y tuaregs del norte de Malí (Azawad), estaban unidos por un deseo de independencia o al menos de autonomía. Sin embargo, pronto comenzaron las luchas internas, ya que se dividieron en líneas tribales. En enero de 1991, se acordó un alto el fuego en Tamanrasset, Argelia, entre el gobierno maliense, el Movimiento Popular de Azawad (MPA) de Iyad Ag Ghaly, formado por tuaregs ifogha de la zona de Kidal, y el Frente Árabe Islámico de Azawad (FIAA), que reunía a los hablantes de árabe de las zonas de Gao y Tombuctú. El acuerdo no otorgó a Azawad ningún estatus especial y se firmó en ausencia de otros movimientos.

Las masacres de civiles por parte del ejército maliense pusieron fin al alto el fuego de 1991 antes de que entrara en vigor, pero en 1992 el gobierno de transición de Malí, encabezado por el coronel Amadou Toumani Touré, y los movimientos rebeldes acordaron un nuevo alto el fuego bajo los auspicios de Argelia y Francia. El pacto de 1992 permitiría a algunos combatientes tuareg unirse a los diversos servicios uniformados del estado maliense. También posibilitaría una especie de autogobierno para las provincias del norte, bajo el paraguas del estado central. En 2006 y 2009, nuevos levantamientos llevaron a desertar a algunos ex combatientes “rebeldes” que se habían unido al ejército maliense. A esto, Francia utilizó su influencia para impedir que los acuerdos de paz incluyeran derechos políticos y autonomía para el norte, y utilizó a algunos grupos armados para mantener su influencia política colonizadora.

En 2011, miles de tuaregs que se habían unido de nuevo al ejército de Gadafi en Libia aprovecharon la caída del líder libio para apoderarse de grandes arsenales de armas y regresar al norte de Malí para declarar la independencia. Así nació el Movimiento Nacional para la Liberación del Azawad (MNLA). Pero desde el principio, este nuevo movimiento tuvo que llegar a un acuerdo con diversos grupos salafistas armados que predicaban la yihad y llamaban a imponer la sharia.

Con estos grupos salafistas, el MNLA logró arrebatar varias bases al ejército maliense y juntos tomaron entonces el control de Kidal, Tombuctú, Gao y dos tercios del territorio de Malí. Los rebeldes tuareg ya no tenían el control y, a su vez, fueron expulsados ​​de las ciudades por los salafistas, que tenían más combatientes y mejor armados y considerables recursos financieros. En 2013 se reanudaron los combates entre el ejército, los principales movimientos salafistas, el MNLA, los grupos leales tuareg y de habla árabe, así como los grupos escindidos yihadistas. Y en 2015, en un intento de poner fin a este caos, el presidente de Malí, Ibrahim Boubacar Keïta, los grupos armados leales y los grupos rebeldes de la Coordinación de Movimientos Azawad (CMA) firmaron un Acuerdo para la Paz y la Reconciliación en Malí, conocido como los acuerdos de Argel. Los salafistas no participaron en los acuerdos. Al igual que el pacto de paz de 1992, preveían que los excombatientes se unieran al ejército maliense reformado, que los refugiados regresaran y que las provincias del norte tuvieran una mayor autonomía en la medida en que fuera compatible con la unidad nacional.

En agosto de 2020, una junta de coroneles derrocó a Ibrahim Boubacar Keïta por no garantizar la seguridad en el norte de Mali. En mayo de 2021, un segundo golpe de Estado llevó al poder al coronel Assimi Goïta, quien cuestionó la asociación de Mali con Francia, a la que acusó de apoyar a grupos armados no estatales. La nueva junta se acercó a Rusia y contrató al Grupo Wagner. En enero de 2022, Mali expulsó al embajador francés; al mes siguiente, Francia decidió redesplegar sus fuerzas Barkhane fuera de Mali; y en marzo, Mali se retiró de los acuerdos militares con Francia y sus socios europeos.

Es este un breve resumen histórico para poder contextualizar el estado de situación hoy, al menos en una de sus aristas, la referida a una cuestión territorial intra africana si se quiere. Pero en otra arista que podemos tomar para el análisis es la que tiene que ver con la participación de naciones fuera del continente africano.

¿Ucrania participó en la emboscada?

