En el contexto de las relaciones de Türkiye con Rusia y el campo occidental, todo el mundo atribuye un significado diferente a las declaraciones de Erdoğan: «Acercamiento a Occidente», «ruptura con Rusia», «política de equilibrio», etcétera.
Basándonos en hechos concretos, podemos plantear las siguientes proposiciones sobre las declaraciones de Erdoğan y sus tendencias en política exterior:
1. El nombramiento de Hakan Fidan como ministro de Asuntos Exteriores y de Mehmet Şimşek como ministro de Hacienda y Finanzas en el nuevo gabinete fueron los primeros indicios de que Occidente pesará más que Erdoğan en el próximo periodo. Los pasos hacia el acercamiento a Occidente en política exterior y economía tras las elecciones confirman estas señales.
2. Erdoğan no quiere provocar un agravamiento de la crisis económica enfrentándose frontalmente a Occidente en este proceso. Por eso intenta suavizar las relaciones con Occidente con pequeños movimientos y declaraciones como el ingreso de Ucrania en la OTAN.
La principal preocupación de Washington es asegurarse de que Ankara cumpla las sanciones impuestas a Rusia. De este modo, quieren bloquear la «tráquea» de Rusia de Türkiye al mundo.
Todo el mundo sabe que el ingreso de Ucrania en la OTAN es poco realista a menos que Rusia sea derrotada. Estas declaraciones de Erdoğan no aliviarán la presión de Washington.
3. Estados Unidos celebrará elecciones presidenciales en 2024. Hasta entonces, el gobierno de Erdoğan intentará llevar a cabo una «política de equilibrio» entre Occidente y Rusia que evite daños duraderos en las relaciones con ambas partes. Pero dada la escalada del conflicto entre Occidente y Rusia, cabe preguntarse si habrá espacio para el «equilibrio» entre ambas potencias.
4. En un mundo nuevo en el que incluso Arabia Saudí busca alternativas a Estados Unidos, el distanciamiento del gobierno turco de Occidente en algunos campos es normal y está en sintonía con el curso de los acontecimientos. Sin embargo, al evaluar la orientación de Türkiye deben tenerse en cuenta los siguientes puntos:
- Türkiye es miembro de la OTAN desde 1952.
- Durante casi 50 años, el mecanismo estatal y las tendencias de la política exterior de Turquía se han configurado dentro del campo atlántico.
- Las bases ideológicas y de clase de Erdoğan están alineadas con Occidente.
Además, es improbable que el gobierno del AKP, que mantiene relaciones con Rusia en ámbitos críticos como la central nuclear, el comercio bilateral, el turismo y la cooperación parcial en Siria, dé un giro hacia una política de ruptura decisiva con Moscú.
Por último, es evidente que Erdoğan, que planteó la adhesión de Türkiye a la Unión Europea a cambio de la adhesión de Suecia a la OTAN, continuará esta línea de zigzags y faroles entre Occidente y Rusia hasta donde los límites del pragmatismo puedan llevarle.
* En el momento de escribir este artículo, ha quedado claro que el presidente Erdoğan no vetará el ingreso de Suecia en la OTAN.
*Onur Sinan Güzaltan, licenciado en Derecho por la Universidad Paris-Est Créteil Val de Marne /Paris XII y tiene un máster en Derecho Internacional y Europeo. Obtuvo el certificado de equivalencia de diploma en la Universidad de Galatasaray. Posteriormente, obtuvo un Máster en Derecho Mercantil Internacional, en el Institut de Droit des Affaires Internationales, fundado conjuntamente por la Universidad de la Sorbona y la Universidad de El Cairo.
Artículo publicado originalmente en United World International.
Foto de portada: extraída de fuente original United World International.