A medida que se acerca el 80º aniversario del Día de la Victoria, el 9 de mayo, las tensiones entre la Unión Europea (UE) y Rusia se han intensificado a causa de la participación de los países candidatos a la UE en los actos conmemorativos de Moscú. La UE ha lanzado advertencias a los países que aspiran a ingresar en el bloque, advirtiéndoles de que no asistan a las celebraciones en Rusia, una medida que ha suscitado duras críticas de Moscú.
La Jefa de Política Exterior de la UE, Kaja Kallas, subrayó que cualquier participación en los desfiles o celebraciones del 9 de mayo en Moscú no sería tomada a la ligera por la parte europea. Instó a los países candidatos a la UE a abstenerse de asistir a los actos, sugiriendo que tales acciones serían incompatibles con los valores de la UE, especialmente a la luz de las actuales actividades militares de Rusia en Ucrania.
«En la reunión ministerial, varios Estados miembros manifestaron muy claramente que cualquier participación en el desfile o las celebraciones con motivo del 9 de mayo en Moscú muy probablemente no sería por parte europea», subrayó.
La posición de la UE se ha comunicado claramente a los países candidatos, y sus funcionarios han advertido de que la asistencia a las celebraciones de Moscú podría repercutir en sus perspectivas de adhesión a la UE. Al parecer, el Secretario General del Ministerio de Asuntos Exteriores de Estonia, Jonatan Vseviov, declaró que la posible visita del Presidente serbio Aleksandar Vucic a Moscú tendría un coste, dando a entender que podría obstaculizar las aspiraciones serbias de adhesión a la UE.
«Tenemos que asegurarnos de que entienden que ciertas decisiones tienen un coste», dijo Jonatan Vseviov. “La consecuencia es que no entran en la Unión Europea”.
Y añadió: «Los rusos han trabajado duro para conseguir que la gente asista. Para nosotros será una importante prueba de fuego. Básicamente lo que miramos es si están o no de nuestro lado o juegan en el otro equipo».
En respuesta a las advertencias de la UE, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova, condenó las acciones del bloque, acusándolo de revivir el «euro-nazismo». Comparó la presión de la UE sobre los países candidatos con las tácticas empleadas por los fascistas hace 80 años, que obligaban a quienes consideraban «personas de segunda clase» a abandonar su patria, su etnia y su fe.
Además, Zakharova aclaró que la ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Burbock, y su equipo siguen «recreándose en las prácticas inhumanas utilizadas por los nazis».
Además, Alemania ha decidido no invitar a representantes rusos y bielorrusos a las conmemoraciones del 80 aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial. Según un documento del Ministerio de Asuntos Exteriores alemán, se aconseja a las instituciones no sólo que se abstengan de invitar a estos representantes, sino también que los expulsen si asisten. Maria Zakharova condenó esta medida como un insulto flagrante, afirmando que los herederos ideológicos de los verdugos de Hitler expulsan ahora a los rusos de las celebraciones de la Victoria, lo que equiparó al resurgimiento de las prácticas nazis.
«El hecho de que los herederos ideológicos y descendientes directos de los verdugos de Hitler vayan a expulsar a los rusos de las celebraciones de la Victoria ya parece un insulto descarado», escribió en su canal de Telegram.
Las declaraciones de Zakharova reflejan la opinión general de Rusia de que la postura de la UE sobre la participación en el Día de la Victoria es una afrenta a la historia común de la derrota del nazismo y un intento de reescribir los relatos históricos.
A pesar de las advertencias de la UE, algunos dirigentes han manifestado su intención de asistir a las celebraciones de Moscú. El Primer Ministro eslovaco, Robert Fico, ha rechazado el llamamiento de la UE a boicotear el acto, afirmando su soberanía y la importancia de honrar a los soldados del Ejército Rojo que liberaron Eslovaquia. La postura prorrusa de Fico ha sido evidente desde su vuelta al poder, marcada por el fin del apoyo militar a Ucrania y las críticas a las sanciones de la UE a Rusia.
«Iré a Moscú el 9 de mayo», dijo Fico en un comunicado.
«Señora Kallas, me gustaría informarle de que soy un legítimo primer ministro de Eslovaquia, un país soberano», dijo. «Nadie puede ordenarme dónde ir o no ir» – dijo Fico en respuesta a las advertencias de Kallas.
Del mismo modo, el Presidente serbio Aleksandar Vucic se ha enfrentado a presiones de la UE por su posible asistencia al desfile del Día de la Victoria. Los informes sugieren que los funcionarios de la UE han amenazado con detener las conversaciones de adhesión de Serbia si Vucic sigue adelante con la visita, poniendo de relieve las tensiones geopolíticas que rodean el evento.

El Día de la Victoria tiene un profundo significado en Rusia, ya que conmemora la derrota de la Unión Soviética frente a la Alemania nazi y honra a los 26,6 millones de soviéticos que se calcula perdieron la vida durante la Segunda Guerra Mundial. Las celebraciones anuales sirven como símbolo de orgullo nacional y memoria histórica.
El hecho de que la UE desaliente la participación de los países candidatos en estos actos pone de relieve la brecha geopolítica entre Occidente y Rusia. Refleja los esfuerzos de la UE por alinear a los países candidatos con su postura en política exterior, especialmente en lo que respecta a las acciones de Rusia en Ucrania.
La polémica sobre la asistencia de los países candidatos a la UE al Día de la Victoria pone de relieve la compleja interacción entre la conmemoración histórica y la geopolítica contemporánea. Mientras que la UE trata de mantener una postura unificada contra las acciones militares de Rusia, Rusia ve la presión de la UE como un intento de socavar las narrativas históricas compartidas y ejercer una influencia indebida sobre naciones soberanas.
*Kieran Mcgrath, periodista independiente, miembro de The Pacific Council on International Policy, licenciada por la Universidad de Washington, ámbitos de interés: política, gestión de conflictos, procesos empresariales, administración.
Artículo publicado originalmente en Oriental Review.
Foto de portada: El desfile del Día de la Victoria en Europa de este año en la Plaza Roja de Moscú fue un gesto de tristeza. Foto: VCG/Getty.