La Unión Europea da otra oportunidad al gobierno de Benjamin Netanyahu. A pesar de los más de 55.000 muertos en Gaza desde que empezó la guerra y un estudio de la propia Comisión Europea que concluye que tiene “indicios” de que Tel Aviv ha incumplido los derechos humanos en la guerra, los Estados miembros han evitado congelar el acuerdo de Asociación de la UE con Israel y, por lo tanto, sancionar el estado israelí. Así, los socios europeos continúan sin aplicar sanciones al ejecutivo de Netanyahu y, según ha anunciado este lunes la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, solo han llegado a un consenso para “ponerse en contacto” con las autoridades israelíes para intentar mejorar “la situación sobre el terreno en Gaza”, especialmente para que entre la ayuda humanitaria que envía en gran parte la misma UE.
De hecho, Kallas ha admitido en rueda de prensa del Consejo de Exteriores de este lunes que el ejecutivo israelí ha incumplido el artículo 2 del acuerdo entre el bloque europeo e Israel, que establece que las dos partes tienen que respetar los derechos humanos e internacional. Sin embargo, se ha limitado a reivindicar la discusión en el Consejo de Exteriores ya supone de por sí un acto de presión diplomática al gobierno de Netanyahu, aunque no se lleve a cabo ninguna sanción. Además, la jefa de la diplomacia europea ha resfriado las opciones de que se debatan las posibilidades de que se de el acuerdo de asociación con Israel en el próximo Consejo de Exteriores del 15 de julio, tal y como preveían inicialmente varias fuentes diplomáticas.
Sea como sea, la decisión de los Estados miembros de este lunes no sorprende a nadie. Las mismas fuentes diplomáticas ya veían la petición de revisar el acuerdo de asociación como una victoria y una medida de presión diplomática a Israel. Sin embargo, la mayoría de los países que presionaron y votaron a favor de la revisión del acuerdo no consideran revocarlo ni aplicar sanciones a Tel Aviv. Cabe recordar que para revocar entero el acuerdo de asociación se necesita unanimidad en la UE y para anularlo parcialmente o temporalmente mayoría cualificada (el 55% de los países a favor y que representen más del 65% de los habitantes de la UE). El hecho de que algunos países del peso de Alemania o Hungría se opongan a esta opción ya lo dificulta mucho.
De esta manera, la jefa de la diplomacia europea ha desoído las presiones de los estados más propalestinos, como España, Irlanda o Bélgica, que pedían alguna sanción a Israel. En este sentido, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha sido uno de los más contundentes y ha pedido explícitamente “la suspensión inmediata del acuerdo de asociación, un embargo de venta de armas por parte de la Unión Europea a Israel [el 30% que importa llega de la UE], y sanciones individuales a todos aquellos que quieren malograr definitivamente la solución de dos estados”. La semana pasada, por ejemplo, Suecia también abogó por sancionar algunos miembros del gobierno de Netanyahu, una iniciativa que por ahora tampoco ha fructificado.
En todo caso, la decisión de revocar un acuerdo de asociación de la UE con un país tercero por el incumplimiento de los derechos humanos apenas tiene precedentes y es totalmente extraordinaria. El ejemplo más reciente se remonta a la represión del régimen de Bashar al-Assad en Siria y la decisión tomada por los Estados miembros en el 2011 de romper el entendimiento comercial entre las dos partes, lo que se tradujo en una limitación de la importación de petróleo originario del país sirio.
La ruptura del acuerdo de asociación tendría importantes consecuencias para Israel y, por este motivo, los países más propalestinos instan constantemente a la UE a utilizar el poder de presión que tienen en materia comercial con Tel Aviv para intentar frenar la ofensiva israelí. Según los datos de la propia Comisión Europea, el principal socio comercial de Israel es la Unión Europea y un 32% de sus transacciones internacionales en 2024 fueron con los estados miembros del club europeo. Además, el 34,2% de las importaciones israelíes vienen de la UE y el 28,8% de las exportaciones acuden al bloque comunitario. Por el contrario, el país israelí es el 31 socio comercial de la UE y solo supone un 0,8% del total del comercio internacional de los socios europeos.
Los “indicios” de la UE de que Israel incumple los derechos humanos
A pesar de la no decisión de la UE, Kallas ha presentado un duro informe de la Comisión Europea que concluye que tiene “indicios” que Israel incumple los derechos humanos en Gaza. La evaluación del ejecutivo comunitario, que se basa con información de entidades como Unicef o la Corte Penal Internacional que están sobre el terreno, es muy crítico contra el gobierno de Netanyahu.
El informe de la Comisión Europea carga especialmente contra el bloqueo de Israel a la ayuda humanitaria que se envía a Gaza, sobre todo de la Unión Europea, y con los colonos israelíes en Cisjordania. “Se utiliza el hambre como método de guerra“, asegura Bruselas. También arremete contra las limitaciones que sufren los palestinos en el acceso a la medicina o a la atención sanitaria. Además, según las mismas entidades, el ejército israelí ha atacado de forma reiterada a periodistas, centros sanitarios y denuncia que el 44% de los fallecidos en ataques de edificios israelíes en Gaza eran niños.
*Gerard Fageda, periodista.
Artículo publicado originalmente en Público.
Foto de portada: Kaja Kallas, jefa de la diplomacia europea, durante el Consejo de Asuntos Exteriores europeo, en Bélgica, a 23 de junio de 2025.EFE