Análisis del equipo de PIA Global Nuestra América

“Lo que está haciendo Alberto Fernandez es darle continuidad al proyecto de Mauricio Macri”

En entrevista con PIA Global, el analista económico Rodolfo Pablo Treber analiza la renuncia de Martin Guzman al Ministerio de Economía y anticipa que la llegada de Silvina Batakis no logrará torcer el rumbo económico del país bajo las normas impuestas por el pacto con el FMI.

PIA: ¿Qué lectura hacés de la renuncia de Guzmán y de todo lo que vino después?

Rodolfo Treber: La renuncia del Ministro de Economía tiene que ser vista como un paso casi lógico, una consecuencia inevitable, de haber aceptado el pacto con el FMI, de haber validado esa estafa que significó la deuda que nunca llegó a estar en beneficio del desarrollo nacional, por lo tanto podía ser catalogada como deuda odiosa. Podría haber sido litigada antes de haber sido aceptada, validada y acordada. El pacto que se hizo con el FMI tiene metas de ajuste fiscal y cuando eso sucede se puede hacer de forma encubierta a través de un proceso inflacionario. Eso termina impactando los bolsillos de una población que ya venía empobrecida y con un poder adquisitivo por el suelo. La crisis social que emerge en Argentina, que se ve en las calles, en el descontento, en las crisis de representación política visible tanto en Juntos por el Cambio y el Frente de Todos, no encuentra una solución si no es con conflictos internos, con cambios de ministros. La realidad es que el ajuste fiscal que se venía haciendo en Argentina se hacía con inflación y la inflación, producto del aumento de los commodities en el mundo, llega a estar ahora en el 70% interanual. Y no hay ningún Ministro de Economía que pueda durar en un país que venía desde enero de 2020 que empezó el mandato de Alberto Fernandez, hasta el mes de mayo según los últimos datos oficiales, con un superávit comercial superior a 32 mil millones de dólares. Es decir que al país ingresaron 32 mil millones de dólares más de los que se fueron por importaciones y, sin embargo, la Argentina está en un proceso de ajuste fiscal y de escasez de divisas, es una cosa insólita. ¿Por qué pasa esto? Porque el acuerdo con el FMI no sólo obligó a pagar los intereses de deuda sino que también obliga a mantener lo que ellos denominan libertades de mercado, que es que los privados puedan pagar su deuda privada en el extranjero, o sea que puedan girar divisas, que el comercio exterior argentino en su afán de exportar mayor cantidad de dólares esté libre a la importación de mercadería, por lo tanto no haya una administración correcta del comercio exterior, los dólares se terminan yendo por la canaleta de las importaciones. Entonces los acuerdos comerciales que impone el pacto con el FMI son la causa de la crisis económica. Es un modelo económico que instala el FMI, no es sólo la negociación por una deuda, es el modelo económico y productivo que consolida el FMI en la Argentina, que es el modelo exportador extractivista, que siempre conduce a esto. A un aumento de las exportaciones -saqueo y extractivismo- y a la vez a un aumento de las importaciones y fuga de capitales. Entonces ese combo explosivo hizo volar por los aires a alguien que vino a cumplir con ese objetivo. Guzman vino a terminar el pacto con el FMI, dejar instalada una dependencia económica a un organismo multinacional que responde a EEUU y no se podía esperar otro resultado que no sea una derrota electoral, como lo fue y como lo será en el caso de que no se cambie el rumbo económico.

PIA: Recién decías que el ajuste fiscal se hizo a través de la inflación. ¿Cómo es que funciona eso?

