1) En primer lugar, no olvidemos que la UE es un instrumento capitalista
Desde que se constituye la CEE en 1957, su objetivo ha sido ser un instrumento al
servicio del capitalismo. Desde los últimos años de los 70, la Unión Europea –que no
empezará a llamarse así hasta 1993-, adopta el modelo de política económica
neoliberal y desde entonces todas sus orientaciones de política económica y todas sus
exigencias han ido en esa dirección: el Acta Única firmada en 1986 por la que se
“liberaliza” el comercio en todo el territorio comunitario; la normativa de 1989 por la
que se dictó la libre movilidad de capitales y trabajadores y posteriormente el Tratado
de Maastricht, por el que se establecieron las condiciones para integrarse en la
moneda única. Estas normas fueron reforzadas por un durísimo Pacto de Estabilidad y
Crecimiento y desde entonces revalidadas permanentemente cada cierto tiempo en
diversas cumbres –Amsterdam, Lisboa, Niza…-
Toda la normativa de la UE conduce a una política económica dirigida a impulsar los
beneficios empresariales. Para ello han ido adoptando toda una serie de medidas tales
como: liberalizar la economía favoreciendo los grandes negocios transnacionales;
eliminar controles en los movimientos de mercancías y capitales y desregular el
mercado del trabajo; privatizar las empresas públicas; reducir gastos públicos, gastos
sociales e impuestos; alejar la política económica cada vez más del control público;
debilitar el estado de bienestar y plantear normas que aumenten la desigualdad,
reduciendo los servicios sociales y tratando de que los salarios aumenten menos que la
productividad, marginando y excluyendo más a la pobreza, cuando no
criminalizándola.
2) La OTAN instrumento de control de la Unión Europea por parte de los
EEUU
A pesar de las declaraciones en defensa de una autonomía europea por parte de
algunos políticos europeos como Josep Borrell o Emmanuel Macron, la realidad es que
la UE no tiene autonomía real respecto de los EEUU, ni de la OTAN, ni en el plano
tecnológico, ni económico, ni político y mucho menos en lo militar. Todas las políticas
de Seguridad y Defensa Común que proclama la UE, están siempre condicionadas a lo
acordado por la OTAN.
Ya la Red Gladio, que es un instrumento manejado desde la IIGM por las fuerzas
hegemónicas de la OTAN, EEUU en cabeza, y sus servicios secretos, fundamentalmente
la CIA y el MI6, ha venido interviniendo con manejos de toda clase, con golpes de
Estado y atentados terroristas de falsa bandera, para criminalizar, desprestigiar y
marginar al comunismo y la izquierda europea, impidiendo su acceso al gobierno. A lo
que hay que añadir el control de los poderes políticos, económicos, mediáticos, etc,
europeos, por parte de las múltiples agencias norteamericanas de inteligencia y de
control de las comunicaciones (internet, teléfonos, etc) como la NSA.
Hay que decir que la OTAN es una organización militar y también política, que está en
todo momento bajo el mando de un general norteamericano nombrado por el
presidente de los EEUU. Todas las Cumbres de la OTAN, sobre todo las que se realizan
después de la caída de la Unión Soviética, están marcadas por los intereses y designios
de los EEUU y se convierten de hecho, en las directivas ejecutivas de la política exterior
y militar de los países de la OTAN y de la UE.
En la guerra del Golfo de 1991 contra Irak tras la caída de la Unión Soviética,
prácticamente todos los países de la OTAN y de la UE –además de otros como
Australia, Nueva Zelanda, Pakistán…-participan en la guerra a instancias de los EEUU.
Asimismo, la UE ha sido arrastrada, vía OTAN, a la nueva política expansionista
elaborada por los EEUU tras la caída de la URSS y fundamentada en el llamado Nuevo
Concepto Estratégico de la OTAN. Según este concepto, la OTAN, no sólo no se
desmantela tras la disolución del Pacto de Varsovia en 1991, sino que, continúa como
organización militar, sin limitarse a la simple defensa colectiva mutua frente a un
eventual agresor a cualquiera de los miembros como estipulaba el artículo 5,
ampliando su marco de intervención militar agresora contra cualquier país enemigo o
“no amigo”, más allá del espacio territorial de los países de la OTAN, a cualquier
continente de todo el planeta. Es en las cumbres de Roma de 1991 y en la de
Washington de 1999, donde se forja el citado “nuevo concepto estratégico”.