Una vez finalizado el ataque  y los combates posteriores, ya contabilizadas las bajas, se pudo confirmar que entre los asesinados  se encontraba Nikita Fedjanin, autor del canal de Telegram «Grey Zone”, quien tiempo antes había podido confirmar la presencia ucraniana en la región. De hecho habría entregado fotos que probarían que los separatistas tuareg habrían sido entrenados por colaboradores del servicio de inteligencia militar ucraniano (HUR). Dicha capacitación incluiría el uso de drones de esclarecimiento y combate. Esto luego fue confirmado por Andriy Yusov, de HUR, confirmó que el servicio de inteligencia militar de Ucrania estuvo involucrado en el ataque a los mercenarios de Wagner en Mali. «Los rebeldes recibieron la información necesaria, y no sólo información, que les permitió llevar a cabo con éxito una operación militar contra los criminales de guerra rusos», declaró el 29 de julio.

En este mismo sentido Kyrylo Budanov, jefe del HUR que: «Llevamos a cabo operaciones para debilitar el potencial militar de Rusia siempre que sea posible. ¿Por qué iba a ser África una excepción?»

La resultante de esta actividad ucraniana en territorio maliense recibió una inmediata respuesta ya que en un comunicado, el gobierno de transición encabezado por el coronel Assimi Goita anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con Ucrania después de que, como dijimos Andriy Yusov, había admitido la implicación de Kiev en la emboscada llevada a cabo por los tuareg que entre el 25 y el 27.

“Un pueblo que sigue firme ante el terrorismo”

Para poder realizar un análisis un poco más certero, desde PIA Global nos pusimos en contacto con Ibrahima Camara, quien es periodista y analista internacional y reside en Mali. Con él realizamos esta interesante entrevista que aquí presentamos de manera exclusiva y nos va a servir como insumo para interiorizarnos en el conflicto desatado a partir de este ataque, pero como venimos desarrollando a lo largo de la nota, ya lleva décadas sin solución. De hecho se puede decir que hay un recrudecimiento en el conflicto con la participación de países por fura del continente africano. Quizás aquí estemos en la presencia de una nueva “guerra proxi” en la que el campo de batalla este a muchos kilómetros de los verdaderos titiriteros que mueven los hilos de las marionetas en la geopolítica actual. Ciertamente hablamos de OTAN, EE.UU y sus socios europeos.

Entonces, querido lector de PIA Global, aquí compartimos la entrevista completa con Ibrahima Camara y lo invitamos además a que pase por nuestro canal de YouTube, donde compartimos parte de esta entrevista.

  • PIA Global: De acuerdo a los últimos acontecimientos, donde rebeldes Tuareg emboscaron el convoy en el norte del país, ¿Usted cree que se puede hacer una directa relación en respuesta a reciente creación de la Confederación de Estados del Sahel?

Ibrahima Camara: Gracias por darme la oportunidad de dar mi opinión sobre las noticias malienses. En primer lugar, para empezar con la primera pregunta, en primer lugar, quisiera hacer una aclaración sobre la noción de rebeldes tuareg, es decir, que no hay una rebelión totalmente empoderada, que no es lo que hay en territorio maliense. Es decir, hay ante todo una rebelión formada por tuaregs, árabes, fulani, dogon, bambara, todas las etnias de Malí.

Pero para hacer una aclaración, en realidad no debemos discriminar. Esta es una noción arraigada en los medios convencionales, pero no es la realidad sobre el terreno. Sí, podemos hacer lo que dicen. Tengo un vínculo directo con los trágicos acontecimientos que suceden en Mali, con un vínculo directo con la nueva Confederación. Es decir que todos estos ataques pretenden desestabilizar el país.

Es decir, si Mali ha desestabilizado este arte, inevitablemente tendrá un impacto en Burkina. Y la desestabilización de Burkina también tendrá un impacto en Níger. Así pues, huelga decir que esto no será posible mientras los Estados estén unidos y adopten sus propias estrategias, como dicen para luchar contra el terrorismo. Hablando de terrorismo, hay que recordar que fueron los separatistas los que, al principio querían dividir Mali, ya se han aliado con genios.

Obviamente, Australia también. Pero también son Al Qaeda en el Magreb islámico. Así que ya no es un grupo separatista, sino un grupo totalmente terrorista que está ahí con el objetivo de utilizar el Islam para lograr sus fines políticos y económicos. Y así enseguida. Pero últimamente ha habido una evolución a nivel de Libia y hay que recordar que Libia fue destruida después de la intervención de la OTAN bajo Nicolas Sarkozy, que concluyó con la derrota de Gadafi y con la destrucción total de Libia.

