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Mali avanza para extender el gobierno de Goita mientras el bloque AES avanza

Por Nicholas Mwangi*-
El gabinete de Mali aprobó una propuesta para extender el liderazgo del coronel Assimi Goïta por un mandato renovable de cinco años, lo que le permitiría consolidar aún más las reformas en curso en el país.

El gabinete de Mali aprobó una propuesta para extender el liderazgo del coronel Assimi Goïta por un mandato renovable de cinco años, consolidando así su posición en el proceso de profunda reestructuración política del país. El proyecto de ley se dirige ahora al Consejo Nacional de Transición (CNT) para su consideración, lo que podría sentar las bases para que Goïta continúe liderando las reformas en curso y la estrategia regional de Mali.

El realineamiento de Malí

El coronel Goïta llegó al poder en 2020, tras las masivas protestas populares contra el expresidente Ibrahim Boubacar Keïta, y desde entonces ha surgido como un líder importante en la evolución política de Malí y en la creciente asertividad de la Alianza de Estados del Sahel (AES) , un bloque regional formado por Malí, Burkina Faso y Níger en septiembre de 2023.

Bajo su liderazgo, Mali se ha distanciado drásticamente de Francia y de organizaciones respaldadas por Occidente, como la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), para centrarse en cambio en construir solidaridad regional y recuperar la soberanía política y económica.

La AES ha sido ampliamente celebrada en toda la región como un paso decisivo hacia la soberanía y la seguridad colectiva. La alianza busca abordar desafíos compartidos, incluidas las persistentes insurgencias yihadistas vinculadas a Al-Qaeda , que han desestabilizado el Sahel durante más de una década.

Los Estados miembros también han defendido los esfuerzos para reducir la dependencia militar extranjera y promover soluciones locales a sus crisis de seguridad y gobernanza.

Assimi Goïta: un líder decisivo en la transición de Mali

El Coronel Assimi Goïta cuenta con una larga trayectoria militar que le ha permitido ser un líder. Nació en 1983, hijo de un oficial de las Fuerzas Armadas de Mali. Su formación militar comenzó en la Academia Militar de Kati (PMK) y continuó en la Escuela Militar Combinada de Koulikoro, donde se especializó en armas blindadas y caballería.

La carrera militar temprana de Goïta se forjó en las zonas más hostiles de Mali. En 2002, fue asignado al 134.º Escuadrón de Reconocimiento en Gao, y posteriormente sirvió como subcomandante del 123.º Escuadrón de Reconocimiento en Kidal entre 2005 y 2008. Lideró operaciones tácticas cruciales contra grupos armados y narcotraficantes en la frontera entre Mali y Argelia entre 2008 y 2010.

De 2011 a 2013, Goïta comandó la 2.ª Compañía de Apoyo de Mali y el 37.º Regimiento de Transporte, antes de ofrecerse como voluntario para unirse a las Fuerzas Especiales en 2014. Su rápido ascenso lo vio involucrado en asignaciones clave de seguridad nacional, incluido su papel como coordinador de operaciones especiales en el Ministerio de Defensa después del ataque terrorista de 2015 en el Hotel Radisson Blu en Bamako.

De 2016 a 2017, Goïta dirigió operaciones del Batallón de Fuerzas Especiales de Malí en Sofara y, desde 2018, ha comandado el Batallón de Fuerzas Especiales Autónomos, participando en varias campañas militares críticas en el norte y centro de Malí, así como en misiones externas en Darfur.

En 2020, la profunda frustración pública por la corrupción gubernamental, el declive económico y el empeoramiento de la situación de seguridad llegó a su punto álgido. Estallaron protestas masivas en todo el país. Las protestas, organizadas por el Movimiento 5 de Junio ​​- Agrupación de Fuerzas Patrióticas (M5-RFP), congregaron a decenas de miles de malienses en las calles para exigir la dimisión del presidente Ibrahim Boubacar Keïta.

Goïta, quien en aquel entonces era un destacado comandante de las Fuerzas Especiales de Mali, emergió como una figura alineada con el clamor popular por el cambio. El 18 de agosto de 2020, lideró un golpe militar que arrestó al presidente Keïta y forzó su dimisión al día siguiente.

Inicialmente, se formó un gobierno civil de transición, pero tras disputas sobre el ritmo y la dirección de las reformas, Goïta realizó un segundo movimiento de poder en mayo de 2021, deponiendo al liderazgo interino y convirtiéndose oficialmente en el presidente de transición de Malí el 28 de mayo de 2021.

El cambio político y el realineamiento regional de Malí

La propuesta de extender el gobierno de Goïta refleja su sostenida popularidad interna, particularmente entre los malienses que lo ven como un símbolo de resistencia contra la interferencia extranjera y un motor de renovación nacional.

Sin embargo, los críticos argumentan que prolongar el liderazgo militar de transición corre el riesgo de socavar las normas democráticas y retrasar el tan prometido retorno a la gobernanza civil. No obstante, muchos también señalan que la realidad actual en el Sahel presenta un contexto singular donde los parámetros tradicionales de la democracia liberal no captan plenamente la urgencia de la lucha de la región por la supervivencia, la estabilidad y la soberanía. Malí y su población se desenvuelven en un entorno hostil.

Los gobiernos del bloque AES siguen adoptando medidas patrióticas destinadas a reafirmar la soberanía política y económica, priorizar la propiedad local de los recursos y resistir lo que perciben como una dominación neocolonial. En el caso de Malí, estas políticas han incluido la diversificación de las alianzas en materia de seguridad y la reafirmación del control sobre activos nacionales clave.

El proyecto de ley ahora espera la ratificación del Consejo Nacional de Transición. Sin embargo, la trayectoria de Malí bajo el gobierno de Goïta seguirá siendo crucial para comprender el realineamiento más amplio que se está desarrollando en África Occidental. Los acontecimientos en Malí y el Sahel revelan un levantamiento donde la búsqueda de la soberanía, incluso bajo regímenes militares de transición, está configurando cada vez más nuevos modelos políticos. El SAE es uno de esos modelos, que trasciende los marcos históricamente impuestos por las antiguas potencias coloniales y las instituciones financieras internacionales.

*Nicholas Mwangi es escritor y miembro de la Biblioteca Ukombozi en Kenia

Artículo publicado oriuginalmente en People’s Dispatch 

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