Con los conflictos de la antigua Yugoslavia, dentro del contexto de la política
occidental de desintegración de la Yugoslavia socialista, toma forma la nueva
orientación estratégica de la OTAN, utilizando el lema de la “responsabilidad de
proteger”, en base al cual toma partido por uno de los contendientes, bombardeando
primeramente, en 1995, la república serbobosnia de Sprska para debilitar a este
contendiente frente a Croacia. Y, después, en 1999, la OTAN lanza una campaña de
bombardeos contra objetivos civiles de Serbia, y para defensa de Kosovo, basándose
en una cláusula absurda y absolutamente arbitraria impuesta a última hora en las
negociaciones de Rambouillet, con la intención de que no fuera aceptada, para
“justificar” el bombardeo de Serbia.
Asimismo, tras los acontecimientos del 11-S de 2001, EEUU ha impuesto vía OTAN a la
UE, la denominada “guerra contra el terror” que se ha plasmado en diversas guerras
brutales como la de Afganistán de 2001, la invasión de Irak en 2003 y los planes de “Remodelación del Oriente Medio Ampliado” concretados en nuevas guerras de
destrucción y desmembramiento contra una lista de 7 países que fue mostrada
públicamente por el ex general de la OTAN Wesley Clark : Líbano, Libia, Irak, Siria,
Somalia, Sudán e Irán. Bastantes de estas guerras se han llevado ya a cabo.
En la Cumbre de Praga de 2002, los EEUU imponen a los países de la OTAN y de la UE
un programa de ampliación de la OTAN hacia los países del Este, hacia antiguos
territorios de la ex Unión Soviética y de la ex Yugoslavia. Un programa que los EEUU ya
habían iniciado de hecho con la integración en la OTAN en 1999, de Hungría, Polonia y
República Checa. Este programa continuará con la integración de otros 11 países
como son, Bulgaria, Rumanía, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Letonia y Lituania en
2004, de Albania y Croacia en 2009, de Montenegro en 2011 y de Macedonia del Norte
en 2020. Integración realizada rompiendo el compromiso de la OTAN de no extenderse
hacia los países del Este realizado a la Unión Soviética, cuando se produjo la unificación
de las dos Alemanias y cuando se disolvió el Pacto de Varsovia en 1991 y violando una
de las disposiciones clave del Acta Fundacional de Relaciones Mutuas, Cooperación y
Seguridad firmada en 1997 entre la Federación Rusa y la OTAN. Estas nuevas
incorporaciones a la OTAN, se han realizado por otra parte, a base de sobornos y
ayudas económicas a las burocracias corruptas de estos países. Asimismo, y como
corolario a la integración en la OTAN, se ha ido produciendo un proceso de integración
más o menos paralelo de estos países a la UE, empezando por la de la ex República
Democrática de Alemania en 1990, siguiendo por la de 8 países del Este en 2004, la de
Bulgaria y Rumania en 2007 y la de Croacia en 2013. Hay varios países más del Este en
la lista de espera para entrar tanto en la OTAN (Bosnia-Herzegovina, Georgia y Ucrania) como en la UE (además de Turquía, Albania, Macedonia del Norte, Montenegro y
Serbia).
En la Cumbre de Gales (Cardiff) del 4 y 5 de septiembre de 2014, los EEUU imponen a
la OTAN y por tanto a la UE, un endurecimiento de la política agresiva respecto a Rusia
y el establecimiento de una alianza para una supuesta lucha contra el ISIS. El
endurecimiento viene tras el golpe de Estado camuflado realizado por la OTAN en
enero de 2014 en Ucrania (Maidan) para alejarlo de la Federación Rusa, que provoca
la reacción de Crimea que se independiza tras un Referéndum ampliamente
mayoritario (97%) y que se incorpora a Rusia, así como la de la región prorrusa del
Donbass, donde se proclaman las Repúblicas Populares de Donetsk, Luhansk y Jarkov,
contra las que el nuevo régimen filonazi de Kiev lanza una guerra que todavía persiste.