Hoy, tras la visita del hijo del general, el jefe del ejército Khalifa Haftar, el capitán Ibrahim Traoré se encuentra en Burkina Faso. Hemos visto algunos acontecimientos que favorecen a la Confederación, es decir, que la 128.ª brigada de la 117.ª compañía reforzada de Libia intervendrá deteniendo a una banda especializada en el tráfico y transporte de armas en el Sahel.

Es decir, fueron estos pueblos formados por sudaneses, chadianos y también libios quienes transportaron armas desde el norte de África a las zonas del Sahel y las vendieron a turistas para poder participar en la desestabilización de toda la zona. Así pues, la detención de este señor se enmarca en esta estabilización de la zona del Sahel.

Un Sahel estabilizado significa una Libia estabilizada. Un Sahel estabilizado significa una Argelia estabilizada. Lo mismo ocurre con otros países que limitan con los Estados de la Confederación.

  • PG: Se pudieron observar banderas ucranianas entre los Tuareg, ¿Podríamos confirmar la presencia de fuerzas de este país, o en su defecto que los Tuareg hayan recibido apoyo logístico (radares, geolocalización y armas) para perpetrar este ataque?

I.C: Aquí debemos hacer una aclaración . Actualmente, la zona del Sahel se enfrenta realmente a una guerra de información. Esto es pura guerra de información. Usted sabe que las fotos que se publicaron en línea ayudaron a alimentar la guerra de información contra el pueblo maliense y más específicamente contra el ejército maliense. Es una forma de intentar dar una apariencia de poder blando a los terroristas y también de dar al ejército ucraniano un conjunto de poderes blandos que no tiene, y que Harper tampoco tiene.

Entonces la foto fue tomada después de la investigación antes del 10 de junio. Parece que algunos habían sido retocados con Photoshop y reemplazados con occidentales en la foto. Sin embargo, la foto fue publicada por los malienses, a pesar de esta gran mentira. No son tan estúpidos como para caer en este tipo de trampa. Es decir que el Estado Mayor de Mali ya había comunicado sobre la emboscada que tuvo lugar en el norte del país.

E incluso durante la batalla, parece que los soldados terroristas que estaban allí tenían refuerzos. Pero hay varias preguntas sin respuesta. ¿De dónde procedían esos refuerzos, dado que la frontera donde se están produciendo los combates es la frontera con Argelia? ¿De dónde proceden estos refuerzos? No pueden haber venido de Níger, porque Níger está en la lista y Níger estaba vigilando su frontera muy de cerca.

¿Así que deberíamos intentar ver qué está ocurriendo en el lado argelino y qué no está funcionando? ¿Por qué no están siendo sinceros con Mali? ¿Porqué de dónde vienen esos refuerzos? Pero a pesar de todo, podemos decir que el ejército maliense fue valiente y se defendió. Y fue una batalla que se perdió.

Pero la guerra se va a ganar. En otras palabras, si Ucrania dispusiera realmente de todos estos recursos técnicos, ¿por qué no ha conseguido recuperar Mariupol y por qué no Crimea? ¿Por qué no lanzar una ofensiva relámpago para recuperar las zonas perdidas a manos de Rusia? No, es sólo un truco publicitario que sin duda beneficiará a Ucrania, pero en realidad, a pesar de la apertura de una embajada ucraniana en Mauritania, no va a cambiar las cosas sobre el terreno en Ucrania.

Sin embargo, es justo decir que sé que se enfrenta a una grave crisis. Es cierto. Pero también hay una guerra de información, lo que significa que Alexis Essebsi, el vicepresidente del Comité de la Duma para Asuntos Internacionales ha acusado a un partido occidental llamado Academia y a la DG francesa de apoyar a los terroristas separatistas en el norte de Malí. Esto se debe a que trabaja en concierto con Al Qaeda, que también trabaja en concierto con Jamal Nostra Le Mouslim, y este grupo está obviamente implicado en la desestabilización de la gente. Así que es una guerra de información la que se está librando. Esto explica la ofensiva maliense, que nos remite a un tema que constituye uno de los últimos bastiones de los terroristas en el Sahel. Y lo que podemos ver también en la guerra informativa es que existe, como diríamos, la ofensiva que se ha lanzado, a la que hemos llegado.

