El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva recibió este lunes a la presidenta de la Comisión Europea Ursula Von der Leyen en Brasilia. En un discurso pronunciado en conjunto con la representante europea, Lula criticó la previsión de sanciones contra Brasil en una adenda al acuerdo del Mercosur con la UE. Según Lula, la relación entre socios estratégicos debe basarse en la «confianza».
«Expliqué a la Presidenta Von der Leyen las preocupaciones de Brasil sobre el instrumento adicional al acuerdo, presentado por la Unión Europea en marzo de este año, que amplía las obligaciones de Brasil y las hace pasibles de sanciones en caso de incumplimiento. La premisa que debe existir entre socios estratégicos es la de la confianza mutua, no la desconfianza y las sanciones», dijo el mandatario brasileño.
La reunión con la autoridad europea forma parte del plan de acercamiento del gobierno brasileño. Lula se ha mostrado crítico con el grupo y ya ha afirmado que no habrá acuerdo entre los 2 bloques si los europeos no aceptan las condiciones de los sudamericanos.
El apartado criticado por Lula también había sido atacado por el ministro de Asuntos Exteriores, Mauro Vieira, en una comisión del Senado. «Sólo ahora, en los últimos días de abril o los primeros de mayo, la Unión Europea presentó el documento adicional, llamado ‘side letter’, y este documento es extremadamente duro y difícil, creando una serie de barreras y posibilidades incluso de represalias, de sanciones, basadas en una legislación ambiental europea de verificación extremadamente rígida y compleja. Esto podría tener enormes perjuicios», declaró.
La «carta adjunta» es una nueva lista de exigencias, fundamentalmente de caracter socioambiental. Al respecto, von der Leyen dijo que la misma es una oportunidad para que las dos partes hablen de cómo llegar a un acuerdo.
El acuerdo de libre comercio, negociado a lo largo de 20 años, prevé que las empresas de ambos bloques puedan optar a contratos del sector público en igualdad de condiciones con las empresas locales. Los europeos argumentan que habría mayor competencia y acceso a las licitaciones nacionales.
Para Lula, sin embargo, la medida perjudicaría a la industria brasileña, que podría perder espacio en las ventas a los gobiernos federal y estatales en el propio país. La contratación pública es un importante mecanismo para alcanzar objetivos económicos en el país.
En enero, Lula criticó el punto muerto durante una visita a Brasil del Primer Ministro alemán, Olaf Scholz. Según el presidente, las negociaciones deberían reanudarse pronto. Ursula von der Leyen dijo este lunes que espera cerrar las negociaciones y concluir el acuerdo, como máximo, a finales de 2023.
Tras su visita a Brasil, la presidenta de la Comisión Europea seguirá su gira por Argentina, Chile y México, donde se reunirá con los presidentes y grupos empresarios de dichos países. La gira de Von der Leyen se da como respuesta a la gran presencia china y rusa en la región, uno de los grandes motivos de preocupación de Estados Unidos y sus socios imperiales. La búsqueda por avanzar con el acuerdo de libre comercio tiene como objetivo garantizar mayor presencia de empresas europeas en el territorio que puedan ganar mercados frente al rápido avance y crecimiento de la economía china.
*Ana Laura Dagorret es analista internacional, coautora del Manual breve de geopolítica y parte del equipo de PIA Global.
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