Europa

Macron y Biden: una alianza empañada por el dinero

Por Fernando García del Río* –
El presidente francés dice a su homólogo estadounidense que su plan económico y de subsidios daña a Francia y la UE, aunque ambos pactan buscar soluciones.

Estados Unidos y Francia podrán ser buenos “hermanos en armas” frente a Rusia, como Joe Biden pidió ayer a Emmanuel Macron al recibirlo en la primera y pomposa visita de Estado de un líder foráneo a la Casa Blanca en este mandato. Pero la política industrial del presidente estadounidense, y en concreto los generosos subsidios que la Ley de Reducción de la Inflación destinará a los productos made in USA en general y particularmente a la industria nacional vinculada a las energías limpias, empaña la amistad entre Washington y París. Macron se lo hizo saber a Biden con toda claridad, si bien entre abrazos y proclamaciones de lealtad… Y en una cena de Estado con queso de Oregón y vino espumoso de California, si bien servido en copas hechas en Francia.

Las medidas reunidas en la ley estrella de Biden -con un paquete de inversiones por 739.000 millones de dólares de los que 369.000 millones se destinarán a fomentar la economía verde mediante subsidios a la industria- son “super agresivas” para Francia y Europa, en tanto que desincentivan la producción en el viejo continente, dijo Macron en sus discursos ante el Congreso de EE.UU. y la comunidad francesa en Washington.

Puede que tales medidas de Biden y su Gobierno “vayan a resolver su problema, pero empeorarán el mío”, añadió el líder francés. Y consideró que las ayudas industriales de la Ley de Reducción de la Inflación, así como las previstas en la Ley de fomento de la fabricación de semiconductores en EE.UU. “fragmentarán Occidente”. A no ser, subrayó, que estadounidenses y europeos “nos coordinemos entre nosotros” en la “meta común” de crear empleo y combatir la competencia de China y otros países asiáticos.

Y este fue el compromiso al que Biden y Macron llegaron ayer en la Casa Blanca, según explicaron en la rueda de prensa conjunta después de su encuentro principal. “Tenemos que trabajar juntos”, destacó el presidente estadounidense. Y reconoció que la ley en cuestión tiene “fallas técnicas” y “hay ajustes que podemos hacer para asegurarnos de que no hay un efecto dominó en los proyectos que están en curso en Europa”: un compromiso fácil de formular pero más difícil de cumplir.

“Estoy confiado” en llegar a un entendimiento, agregó no obstante Biden. Y subrayó que “no fue la intención” de su Administración el dañar a las empresas europeas. “Queremos triunfar juntos, no uno contra el otro”, afirmó. Pero también dejó claro que no iba a “pedir perdón” por un proyecto político que busca combatir el cambio climático, crear empleo y mejorar la economía de su país.

“Tenemos que resincronizarnos” para que los incentivos de EE.UU. a su industria no dañen a la industria europea, dijo y repitió por su parte Macron… No sin matizar que no había venido a Washington para dar una “prueba de amor” a su homólogo y “amigo” Biden. El presidente francés reconoció además que los europeos tienen “mucho que hacer” para ponerse al día en la fabricación de chips y semiconductores.Lee también

Macron insistió asimismo en las “consecuencias diferentes” que la guerra en Ucrania tiene para Europa, dada su enorme dependencia energética de Rusia. Pero él y Biden exhibieron sobre todo su unidad frente a la invasión de Ucrania por las tropas de Putin. Ambos quedaron de acuerdo en “hacer que Rusia rinda cuentas por atrocidades y los crímenes de guerra ampliamente documentados” en el país invadido.

En cuanto a las posibilidades de diálogo para buscar salida al conflicto, que Macron viene defendiendo con sus frecuentes llamamientos a un retorno de Moscú y Kyiv a las conversaciones bilaterales, Biden dijo que está listo para hablar con Putin, pero sólo “si, de hecho, decide que está preparado para buscar formas de acabar con la guerra”. Precisó, además, que no dará el paso por su cuenta y sin consultarlo con los aliados de la OTAN. Horas antes, su homólogo francés había anunciado que tiene previsto conversar con el líder ruso “en los próximos días”, como ha hecho en anteriores ocasiones desde el inicio de la guerra.

Biden y Macron expresaron su admiración y respeto por los iraníes que “se manifiestan valientemente” por sus “libertades fundamentales”. Y enfatizaron su preocupación común frente a la creciente actividad y provocaciones de China en el Indo-Pacífico.

Atrás quedaba la crisis de los submarinos de hace un año, originada por la ruptura de un contrato de venta de sumergibles franceses a Australia por un acuerdo alternativo de Canberra con Washington y Londres. Después del consiguiente y grave incidente diplomático entre los dos países, Biden se disculpó por su “torpeza”. Ayer, el conflicto resultaba lejano. Y el presidente de la primera superpotencia mundial reconoció a Macron como “uno de los líderes de Europa”.

*Fernando García del Río (Santander, 1962) es corresponsal en Washington. También ha sido corresponsal en São Paulo (2011-2012), La Habana (2007-2011) y Bruselas (2002-2007) y corresponsal parlamentario, judicial y cultural en Madrid.

Artículo publicado originalmente en La Vanguardia.

Foto de portada: Emmanuel Macron, Joe Biden y la primera dama estadounidense, Jill Biden, en la recepción al presidente francés en los jardines de la Casa Blanca Chris Kleponis / Bloomberg L.P. Limited Partnership

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