También se exige en la Cumbre, el compromiso de cada país de llegar a gastar en
Defensa hasta el 2% del PIB para el 2024, con la opción de incrementar el gasto
progresivamente.
En la Cumbre de la OTAN de Varsovia de 8 y 9 de julio de 2016 se adopta la
“Declaración de Seguridad Transatlántica de Varsovia” en la que se establece que los
retos procedentes del sur y del este siguen siendo una fuente esencial de inestabilidad,
dándose un paso más en la estrategia de acoso a Rusia. Así, se decide establecer 4
batallones multinacionales en los países bálticos (Estonia, Letonia y Lituania) y Polonia,
sobre una base rotatoria. Se acuerda establecer un sistema de misiles antimisiles y el
despliegue de aviación de combate y bombas nucleares avanzadas en las
inmediaciones de sus fronteras. En la declaración se manifiesta que la alianza
proporcionará más apoyo a Georgia, Ucrania (para la defensa cibernética y logística) y
Moldavia, reforzando una vez más su presencia cerca de las fronteras con Rusia. Por
otra parte, se propulsa una nueva misión en el mar Mediterráneo, llamada Guardianes
del Mar, supuestamente contra el terrorismo y para apoyar la Operación Sofía de la UE
para “controlar” el tema de los refugiados, el monitoreo desde Turquía a Siria e Irak
para la realización de “operaciones militares”, la prolongación de la misión “Apoyo
Decisivo” de Afganistán y el fortalecimiento de la alianza anti-ISIS para combatir
supuestamente el terrorismo.
Es de mencionar que a propósito de la estabilidad del Este, la UE, resalta su
“contribución al restablecimiento de la seguridad en Europa Oriental” y que la cumbre
ha brindado una ocasión para determinar qué actuaciones pueden realizarse en común
o en coordinación con la OTAN. En relación con la estabilidad del Sur, la UE ha puesto
de relieve “su papel en la contención del Daesh” y su labor de apoyo al “gobierno de
consenso nacional” de Libia. Por último, respecto de Afganistán, la UE ha subrayado los
“avances logrados” y la “responsabilidad que incumbe a la comunidad internacional de
seguir contribuyendo a la estabilidad del país”.
En relación con ello, y visibilizando más la dependencia de la UE con respecto a la
OTAN y a EEUU, se produce en torno a la Cumbre de Varsovia, una declaración
conjunta UE-OTAN, para la cooperación práctica en ámbitos como:
-lucha contra las amenazas “hibridas”
-cooperación operativa en el mar y en materia de migración
-coordinación en cuestión de ciberseguridad y ciberdefensa.
-desarrollo de capacidades de defensa
-facilitación de una industria de defensa más sólida y de más investigación
sobre defensa.
-incremento de los ejercicios de coordinación
-desarrollo de capacidades de defensa y seguridad de los socios del Este y Sur
En la Cumbre extraordinaria de Bruselas de 25 y 26 mayo de de 2017, los EEUU vía
OTAN, realizan una evaluación política del acoso a Rusia plasmado en la Cumbre de
Varsovia de 2016. Se plantea una nueva modernización de los arsenales nucleares –
controlados siempre por EEUU, que es quien cede el uso de los mismos a las potencias
europeas-. Trump recuerda e insiste en la necesidad de ir incrementando el gasto
militar, acercándose al 2% del PIB que debe estar cumplido como tope en 2024. (De los
28 hay cinco que lo hacen ya –EEUU, Reino Unido, Grecia, Polonia y Estonia-). Plantean
el seguimiento anual de la evolución de los presupuestos de los Estados para ver qué
países van en la buena dirección y cuáles no.