Y también vemos, por ejemplo en las redes sociales, que hay un grave ataque contra el ejército maliense. El ejército maliense ya había advertido cuatro días antes a la población civil que abandonara la ciudad o que se protegiera y se diferenciara de los grupos terroristas. Eso es uno, dos, dos.

El 15 de junio, el Ministro de Minas emitió un comunicado prohibiendo y deteniendo las actividades de lavado de oro en todo Malí. Entonces, ¿quiénes son estas personas que están haciendo bateo de oro? ¿Para quién trabajan? ¿Para qué empresa trabajan? Así que no pueden ser buscadores de oro y seguir en la zona cuando el ejército les ha dicho que se vayan.

Así que a ustedes también, lo que les está diciendo es que trabajan de acuerdo con los terroristas y que no escuchan al titular de la violencia, cuyo símbolo es el Estado maliense en su propio territorio. Así que Ucrania no tiene los medios, por así decirlo, para atacar, para operar en suelo maliense. Y si los soldados ucranianos lo intentan, serán bien recibidos en las arenas malienses, serán todos eliminados 1 a 1. Mejor que se queden en la nieve que venir aquí a Mali.

  • PG: ¿Cómo ha recibido el pueblo maliense la noticia de este ataque?

IC: La emboscada contra nuestros soldados es, ciertamente, algo dramático, pero la voluntad del pueblo sigue firme ante el terrorismo. Que Dios calme el alma de los desaparecidos. Los malienses son un pueblo de guerreros y nunca abandonamos, lucharemos hasta la victoria final, que es la estabilización de nuestro territorio frente a los terroristas.

  • PG: ¿Cómo está la imagen del  presidente Goitia, teniendo en cuenta estos hechos y la permanente lucha antiterrorista en el norte del país?

I.C: La lucha maliense no se centra en la persona del presidente Goïta; es todo el pueblo el que busca afirmar su soberanía. Ciertamente, el presidente y su imagen son importantes; los trágicos eventos que ocurren en el norte del país son un paso obligatorio para la estabilización del país. A pesar de la guerra informacional que sufre nuestro país y nuestro ejército, seguimos en pie frente a la globalización perversa que quiere imponerse a toda costa en nuestro país.

  • P.G: ¿Usted cree que con la creación de la Confederación, desprendida de la AES organismo creado básicamente para la defensa, tanto Burkina como Niger darán apoyo militar a Mali?

I.C: La Alianza de los Estados del Sahel tiene como objetivo asegurar la defensa colectiva de las poblaciones de estos estados. El artículo 6 de la Carta de la Alianza establece que cualquier atentado contra la soberanía y la integridad territorial de una de las partes contratantes se considerará una agresión contra las demás, implicando así una obligación de asistencia mutua, incluido el uso de la fuerza armada para restablecer la seguridad. Además, los artículos 5 y 8 de la Carta permiten a cada parte expulsar o combatir a los rebeldes y terroristas que buscan refugio en su territorio. Esta alianza reforzada entre Malí, Burkina Faso y Níger puede percibirse como un paso decisivo para la seguridad y defensa de las poblaciones de la región de las «Tres Fronteras». En virtud de estos artículos, pronto deberemos acostumbrarnos a ver ofensivas conjuntas entre los diferentes países hasta la estabilización total del Sahel. Burkina Faso ha apoyado a Malí en su ofensiva en Tinzawaten con ataques de drones y también con la presencia de militares burkineses en suelo maliense.

  • P.G: En nuestro análisis no podemos dejar por fuera a EE.UU y Francia, las dos potencias que se ven perjudicadas y desplazadas del Sahel ¿Cuál cree usted, di es que así lo cree, el grado de participación en estos hechos o directamente en el apoyo a los grupos terroristas relacionados con al Qaeda?

I.C: Durante la semana del 1 de julio en Níger, el general de división Ekman y el jefe de estado mayor del ejército Kiaou firmaron la entrega de la base de Agadez. El embajador estadounidense  Fitz Gibbon también estuvo presente para iniciar la retirada de los soldados de la base. Después de Estados Unidos, les toca a los soldados alemanes abandonar la base del aeropuerto de Niamey en las próximas semanas. Recientemente, las dos partes hablaron de un nuevo acuerdo sobre el estatuto de las fuerzas. El gobierno federal alemán ha decidido no continuar operando la base de Niamey más allá del 31 de agosto de 2024 y trasladar a los soldados a Alemania. A pesar de las retiradas de las fuerzas europeas y americanas, el Sahel es ahora indiscutiblemente una zona de guerra entre los servicios de inteligencia occidental, árabe y de países como Rusia y China.

