El reciente viaje de Abdullah bin Zayed Al Nahyan a Damasco fue la segunda vez que se reunió con el presidente sirio Bashar Al Assad, ya que las dos naciones árabes continúan acercándose entre sí.
Los dos altos diplomáticos discutieron el restablecimiento de las relaciones y el impulso de los lazos económicos, Assad dijo que ayudarán a la estabilidad regional y Sheikh Abdullah, acompañado por un grupo de funcionarios económicos y de seguridad en su visita, expresó su apoyo a una solución diplomática al conflicto en Siria.
Las relaciones entre Siria y los Emiratos Árabes Unidos se rompieron después de que Siria fuera expulsada de los 22 miembros de la Liga Árabe en 2011.
Los Emiratos Árabes Unidos reabrieron su embajada en Siria en 2018. Baréin, Argelia y Jordania también han reanudado los lazos con Siria, mientras que otras naciones árabes piden la reincorporación de Siria a la Liga Árabe.
Esta tendencia no ha sentado bien a los estadounidenses, ya que varios funcionarios estadounidenses han criticado la visita del jeque Abdullah. Un senador estadounidense incluso amenazó a los Emiratos Árabes Unidos con sanciones en un tuit al estilo típico de Twitter.
El alcance de los EAU al régimen de Assad proporciona pocos beneficios a los Emiratos. Esto conlleva enormes riesgos para la reputación de los Emiratos Árabes Unidos, los expone a las sanciones de César y perjudica los esfuerzos para buscar la rendición de cuentas por los crímenes de Assad contra el pueblo sirio. Citó un Tweet del Comité de Relaciones Exteriores del Senado.
Las Sanciones César se refieren a la Ley de Protección Civil de Siria César de 2019, también conocida como la Ley César. Es una legislación estadounidense que no solo sanciona al gobierno sirio sino también a cualquier entidad, organización o individuo que proporcione fondos o asistencia a Damasco.
Las entidades iraníes y rusas han sido sancionadas en virtud de esta ley. Esto sigue un patrón en la actitud de Washington hacia sus relaciones exteriores según el cual, si Estados Unidos no quiere hacer negocios con un país, tampoco se debe permitir que otros países lo hagan.
El jeque Abdulaziz había criticado la Ley César en 2021 durante una reunión con su homólogo ruso, Sergei Lavrov, y dijo: «El desafío más grande que enfrenta hoy la coordinación y el trabajo con Siria es la Ley César». y agregó además que “mantener la Caesar Act como está hoy hace que este camino sea muy difícil, no solo para nosotros como nación, sino también para el sector privado”.
Estados Unidos respondió diciendo que no se relajaría en su postura hacia Siria. Una postura que han mantenido hasta el día de hoy, como lo demuestran sus comentarios sobre la última reunión entre funcionarios turcos y sirios.
Ankara y Damasco mantuvieron conversaciones con altos funcionarios por primera vez desde 2012, cuando los ministros de Defensa de ambos países se reunieron en Moscú a finales de diciembre. En esa reunión, el ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Mevlüt Çavuşoğlu , dijo que espera reunirse con sus homólogos de Siria y Rusia a finales de este mes.
Este es un cambio significativo en la actitud de Turquía hacia Siria (Ankara había cortado los lazos con la nación árabe en 2012) y este cambio ha recibido una respuesta rápida de los EE. UU.
Cuando los periodistas le preguntaron sobre el tema, el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price , dijo: «Hemos dejado muy claro a todos nuestros aliados y socios que ahora no es el momento de normalizar las relaciones, ahora no es el momento de mejorar las relaciones».
En cambio, a los ojos de los EE. UU., ahora es el momento de imponer más sanciones paralizantes a Siria, donde las condiciones humanitarias se deterioran día a día, ya que las sanciones también incluyen suministros de medicamentos.
Alena Douhan, relatora especial sobre el impacto negativo de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos, visitó Siria y dijo que las sanciones han tenido efectos catastróficos en la vida de los sirios, ya que el país se enfrenta a la escasez de alimentos y medicamentos.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció el jueves que podría reunirse con su homólogo sirio como parte de un nuevo proceso de paz tras la reunión de ministros de Defensa.
Una reunión de Erdogan/Assad señalará el fracaso oficial de los intentos de EE. UU. de derrocar al gobierno sirio mediante sanciones y boicots, sin mencionar que los aliados de EE. UU. ya no están escuchando la voluntad de EE. UU. y causará mucha vergüenza a EE. UU.
Puede que no esté al nivel de su humillante partida de Afganistán, pero seguramente estará bastante cerca.
*Artículo publicado originalmente en PressTV.
Foto de portada: El presidente de Siria, Bashar al Assad (d), recibe en Damasco al ministro de Exteriores de Emiratos Árabes Unidos (EAU), Abdalá bin Zayed al Nahyan. EP