EEUU urge una mayor involucración de la Alianza Atlántica en la supuesta lucha contra
el Estado Islámico (la coalición internacional contra el ISIS cuenta con 68 países y entre
ellos, todos los de la OTAN y muchos de la UE). Los países de la OTAN han tenido que
aceptar una mayor implicación en la política de EEUU en Oriente Medio,
supuestamente contra el ISIS. Se confirma por otra parte, el nuevo rol de la UE para
dirigir operaciones e intervenciones militares “delegadas” en el área de Europa y
Africa, que va tomando forma en la creación de Grupos de Combate permanentes,
programas militares de investigación, medios de coordinación, despliegues en
operaciones y oficinas de propaganda contra la “agresiva Rusia”.
Se desarrolla la OTAN global, con nuevos acuerdos de cooperación con países del
sureste asiático y el reforzamiento de la ya existente con Japón y Corea del Norte y con
países europeos como Suecia y Finlandia. Merece la pena destacar el reciente acuerdo
alcanzado con el gobierno de Colombia, legitimando el papel de los EEUU en la tutela
de los intereses de las corporaciones y el capital financiero en todo el subcontinente
latinoamericano. Los socios globales de la OTAN son Afganistán, Australia, Irak, Japón,
Colombia, Corea del Sur, Mongolia, Nueva Zelanda y Pakistán.
Otros elementos en que la UE se ve arrastrada por la OTAN, son la carrera de
armamentos, las guerras injerencistas y la nuclearización de la OTAN y con ello de
Europa. Los EEUU están involucrando a la OTAN y a la UE en una nueva loca carrera de
armamentos. Ya lo inició al acabar la IIGM y arrastró a ello a la Unión Soviética. con
paradigmas que fueron evolucionando de la “destrucción mutua asegurada” a la
“respuesta flexible”… El Tratado ABM de 1972, para limitar misiles antibalísticos, fue
abandonado en 2001 por EEUU, para iniciar una nueva carrera de misiles con el escudo
antimisiles, y el INF, de eliminación de misiles de corto y medio alcance, establecido en
1987, es abandonado por EEUU en 2019, acusando falsamente a Rusia de su
abandono. Lo abandona con la pretensión de un nuevo rearme atómico en Europa
contra Rusia. También está el incremento constante de maniobras militares tanto de la
OTAN como de los EEUU, en Europa y en todas las partes del mundo. Y ello va en
consonancia con el incremento de los gastos militares: Presupuesto OTAN 2021, 1
billón de $. Presupuesto militar EEUU 2021, 750.000 millones $. Los países de la OTAN
gastan entre 20.000 y 36000 millones € al año hasta llegar al 2% del PIB.
Han sido numerosísimas las intervenciones militares en todo el mundo de los EEUU y/o
la OTAN, con la frecuente colaboración de la UE, desde la IIGM. Intervenciones que
han significado golpes de Estado, matanzas, asesinatos selectivos y crímenes contra la
Humanidad. Ya solo desde la caída de la URSS, algunas de las intervenciones han sido:
Contra Bosnia y Herzegovina (República serbobosnia de Srpska) 1995, Yugoslavia
(Kosovo) en 1999, Afganistán desde 2001 hasta hoy, Operación Active Endeavour en el
Mediterráneo, desde 2001 hasta hoy, Irak, 1991, 2003-2011, 2014 hasta hoy, Sudán,
1998, 2005-2007, Operación Allied Protector, en el Indico, 2008-2009, Somalia, 1993,
desde 2007 (Guerra piratas), Bulgaria y Macedonia, 1999,-Libia, 1983, 1986, 2011,
Siria, guerra 2011 hasta hoy, Ucrania, golpe de Estado de 2014 (Maidan), Yemen,
guerra 2015 hasta hoy.
En cuanto a la nuclearización de la OTAN en Europa, está la renovación constante de
armamento nuclear, los B61-12 y los minukes previstos (minibombas nucleares) que se
ubican en las bases militares norteamericanas en Bélgica, Holanda, Alemania, Italia y
Turquía, junto con aviones específicos de combate capaces de utilizar las bombas
nucleares. Luego está la militarización del espacio y el sistema antimisiles.
