Colaboraciones Norte América

Las lágrimas europeas y la Indiferencia del Sur Global

Por Omar José Hassaan Fariñas*. Especial para PIA Global. – Los europeos no dejan de demostrar sus lamentaciones y amarguras, al ver al actual inquilino de la Casa Blanca, cayéndole a palo limpio al presidente de Ucrania, para luego, y de la manera más humillante, expulsarlo de la Casa Blanca, e incluso del país.

Estas escenas, inéditas en la historia de las relaciones internacionales, encajan perfectamente con los ataques arancelarios del Señor Trump y los discursos agresivos y humillantes de la nueva administración gringa, en contra de sus supuestos “aliados” europeos en la OTAN, pronunciados durante la última edición del foro de seguridad de Múnich (2025).

Quien suscribe, un observador del Sur Global que sufre diariamente los efectos de las nefastas medidas coercitivas unilaterales impuestas por Washington y Bruselas, no está derramando lágrimas por los europeos, ni tampoco celebrando las nefastas acciones del Señor Trump. Hoy este humilla al ucraniano, mañana no se sabe a quién humillará. Simplemente, este Señor es una entidad de destrucción que posee estos planes de humillación y destrucción, para todos los pueblos del mundo, solo que aun no ha llegado a aplicarlos.

En el caso de los europeos, debemos recordar cuando andaban creando colonias, antes de la llegada del Señor Adolfo Hitler. Desde el Siglo XIX, los europeos estuvieron bastante ocupados conquistando territorios, sometiendo a pueblos, robándole sus futuros y riquezas, destruyendo generaciones, al negarle la educación para así reproducir las relaciones sociales de colonización y dominio. Esto fue realizado, década tras década, en casi todas las regiones del Sur Global.

Pero en solo 2 años, la maquinaria infernal del Tercer Reich arrasó con todos estos “poderosos” europeos, y todos fueron humillados y conquistados. En el otro lado del mundo, los japoneses destruyeron y humillaron a los arrogantes imperialistas europeos en el Pacífico, particularmente durante la caída de Singapur en febrero de 1942, la que Churchill denominó como la peor derrota militar en la historia de su país. De esta manera, los europeos vivieron en mano de los alemanes, las mismas humillaciones y los dolores que ellos infligieron a los pueblos del Sur Global, con sus colonialismos.

Nos preguntamos: ¿Aprendieron los europeos de sus humillaciones en mano de los nazis? Poco después del fin de la Segunda Guerra Mundial, estos europeos humillados y derrotados (se salvaron de los nazis y los japoneses solo por los rusos y los gringos), regresaron sin pena alguna a saquear y a quemar sus colonias en el Sur Global, sin que la experiencia nazi les hubiera dado una sola gota de humanidad, empatía y compasión.

Una vez más, otro líder como Adolfo humilla a los europeos, los asusta y hace que se arrastren por los suelos, pero la malicia que los europeos imponen a los pueblos del Sur Global, a través de ocupaciones militares en la África Subsahariana, relaciones económicas altamente asimétricas y destructivas, o medidas coercitivas unilaterales que matan de hambre y necesidad, no permite que se genere reflexiones sobre las víctimas, o la sensación de lo que significa ser humillados y dominados, y mucho menos generar humanidad, empatía y compasión entre los europeos mismos.

Los europeos gritan desde su puro y limpio “jardín” (del que habló el Señor Borrell), que Zelenski no es el agresor, pues él no inició la guerra, y es todo culpa del malévolo lobo ruso, etc., y esperan que el resto del mundo – el del Sur – se sume a desacreditar las actuales falsas narrativas de la Casa Blanca. Estoy de acuerdo con los europeos en una sola cosa: el Señor Zelenski no fue quien inició la guerra. Quienes iniciaron la guerra fueron quienes dieron el golpe de Estado en Ucrania (2014), luego empezaron a masacrar a los ucranianos del este, luego amenazaron con llevar a la OTAN a las puertas de Rusia, luego sabotearon las negociaciones de paz entre Kiev y Moscú en Türkiye (2022), y ahora perdieron la guerra en el terreno, pero no quieren ser identificados como los perdedores: los gringos. Claro, los europeos fueron arrastrados por los estadounidenses de manera bastante fácil, en sus cínicas maquinaciones.

Las recientes y patéticas lágrimas de los europeos en Múnich, estimulan los siguientes interrogantes, a saber: ¿Dónde estaba esta indignación y amor por las víctimas de las invasiones, cuando Estados Unidos y ellos destruyeron a Irak, Libia y los demás países de la región? ¿Dónde estaban estas las lágrimas cuando encendieron a Siria, o envenenaron a Venezuela con sus malignas y retorcidas medidas coercitivas? ¿Y ahora debemos nosotros, desde el Sur Global, llorar por los europeos y el Señor Zelenski?

Finalizó con una sabia frase, del Sagrado Corán, el versículo 2 del capítulo “Al Hashr”: “…ellos pensaron que sus fortalezas los protegerían de Dios. Pero el castigo de Dios les llegó por donde no esperaban y Él arrojó el miedo a sus corazones, destruyeron sus casas con sus propias manos y con las manos de los creyentes. ¡Reflexionad sobre ello, hombres de buen juicio!”  

Omar José Hassaan Fariñas* Internacionalista y Profesor de relaciones internacionales en la Universidad Bolivariana de Venezuela. Colaborador de PIA Global

Foto de portada: EFE/EPA/CRISTOBAL HERRERA-ULASHKEVICH

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