Desplazados y refugiados Europa

Las muertes se disparan en la ruta Canaria: más de 2000 víctimas

Por Jairo Vargas Martín* –
Más de 2000 víctimas en seis meses, casi las mismas personas que a lo largo de todo el 2020.

«Son los datos más terribles que hemos registrado desde 2007. Si el Estado español no toma medidas, podemos acabar el año con 4.000 víctimas mortales en las fronteras». La activista, periodista y portavoz de Caminando FronterasHelena Maleno, es tajante: «Está siendo un año horroroso, por eso pedimos al Gobierno español que se tomen medidas para que se pare esto ya. Cada año, la tragedia es mayor. Necesitamos medidas urgentes».

La organización, referencia para las personas migrantes que están a la deriva en el mar y para sus familia, ha presentado este jueves su balance de víctimas mortales en las travesías migratorias hacia España. Cifra en 2.087 el número de personas muertas o desaparecidas en el mar en los seis primeros meses de 2021, un aumento del 526% con respecto al mismo periodo del año pasado y un número muy similar al de las víctimas contabilizadas en todo el año pasado, 2.170.

La ruta hacia Canarias sigue siendo el epicentro de la tragedia, y su repunte de mortalidad es alarmante. 1.922 fallecidos o desaparecidos han contabilizado en la ruta más mortífera y peligrosa, un total de 57 naufragios. Son más aún que  las registradas en todo el 2020, cuando Caminando Fronteras informó de 1.851 víctimas en 45 naufragios.

Por número de víctimas, la siguiente ruta más mortífera es la del Mar de Alborán, con 93 muertos o desaparecidos en nueve naufragios. En la zona del Estrecho de Gibraltar, han contabilizado 36 víctimas en nueve naufragios. Las mismas que en la ruta argelina, cuyo destino son las costas levantinas y las Islas Baleares. 36 víctimas en cuatro naufragios que, para la organización, no parecen realistas. Esta ruta, en un claro repunte desde que irrumpió la pandemia, preocupa mucho a Caminando Fronteras, que considera que «no está representada como debería» porque apenas reciben información.

Los fallecidos procedían de hasta 18 países, la mayoría africanos, pero también de Oriente Medio y Asia: Marruecos, Argelia, Senegal, Mauritania, Guinea Conakry, Guinea Bissau, Gambia, Costa de Marfil, Camerún, Nigeria, República Democrática del Congo, Burkina Faso, Islas Comores, Siria, Bangaldés, Pakistán, Yemen y Sri Lanka.

Más mujeres y niños entre las víctimas

El monitoreo también apunta un fenómeno en alza, el de las mujeres y niños que pierden la vida. En los primeros seis meses del año ha sido notoria la presencia de mujeres y niños que iban en las embarcaciones, un 17% más en las pateras rescatadas en Canarias por los equipos españoles, según datos oficiales. Nunca se habían visto estas cifras. Pero peor aún es el dato de Caminando Fronteras, que ha contabilizado 341 mujeres fallecidas en naufragios y 96 niños y niñas.

Los datos son alarmantes y trágicos, los peores de todos los recuentos que han presentado regularmente desde 2014 y que han obtenido gracias a la información que les dan las propias personas cuando les llaman alertando del peligro de naufragio. Pero también de los familiares que los buscan o quieren saber si la patera o cayuco en la que viajaban sus seres queridos ha sido rescatada o se ha perdido en el océano para siempre sin que los cuerpos sean localizados, algo que ocurre en más del 95% de los casos, mientras España continúa son poner en marcha un punto de información para los familiares de las personas migrantes que llegan o que se quedan por el camino hacia nuestras costas.

De hecho, apunta Maleno, las propias comunidades y familias «se están organizando para dar visibilidad a la situación tan terrible de las fronteras», y en los últimos años «se ha consolidado un movimiento desde países de origen, destino y tránsito donde se busca saber la verdad», lo que permite que «se puedan documentar más personas muertas y desaparecidas».

Embarcaciones más precarias

Este aumento de la mortalidad no solo está relacionado con el aumento de llegadas, tanto a nivel general (un 57% más, según Interior, respecto al primer semestre de 2020) como en la ruta canaria (157% más), sino también al empleo de embarcaciones mucho peor preparadas.