El Sistema antimisiles está ubicado en España (Rota, 4 buques), Polonia (Redzikowo),
Rumania (Deveselu), Turquía (Kurecik) y Alemania (Ramstein)(Centro de control del
escudo). Dinamarca y Holanda también ofrecen apoyo a esta iniciativa
El abandono de las ABM e INF por parte de EEUU va a suponer el impulso de nuevos
misiles nucleares de largo, medio y corto alcance. Por otra parte, existe una
dependencia con respecto a EEUU en armamento nuclear. El Jefe del Estado Mayor
Conjunto de EEUU (Joseph Dunford) confirma en un nuevo documento, la voluntad norteamericana de proceder al desarme nuclear de los aliados. En el futuro los
“aliados” de Washington ya no tendrían su propio armamento nuclear y solo podrían
utilizar el de los EEUU
3) Sumisión ideológica de la UE a la OTAN y EEUU
De entrada habría que decir que EEUU incluye a la OTAN dentro de una estrategia de
dominación mundial, como una pieza más. La política imperialista de los EEUU, tanto
en el campo militar, económico, de inteligencia, etc, rebasa con mucho a la OTAN.
EEUU tiene el cuasimonopolio de las armas atómicas dentro de Occidente, el
cuasimonopolio de las bases militares a nivel mundial y a nivel europeo, el control de
las más sofisticadas tecnologías (internet, información…) y el cuasimonopolio de las
tecnologías militares más avanzadas.
Tiene asimismo, el control del espacio, de los mares, es por mucho, el principal
vendedor de armas, quien impone las guerras, quien decide quiénes son los enemigos
y quiénes son los amigos de la OTAN y de la UE, quien controla las grandes
instituciones financieras mundiales y quien respalda a muchas de las principales
multinacionales. Es también quien marca las políticas a desarrollar en los diversos
continentes, quien determina las alianzas militares y económicas en el mundo en
contra de Rusia y China y quien posee el mando militar de la OTAN y decide sus
estrategias y sus pautas. La OTAN es como el escudero europeo de los EEUU, que lo
utiliza para controlar directamente a la UE e indirectamente a Europa occidental, para
tener sometidas a sus poblaciones y para involucrar a los países de la UE en sus
aventuras antirrusas, antichinas y anti-eje de la resistencia (antiiraní, antisiria…)
La UE, por su parte, sigue, prácticamente en todo, la política diseñada por la OTAN y en
definitiva, por los EEUU. Con respecto a Rusia hemos visto que siguen la política de
acoso y cerco marcado por la OTAN: establecimiento de bases militares en las
fronteras de Rusia, como Noruega, países bálticos, Polonia, Rumanía, Hungria,
Bulgaria, Chekia, Ucrania, Georgia, Turquía, Balcanes, Cáucaso… las cuales incorporan
aviones militares, tanques, toda clase de sistemas de rádares, buques, portaaviones,
submarinos…, con armamento sofisticado y armamento nuclear, con vigilancia estricta
de los movimientos de Rusia, junto con una política de provocación constante y de
maniobras militares cada vez más frecuentes, numerosas y dotadas. Los EEUU realizan
maniobras militares a lo largo y ancho del mundo, de una manera sistemática, en
diversos lugares y con aliados de la región. En Europa realizan hasta dos grandes
maniobras anuales, una como EEUU, con toda una serie de aliados, la llamada
Defender Europe, y otra, como OTAN, con toda otra serie de aliados, la Steadfast
Defender.
A todo esto se añaden, en un gigantesco alarde de prepotencia y de falta de respeto de
la soberanía de los pueblos y de la legalidad internacional, las sanciones a individuos,
funcionarios, políticos, militares e instituciones, por parte de la OTAN, y, para no ser
menos, también de su siervo, la UE, por razones absolutamente infundadas y
arbitrarias, de manera constante e incluso creciente. Es una política de denigración,
mentira, cinismo y desprestigio sistemático, achacando a Rusia peligrosidad,
inestabilidad, intenciones agresivas, supuestas anexiones ilegales (Crimea), supuestas
intrusiones informáticas en las elecciones de diversos países (EEUU, Ucrania…),
acusando de manipulación e intoxicación a organismos como la RT, que lo que hacen
es desmontar las patrañas, las mentiras y juegos sucios de las potencias occidentales. Y
lo que ya es el colmo de los colmos es que el presidente del Estado más terrorista,
asesino y delincuente del mundo, la antítesis de la democracia y del respeto de los
derechos humanos, Joe Biden, ante la cumbre que va a realizar con Putin, diga que” le
reclamará el respeto de los derechos humanos…”
Es una política de aislamiento político y económico, tratando de romper sus alianzas
como lo hicieron con Ucrania, como tratan de hacerlo con Armenia, con
Bielorrusia…En esta misma línea, tratan de romper los contratos europeos de energía
con Rusia (North Stream), presionando y chantajeando a los países europeos
involucrados en estos acuerdos, como lo hicieron con el South Stream.