Rodolfo Treber: Hay una manera de explicarlo sin entrar en cuestiones técnicas. La inflación es el aumento generalizado de todos los bienes y servicios. Esos bienes y servicios tienen un gravamen impositivo alto que ronda el 40-50% del valor final. Entonces cuando hay inflación también sube la recaudación fiscal. Y ¿qué sucede con la emisión monetaria, con los salarios que van directamente al consumo, a la demanda de bienes y servicios? No crecen nunca porque solamente 4 de cada 10 argentinos trabaja de manera formal. Es decir que sólo 4 de cada 10 tienen la posibilidad de empatar a la inflación, algo que este año no sucedió porque todos los sindicatos negociaron a la baja, es decir que se perdió poder adquisitivo con la inflación. En el caso de que pudiera lograrse, sólo 4 de cada 10 no sufrirían el ajuste, pero el restante, 6 de cada 10 argentinos en edad y en condiciones de salud para trabajar, o sea el 60% de la población económicamente activa trabaja de manera informal, ilegal o dependiendo de una asignación, sufre un ajuste real en su poder adquisitivo. Por lo tanto hay una emisión monetaria para el crecimiento de la demanda siempre inferior que el aumento de la recaudación fiscal. En todo proceso inflacionario hay un ajuste fiscal, es una manera licuada de hacerlo. Algunos brutos lo harían, como hizo Patricia Bulrich en el 2001, reduciendo 13% de las jubilaciones, otros lo harían reduciendo el presupuesto en educación y salud. Pero este gobierno como vino con el cartel del partido justicialista y no puede hacer una cosa de ese estilo, lo hace apoyado en un proceso inflacionario que es lo mismo en definitiva. Porque si a los jubilados les aumentan un 40% y llevan la inflación al 70%, les están comiendo el poder adquisitivo de igual manera que si les estuvieran reduciendo el sueldo. El FMI quiere un ajuste fiscal y el gobierno decide de qué forma. Y es un ajuste que no toca algunos intereses, porque no se aumentaron los aranceles, no se aumentaron las retenciones, es decir que no toca al sector exportador. Y tampoco toca al sector financiero. Un ejemplo claro: estos dos días de corrida bancaria en Argentina, el Banco Central, para contener el precio de los bonos y de los títulos públicos para así asegurar la rentabilidad de los bancos privados, salió a comprar 580 mil millones de pesos en bonos y en letras. 580 mil millones de pesos de emisión monetaria directa para contener la caída de los precios de los bonos y así asegurar la rentabilidad del sector financiero. Ahí no hay un problema fiscal, ahí se puede emitir libremente, la cantidad que quieran y en el plazo que quieran. Pero cuando no hablamos del sector exportador y del mercado financiero, que son dos sectores que están de la mano y que dominan la política nacional, todo lo demás se ajusta.

PIA: ¿En qué crees que el cambio de Ministro puede llegar a modificar la situación económica que vive el país?

Rodolfo Treber: Hay que hacer una aclaración. Los problemas estructurales de la Argentina no se van a solucionar con cambios de nombres. En principio podríamos decir que Silvina Batakis, su historia, su discurso, sus actos políticos en la provincia de Buenos Aires, es una persona que viene del Partido Justicialista y que puede llegar a tener ideas más cercanas a las nuestras en relación al aumento de la producción, de combatir la inflación a través del aumento de la oferta y no del decrecimiento de la demanda, que cree en un mercado interno fortalecido y protegido, que cree en el proteccionismo. Pero la economía siempre está marcada por una fuerte orientación política. Y la orientación política es la que emitió en su discurso para tranquilizar a los mercados durante su asunción, que es seguir el acuerdo con el FMI y el incentivo a las exportaciones. Esos son los pilares que ordena el FMI y Alberto Fernandez acepta, entonces es muy difícil maniobrar y torcer el rumbo de esta economía en crisis sin modificar eso. Si no se va a un modelo que no sea de ajuste fiscal y se sigue exportando con las transnacionales, lo cual genera acuerdos de importación -para comprar producto manufacturados- se va a seguir destruyendo la capacidad de generar empleo del país. En el modelo exportador, quien compra a su vez vende al país de donde compra. Nosotros vendemos soja y ellos nos venden autopartes, juguetes, piezas mecánicas, etc. En la ecuación final capaz hasta salimos ganando, en lo que refiere a cantidad de divisas, pero en la mano de obra perdemos. Entonces lo que hacemos es importar desempleo, lo que termina sucediendo es que nunca crece el mercado interno. Vos podés cambiar el ministro de economía 100 veces, pero si tu marco político, que es el que orienta la economía, es el modelo agroexportador y el pacto con el FMI, la verdad que aunque a Silvina Batakis le deposito mucha más confianza que a Guzmán, que no vivía en Argentina y venía de Estudiar en Inglaterra y en Estados Unidos, el marco político determina siempre a la economía, por eso hablamos de economía política y de política económica. Si estás en el marco del modelo exportador, de facilitar la inversión extranjera y de cumplir con las metas fiscales del FMI, ¿qué es lo que podés hacer? Lo que hay que hacer es proteger el mercado interno, romper con acuerdos de exportación e importación que es justamente lo que el pacto con el FMI prohíbe. Ese es el objetivo real de la deuda, de la estafa, no es el cobro de los intereses, si ellos emiten la plata, no les interesa. Lo que les interesa es seguir utilizando al país como una factoría, poder obtener recursos naturales y materias primas a bajo costo y colocar sus productos manufacturados, tener un mercado cautivo para sus productos y mantener el nivel de empleo en sus países. Hasta que no se rompa con eso es imposible llevar adelante un proceso de industrialización endógeno, un crecimiento del mercado interno, la generación de empleo genuino dentro del país, que es la verdadera solución a nuestros problemas. Lo que está haciendo Alberto Fernandez es darle continuidad al proyecto de Mauricio Macri, que es básicamente un proceso de desindustrialización y de empobrecimiento de la Argentina. 