Maleno advierte de un aumento del uso de embarcaciones neumáticas, más comunes en el Mediterráneo , con condiciones marítimas menos adversas. «No están preparadas para el Atlántico y tienen un porcentaje muy alto de tragedias», apunta la experta.  A pesar de ellos, en este primer semestre, el 33% de las alertas recibidas por Maleno y su equipo eran neumáticas. «Ya están en riesgo nada más salir y además están dirigidas por personas sin experiencia ni nociones de navegación, por lo que se desorientan con más facilidad», explica Maleno.

Crisis con Marruecos: vidas como chantaje político

Pero al mismo tiempo, la organización advierte de que la crisis diplomática hispano-marroquí del pasado mayo no tuvo como escenario únicamente las alrededor de 10.000 entradas irregulares a Ceuta, sino también las salida de más embarcaciones desde la costa del Sáhara ocupado por Marruecos, sobre todo las zonas de Dajla y El Aaiún. El efecto, explican, ha sido «el aumento de la mortalidad» debido a la «utilización de la vida de las personas migrantes como chantaje político entre ambos países».

En ese sentido, la organización destaca que la Marina marroquí «dejó de rescatar» los días posteriores a la crisis en Ceuta, según le consta por varias alertas que ellos mismos dieron y que nunca fueron atendidas por Marruecos. «En solo cinco días posteriores a la crisis, desaparecieron casi 500 personas», resume gráficamente Maleno.

«Tenemos que destacar que el número de neumáticas tuvieron un repunte importante en los días posteriores a la crisis diplomática con Marruecos», subrayan, y añaden que los meses de mayo y junio (los primeros de la crisis fronteriza) «cuentan con el mayor número de víctimas» entre las que se cuentan muchas mujeres y niños.

En concreto, 126 mujeres y 50 menores, algo que relacionan con «la cantidad de mujeres con hijos que están en tránsito migratorio en Marruecos» y que tuvieron más facilidades para encontrar una embarcación en la zona de los territorios saharauis ocupados.

Esta disputa internacional, denuncian, también ha implicado una menor coordinación entre los equipos de rescate marroquíes y españoles e, incluso, «dejación de responsabilidades» por parte de Marruecos. A lo que hay que sumar, en el caso español, unos «medios aéreos insuficientes para cubrir la ruta» y la precariedad laboral y escasa plantilla del Salvamento Marítimo, como denuncia el sindicato CGT, mayoritario en este ente dependiente del Ministerio de Transportes.

«Lo raro es que no haya mas víctimas. Nos preocupa mucho que esto se normalice, que una patera cargada de personas se hunda y que no nos enteremos siquiera», ha lamentado Teodoro Bondyale, secretario de la Federación de Asociaciones Africanas en Canarias (FAAC), también presente en la rueda de prensa. Considera que los datos que aportan Maleno son una constante invisible que solo ahora, «gracias al trabajo inmenso de Caminando Fronteras» está viendo la luz con más detalle.

Bondyale ha lamentado la falta de implicación de las autoridades a la hora de hacerse cargo de los enterramientos de los fallecidos, del apoyo a las familias que los buscan y de no preocuparse por que se respeten las formas de enterramiento propias de las culturas y religiones de los migrantes que pierden la vida. Además, hace una dura reflexión sobre la falta reacción social ante esta «masacre» y alerta de que las corrientes marinas de Canarias cadavez empujan a más embarcaciones más allá de la islas del Hierro. «Después ya no hay nada hasta las costas del Caribe. Cada vez son más las embarcaciones que llegan a América tras salir desde África, con cadáveres momificados», ha subrayado.

Caminando Fronteras exige al Gobierno español que tome cartas en el asunto con una reunión de «alto nivel», entre los ministerios implicados, desde Interior a Migraciones, pasando por Derechos Sociales. En los próximos días tiene previsto presentar una hoja de recomendaciones vitales para que se respete el derecho a la vida de las personas que se lanzan al mar. «En las fronteras hay una dejación de responsabilidades. La democracia se está derrumbando», ha advertido Maleno.

*Jairo Vargas Martín, periodista.

Artículo publicado en Público.

Foto de portada: Dos trabajadores de los equipos de rescate, junto a una embarcación neumática en cuyo naufragio murieron cuatro personas y 41 fueron rescatadas el pasado junio en Órzola, Lanzarote. —Borja Suarez/REUTERS.

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