Con el tema de la pandemia, la de la UE ha sido una política constante de ninguneo de
Rusia y China, siguiendo la estela de los EEUU a nivel mundial, restando validez o
capacidad a estos países, e impidiendo de hecho que Europa tenga acceso a las
vacunas rusas o chinas, cuando con ellas se hubiera solucionado el problema de la
pandemia hace muchos meses. Y dentro de una política por supuesto dependiente de
las farmacéuticas, a cuyo son funcionan, dejando de lado las necesidades del Tercer
Mundo. Se hablo de la apertura de las patentes para poder fabricar las vacunas en los
países más pobres, pero ya ha quedado en el olvido. Y recientemente, EEUU en su
paranoia antichina, está queriendo volver a la carga sobre la supuesta responsabilidad
de China, de los laboratorios de Wuhan, en el origen de la pandemia, con la
consiguiente respuesta condenatoria china de esta nueva maniobra estadounidense,
mediante la que han encargado a la CIA de investigar en tres meses la supuesta
responsabilidad del país oriental, a pesar de los informes de la comisión científica que
descartaba el origen humano de la pandemia.
Ha sido interesante la respuesta del ministro ruso de exteriores Serguei Lavrov al bien
conocido atlantista y fascista, Josep Borrell, Alto Representante de la UE para Asuntos
Exteriores y Seguridad, cuando en el contexto de su visita a Moscú el 4 de febrero de
2021, al parecer para tantear la posibilidad de adquirir vacunas rusas contra la COVID19, y en la rueda de prensa posterior a la reunión, Borrell pidió la liberación y una
“investigación transparente” sobre las causas del presunto envenenamiento del
bloguero opositor ruso Alexei Navalni, en agosto de 2020 en Siberia.
Lavrov le respondió de una manera poco esperada, haciendo referencia a los presos
catalanes en España por el juicio del procès: “Los líderes independentistas catalanes
están en prisión por organizar un referéndum, una decisión que la justicia española no
ha revocado pese a que los tribunales de Alemania y Bélgica fallaron en contra”. Y
continuó: “España ha defendido su sistema judicial y ha pedido no dudar de sus
decisiones. Eso es lo que queremos que haga Occidente en términos de reciprocidad”
con el caso de Navalni. Según sus palabras, el caso de los presos del “procès” es un
ejemplo de “decisiones judiciales motivadas políticamente”. El ministro ruso contestó
también a las críticas sobre el uso de la fuerza de la policía rusa durante las
manifestaciones en apoyo al líder opositor, asegurando que “en EEUU y Europa
también se han dado casos de brutalidad policial”.
Como decía Putin, si Rusia hubiera querido envenenarle a Navalni, estaría bien muerto.
El caso de Navalni es el recurso, una vez más, al ya tópico de los supuestos
envenenamientos de Rusia a opositores, al igual que sucedió con el montaje
organizado por el Reino Unido con el caso Skripal, que entra dentro del repertorio
occidental de intoxicación y falsas acusaciones contra Rusia para desprestigiarla.
Sucede, además, que Navalni no es ningún luchador por la libertad ni un activista anticorrupción, como se pretende, sino un personaje que cuando estudió en EEUU, en
Yale, entró a formar parte del restringido club del “Greenberg Word Fellows Program”,
un programa que selecciona anualmente a un pequeño grupo de elegidos de todo el
mundo para convertirlos en “líderes globales”, que se mantienen en contacto entre sí,
con las gentes de la Universidad de Yale y sus patrocinadores, para situarlos en lo más
alto de sus respectivos estados a través de “revoluciones de colores”. Es decir, para
infiltrarlos y provocar movimientos prooccidentales y proimperialistas.