PIA: Teniendo en cuenta todo este contexto, ¿cuál es la perspectiva que tiene el país con el nuevo gabinete y ante lo que queda de este mandato?

Rodolfo Treber: Bueno hay dos opciones. Para mi claramente lo que se ve en el ambiente social, si se mantiene tratando de administrar de mejor manera o de menos mala manera este modelo económico, quizás se mejore un poco. Yo creo que Batakis va a hacer una mejor gestión que Guzman, más allá de que no va a poder cambiar la estructura económica desde el ministerio porque esa es una decisión política. Creo que va a hacer mejor gestión porque tiene contacto con el mundo, mientras que Guzman era del mundo financiero. Va a ser mejor pero no va a cambiar el rumbo y, por lo tanto, no se va a poder modificar el malestar social. Por lo tanto, cualquier alternativa, que generalmente es la que dirige el poder económico, es la que va a ganar en las próximas elecciones. Generalmente la situación económica determina el resultado de las elecciones y si esto sigue así el pueblo va a decidir cambiar, y en el cambio puede surgir cualquier cosa. Por eso surgen tantos personajes rupturistas tanto a la izquierda como a la derecha de forma exacerbada, eso es un síntoma. Esa es una posibilidad, la derrota por no cambiar el modelo. Porque el sendero, es el sendero del FMI que lleva a una derrota asegurada. El pueblo argentino cambió de Macri a Alberto Fernandez porque quería volver a una economía nacional, a lo que el peronismo nos tiene acostumbrados en la Argentina, cada vez menos porque a medida que van pasando gobiernos peronistas se parecen cada vez más a los liberales. 

Y la otra opción es que haya una decisión política de un sector dentro del Frente de Todos de cambiar este rumbo político, de enfrentar el conflicto interno que debería haberse dado antes del pacto con el FMI, pero también de darle la espalda a los planes de ajuste fiscal del FMI, a esa liberación del comercio que el FMI propone y exige y obliga para los argentinos. Si no se enfrenta ese conflicto político que es enorme, no habrá posibilidad electoral para el Frente de Todos. Además ese conflicto enorme se da en un contexto geopolítico que también expone la ideología del gobierno y que habla de la acción del FDT con el peronismo. Recordemos que Perón llega al gobierno en contraposición a los planes de EEUU y con los planes de industrialización nacional, en lo que en la campaña se sintetizó como Braden -el embajador norteamericano- o Perón. El peronismo nace antiimperialista y hoy en día, el gobierno de Alberto Fernandez, con el pacto con el FMI, con las intervenciones en diferentes eventos, se posiciona geopoliticamente del lado de EEUU y rompe con esa tradición del peronismo, y eso el campo nacional y popular lo ve como una traición. Si te va mal económicamente, traicionás la línea histórica del peronismo y encima desaprovechás la oportunidad que te da un contexto multipolar, de apertura de mercados que anteriormente estaban cerrados para la Argentina, no hace falta ser un gran analista político para ver que se van a perder las elecciones y te diría que hasta por paliza si no se cambia el rumbo. 

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