Los soldados se retiran, pero las empresas militares privadas se acercan a la AES. Alexei Chep, vicepresidente del Comité de la Duma para Asuntos Internacionales, acusa a la empresa militar privada «Academi» y a la DGSE francesa de apoyar a los separatistas terroristas que trabajan en conjunto con Al Qaeda y Jama’at Nusrat al-Islam wal-Muslimin (JNIM). Estos grupos participan en la desestabilización de la zona saheliana. La guerra informacional está en pleno apogeo. Un ejemplo explícito es la ofensiva que el ejército maliense ha comenzado en Tinzawaten, en la frontera argelina, contra los terroristas, pero en los medios de comunicación convencionales e incluso en las redes sociales, los enemigos de Malí y de la AES afirman que son civiles los que están siendo eliminados, lo cual es totalmente falso.

A través del comunicado del 25 de junio de 2024, conforme al decreto interministerial N°1907/MM-MATD-MSPC-MEADD del 1 de julio de 2015, el Ministro de Minas de Malí ha prohibido las actividades de minería de oro en Malí durante el período del 15 de junio al 30 de septiembre de 2024, y además el ejército había advertido durante 4 días a los civiles que abandonaran la zona porque la ofensiva del ejército iba a comenzar, por lo que toda persona que realice actividades de minería en la zona está en la ilegalidad y, por lo tanto, son potenciales terroristas, por lo que su eliminación no plantea ningún problema. Pero seguimos confiados en la victoria de nuestras fuerzas armadas.

  • P.G: Por último, ¿podemos decir que estamos ante un nuevo escenario de esta guerra a nivel global que se lleva a cabo en detrimento del mundo multipolar que emerge, dónde Rusia y China sin los grandes actores, desplazando a EEUU y las fuerzas europeas de la OTAN?

I.C: Para citar a Thomas Sankara en su famoso discurso contra la deuda en la cumbre de la Unión Africana, en Addis Abeba, el 29 de julio de 1987: «aquellos que quieren dominar Europa y Occidente en general son los mismos que quieren dominar África, tenemos un enemigo común». Los estados profundos occidentales, que no deben confundirse con los pueblos «que también sufren el dictado de la globalización perversa que los dirige hacia una destrucción espiritual, económica y política», hacen todo lo posible para empujar a la guerra mundial; podemos ver intentos de provocaciones de guerra total con Irán, con Rusia y también con China. La guerra es rentable y es un hecho, y el intento de asesinato del presidente Trump es un ejemplo perfecto de ello.

Si Trump vuelve a ser presidente, detendrá la guerra en Ucrania, y eso significa cambiar la política occidental respecto a Ucrania, es decir, que Rusia se retire de Ucrania, que la paz no puede existir mientras Rusia no deje Crimea, e impondrá así un acuerdo de paz que quizás no sea favorable para Ucrania. Esto sería un fracaso total de los estados profundos en relación con sus estrategias en Ucrania. La probabilidad de que Trump cambie la estrategia sobre Ucrania provocará una humillación tan grande que podría provocar su muerte y acusar a otro estado hostil a Occidente de ese asesinato.

El fracaso de los estados profundos para implementar la guerra total podría llevar al mundo hacia una nueva fase de guerra fría entre Occidente y el resto del mundo. Una guerra a escala mundial podría culminar con el uso de armas no convencionales como las armas nucleares, y sería una destrucción mutua entre las grandes potencias, pero eso no detendrá el proceso de multipolarización.

*Tadeo Casteglione, Experto en Relaciones Internacionales y Experto en Análisis de Conflictos Internacionales, Diplomado en Geopolítica por la ESADE, Diplomado en Historia de Rusia y Geografía histórica rusa por la Universidad Estatal de Tomsk. Miembro del equipo de PIA Global.

*Beto Cremonte, Docente, profesor de Comunicación social y periodismo, egresado de la UNLP, Licenciado en Comunicación Social, UNLP, estudiante avanzado en la Tecnicatura superior universitaria de Comunicación pública y política. FPyCS UNLP.


 

Acerca del autor

Beto Cremonte

Docente, profesor de Comunicación social y periodismo, egresado de la Unlp, Licenciado en Comunicación social, Unlp, estudiante avanzado en la Tecnicatura superior universitaria de Comunicación pública y política. FPyCS Unlp

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