Asimismo, ahora, los políticos de la UE, la OTAN y EEUU vuelven a la carga con
Bielorrusia. Antes le acusaron a Alexander Lukashenko de falsear las elecciones
presidenciales de agosto de 2020, cosa que era completamente falsa, y ahora que han
desviado un avión para detener a un “opositor”. Lo cierto es que se ha sabido que ese
opositor, considerado uno de los líderes de la oposición, Roman Protasevich, al que los
medios de comunicación occidentales llaman insistentemente “periodista”, en una
entrevista a radio Liberty, mostró cómo luchó en Donbass como parte del batallón
neo-nazi “Azov” y que “no se arrepiente de nada”. Es decir, que el pretendido
demócrata, es un fascista neo-nazi como lo eran los de la oposición de Bielorrusia.
Independientemente de cómo se ha producido el desvío del avión, lo cierto, es que en
Occidente no han sido inhabituales los desvíos de aviones para detener a
determinados individuos. Si no, no hay más que ver el historial de secuestros de Israel,
así como los secuestros, detenciones en cárceles secretas y traslados clandestinos
delante de las narices de los Estados europeos practicados por la CIA y adláteres. Y uno
de los últimos casos conocidos es el de la desviación del avión donde iba el presidente
de Bolivia Evo Morales, pensando, según dicen, que en él iba también el espia
norteamericano Snowden. Pero en el caso de Bielorrusia, los líderes de los 27 países de
la UE, decidieron sancionar a Bielorrusia siguiendo el habitual guión rusofóbico o
comunistofóbico, o lo que es lo mismo, pronorteamericano, adoptando medidas como
cerrar el espacio aéreo europeo a compañías bielorrusas y vetando su acceso a
aeropuertos de la UE, además de pedir a las aerolíneas europeas que no sobrevuelen
Bielorrusia.
Con Irán, la UE ha estado diciendo constantemente, que harán lo posible por
reintegrar a EEUU al “pacto nuclear”, que se levantarán las sanciones contra Irán y que
adoptarán medidas para neutralizar las amenazas y las presiones para que nadie
compre petróleo a Irán y para que nadie comercie con Irán. Todo mentira. La UE no se
ha atrevido ni se atreve a enfrentarse con los EEUU ni a cuestionar seriamente sus
políticas, sus sanciones y sus amenazas. Irán sigue adelante por méritos propios, y con
el apoyo de Rusia y China, advirtiendo mil y una veces a Europa (UE) que no van a
volver al pacto si no se eliminan las sanciones, que la UE no está cumpliendo sus
compromisos con Irán y que Irán seguirá con su dinámica de enriquecimiento de
uranio en tanto no desaparezcan las sanciones. Luego en contraposición, una vez más,
con sus declaraciones de buenas intenciones, y siguiendo a los EEUU, no condenan los
brutales y descarados atentados contra eminentes personalidades iraníes como el
general Soleimani, y el científico nuclear Mohsen Fakhrizadeh, orquestados por la CIA
y el Mossad, ni los frecuentes sabotajes a petroleros iraníes o a instalaciones nucleares
iraníes realizados por los mismos actores, justificando los atentados de grupos terroristas y de kurdos aliados de la CIA, o entrando en el juego de las críticas pseudodemocráticas contra Irán.
