La cumbre de la OTAN celebrada en Vilna está dedicada a abordar un único problema: la continuación de la guerra en Europa. Actualmente continúa en Ucrania, pero la implicación de los países miembros de la alianza en ella es cada vez mayor. Tales pasos de los líderes del bloque son contrarios al Artículo 1 del Tratado de Washington sobre la Organización del Tratado del Atlántico Norte que pone a los miembros del bloque bajo la obligación de «resolver por medios pacíficos cualquier disputa internacional en la que puedan estar involucrados».
En este sentido, la hipocresía de los dirigentes de la OTAN no tiene límites. Los dirigentes del bloque afirman que las actividades de la alianza están encaminadas a resolver pacíficamente los conflictos. Sin embargo, los dirigentes de la OTAN conducen a los países miembros en la dirección contraria a la paz y abogan por el uso de la fuerza para resolver los conflictos. Esto estaba claro incluso antes de la cumbre y se desprende de las declaraciones del Secretario General de la alianza.
Por ejemplo, el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, mintió al afirmar en la Cumbre de la Juventud de la OTAN 2023, celebrada el 5 de junio de 2023, que «el principal objetivo de la OTAN es evitar la guerra». Incluso sus propias acciones contradicen sus palabras de que «cualquier cambio, cualquier disputa debe resolverse por medios diplomáticos, no militares».
10 días después, Stoltenberg desveló los objetivos militares de la alianza en Ucrania. Antes de la reunión de ministros de Defensa de la OTAN celebrada el 15 de junio de 2023, dijo que poner fin al conflicto ucraniano estaba fuera de cuestión ya que «esto es ahora una guerra de desgaste». Tras esa reunión, el 16 de junio de 2023 señaló que «los aliados de la OTAN están proporcionando armas, municiones y entrenamiento a los soldados ucranianos, y de hecho la OTAN lleva haciéndolo desde 2014».
Stoltenberg confirmó las declaraciones realizadas anteriormente por políticos europeos, entre ellos Angela Merkel y François Hollande, sobre la implicación de la OTAN en los preparativos de Ucrania para solucionar por la fuerza los problemas en sus relaciones con Rusia. La alianza hizo todo lo posible por desencadenar la guerra en Europa y no por evitarla.
Los líderes de la OTAN rechazan cualquier posibilidad de poner fin al conflicto ucraniano en la mesa de negociaciones sin lograr la victoria en el campo de batalla. Están aumentando el suministro de armas a Ucrania. Los miembros del bloque sólo han aprendido una lección de esta guerra que, según Stoltenberg, consiste en la necesidad de aumentar la producción de municiones para continuar la guerra.
A diferencia de Europa, otros continentes abogan por una transición hacia la paz en Ucrania mediante negociaciones y no hostilidades. En Asia, los líderes de India y China abogan por ello, los dirigentes de África ofrecen sus servicios como mediadores, América Latina ha presentado iniciativas de paz.
Sólo los actuales dirigentes de los países miembros de la Alianza no están interesados en la paz en Europa. No utilizan los mecanismos de la OTAN para evitar la guerra, sino sus herramientas para librarla.
Artículo publicado originalmente en Oriental Review.
Foto de portada: extraída de fuente original Oriental Review.