En la política de la UE y EEUU con respecto a Israel, es evidente el cinismo, la mentira,
y la sumisión de la UE a EEUU e Israel al no condenar y adoptar medidas contundentes
para impedir el despotismo y la brutalidad diarios de este régimen sionista. Ya no solo
que Israel practique una política de apartheid brutal con los palestinos, y que
mantenga, como en Gaza, a dos millones de palestinos en el mayor campo de
concentración a cielo abierto del mundo, que también ocupa continuamente nuevas
tierras que va robando a los palestinos, o que destruye sus viviendas como represalias
políticas o como medio de ocupar nuevas tierras. Hablamos de un régimen que impide
volver a los exiliados y refugiados palestinos de las diferentes guerras –y son ya al
menos 5 millones-, y que se declara como estado judío imponiendo su estado sectario,
racista, autoritario y criminal a toda la población, incluida la palestina. Un régimen
sionista, que ningunea a los palestinos y sus derechos, que detiene, tortura y asesina
a miles y miles de palestinos sin juicio y sin acusaciones, y que está dirigido por un
psicópata corrupto y asesino como Netanyahu, con multitud de casos abiertos, sin que
eso parezca tener ningún efecto. Un régimen que ocupa los territorios sirios del Golán
y los proclama territorio israelí, que declara formalmente capital de Israel Al Quds
(Jerusalen) pisoteando todos los derechos históricos de los palestinos, y negando a los
palestinos utilizar un templo que para ellos y para todo el mundo musulmán es
sagrado, como es el de Al Aqsa. Un régimen sionista que tiene al menos 100
resoluciones de la ONU de condena, por distintas agresiones, que no las cumple por la
cara, pero ante lo que nadie, tampoco la UE, le exige responsabilidades ni adopta
medidas de ningún tipo, a diferencia de la política que practican con otros países, con
los países considerados díscolos. Un estado sionista que realiza bombardeos
sistemáticos en Siria y frecuentes en múltiples lugares de Irak, Irán u otros países, en
apoyo del terrorismo de Al Qaeda, o del ISIS, y en definitiva del expansionismo sionista
criminal. Un estado criminal que realiza sabotajes de toda clase a barcos iraníes o de
otras nacionalidades y que dispone de armas atómicas, en secreto, “un secreto a
voces”, en contra de los acuerdos de No Proliferación de Armas Atómicas al igual que
dispone, también en secreto, de armas químicas y biológicas. Un régimen sionista,
que impulsa junto con Arabia Saudí, EAU, Qatar y otras monarquías del Golfo, así como
otras potencias imperialistas, los grupos terroristas de Al Qaeda y el ISIS, al tiempo que
se han ido beneficiando del petróleo robado a los sirios y a los irakíes pagado a
precios de saldo.
¿Por qué la UE, el señor Josep Borrell, el señor Charles Michel o la señora Ursula Von
Der Leyen no denuncian el carácter genocida y terrorista del régimen sionista de Israel
y le aplican las medidas que aplican a Rusia, Bielorrusia, China u otros países? ¿Por qué
no embargan militar y económicamente a Israel, por qué no impiden toda relación
comercial y de transporte con Israel, por qué no lo denuncian como el régimen nazi
que es, como un régimen criminal, y por qué no le aplican sanciones a este régimen
sionista y a quienes colaboran con él, como los EEUU, GB…? ¿Por qué no dejan de
apoyar a otros estados criminales como Arabia Saudí, EAU, etc, que han armado y
potenciado todos los terrorismos de Al Qaeda, ISIS…y que realizan matanzas brutales
con desparpajo como la del periodista Kashoggi? Sencillamente, porque la UE, es una
potencia imperialista, identificada con los intereses de Israel y al servicio de la fuerza
hegemónica del imperialismo, que es EEUU y de su lugarteniente, que es la OTAN.
Igualmente, la misma política que demuestra la UE con ciertos países del Oriente Medio, con Rusia y con China, la manifiestan con países progresistas como Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Corea del Norte…, contrariamente a las políticas de apoyo o de “silencio” que exhiben ante regímenes criminales y genocidas como son Colombia,
Brasil, Chile…
Con China, igual que con Rusia, entran en el juego de mentir, manipular y desacreditar, basándose en el Xinkiang, Tibet, Hong Kong, Taiwan, el mar del Sur de la China, la pandemia, Huawei o la Ruta de la Seda, con el objetivo de aislarla, de asfixiarla, de privarla de los recursos que necesita o de bloquear sus relaciones comerciales. Es siempre la misma política imperialista de los EEUU de dominio del mundo, en la que implican a sus subordinados en orden jerárquico, la OTAN, la UE y otros.
*Euskal Herria – Donbass.
Artículo publicado en el boletín informativo del mes de junio de Siriaren Alde (Plataforma de Euskal Herria en favor de Siria)