África Guerras Híbridas

La UA, Putin, la guerra y la inseguridad alimentaria en África

Escrito Por Beto Cremonte

Por Beto Cremonte*-
La operación militar que lleva adelante Rusia en territorio ucraniano, desde febrero último, ha movido el mapa geoestratégico global. Alianzas, negociaciones, sanciones, condenas y apoyos, a unos u otros. Al sufrimiento de una guerra se le agrega la crisis alimentaria para África,

En este contexto se juega mucho más que los intereses rusos que ven peligrar sus fronteras ante las amenazas de la instalación de bases de la OTAN en territorio ucraniano. Tampoco es solo la defensa de Ucrania ante la incursión del ejército ruso. Ni siquiera el fuego mediático cruzado de declaraciones y amenazas diarias entre los gobiernos que participan directamente en el conflicto a los que, además se les suman la Unión Europea, EE.UU, China y también, por qué no, África. En este sentido, el continente africano, divide aguas.

Si, a pesar de las condenas públicas a la guerra, muchos países de la Unión Africana eligieron la neutralidad. Basándose en los principios de la Carta Fundacional del organismo en la que expresamente se detalla el no intervencionismo ni la participación en conflictos ajenos al continente, la Unión Africana se ha despegado incluso de muchos países miembro que se han expresado acorde a los intereses y presiones de EE.UU, la UE o la ONU.

Unión Africana, Rusia y las sanciones

Macky Sall, presidente de Senegal y máxima autoridad del organismo continental ya había expresado su posición con respecto a las sanciones comerciales impuestas a Rusia. La Unión Africana además ve como las economías africanas se deterioran con la excusa de la guerra y aquellas naciones que dependen de las importaciones de materias primas rusas o ucranianas para alimentar o poner en marcha las industrias de sus pueblos, hoy atraviesan grandes problemas de escasez y abastecimiento esencial para girar la rueda comercial local.

En las semanas anteriores Sall había anunciado la intención de reunirse con su par ruso al igual que con el máximo mandatario de Ucrania, Volodímir Zelenski.

Finalmente el alto funcionario de la Unión Africana se reunió el viernes con el presidente ruso Vladimir Putin para discutir la guerra en Ucrania y sus efectos en África. En el temario principal del encuentro estuvo presente el tema del corte en las exportaciones de granos y su directa relación con el aumento de la inseguridad alimentaria en muchos países africanos, dejando a millones de africanos hambrientos. Sin dudas la guerra ha empeorado aún más las economías africana que ya venían golpeadas por la propia realidad. Muchos países empobrecidos por el expolio permanente al que son sometidos por las potencias coloniales o “neocoloniales” que aún los mantienen oprimidos de acuerdo a sus necesidades e intereses. También, otros países transitan una de las mayores sequias en los últimos años y dependen de los granos del este europea para reemplazar la escasa producción local.

En este contexto el presidente senegalés, Macky Sall, se reunió el viernes con el presidente ruso, Vladimir Putin, en la ciudad rusa de Sochi para hablar sobre la guerra en Ucrania y el efecto que está teniendo sobre los 1.300 millones de habitantes de África.

Imagen Ilustrativa/ Empleados agrícolas esparcen fertilizantes en una finca en Gerdau, Sudáfrica.Jerome Delay / AP

Importaciones y sanciones

Antes de la guerra, el continente africano importaba anualmente alrededor de 30 millones de toneladas de trigo y maíz de Rusia y Ucrania. La guerra ha reducido considerablemente las exportaciones y ha provocado un aumento global de los precios de los alimentos y los combustibles. A nivel mundial día a día se conocen los avatares que enfrentan los países que dependen de los productos mencionados.

En la reunión, Sall instó a Putin a ser consciente de que los países africanos son «víctimas» del conflicto de Ucrania, Dijo que los suministros de alimentos deberían estar «fuera» de las sanciones occidentales impuestas a Moscú por Ucrania. La posición africana ante las sanciones a Rusia gira en torno a los intereses locales. Los países africanos importaron unos 4 mil millones de dólares en productos agrícolas de Rusia en 2020, por ejemplo. Aproximadamente el 90 % de esas importaciones eran trigo y un 6 % aceite de girasol. Los principales países importadores fueron Egipto, con casi la mitad del total de importaciones, seguido de Sudán, Nigeria, Tanzania, Argelia, Kenia y Sudáfrica.

Con respecto al otro país en cuestión podemos afirmar que, Ucrania exportó 2.900 millones de dólares en productos agrícolas al continente africano en el mismo periodo. El 48 % era trigo, el 31 % maíz, y el resto incluye aceite de girasol, cebada y soja. En 2020, las exportaciones de aceite de girasol de Ucrania representaron un 40 % de las exportaciones globales, mientras que las de Rusia fueron un 18 %.

La Federación de Rusia y Ucrania desempeñan un papel importante en la producción y el suministro de alimentos a nivel mundial así como de fertilizantes.

El plan del BAD ante la crisis alimentaria

El presidente del Banco Africano de Desarrollo (BAD), Akinwumi Adesina, asegura que el aumento de los precios del petróleo causado por la guerra también está perjudicando la economía de África. Aún a aquellos países que son productores del “oro negro”, ya que ven como sus infraestructuras no les estarían permitiendo redituar de acuerdo a la riqueza subterránea que poseen y sin embargo ven como en los barcos petroleros de firmas multinacionales se esfuman los esfuerzos y el trabajo e muchos africanos cada vez más empobrecidos más allá de ser poseedores de la riqueza.

El funcionario del BAD con respecto al aumento de los precios del petróleo y la energía, dijo  a los medios keniatas: «los precios de la energía se han disparado, por supuesto, lo que beneficia a todos los países exportadores, pero por ejemplo, Kenia, gastas mucho dinero importando combustible». Además Adesina agregó que «Entonces, el combustible hizo sufrir a los países importadores como resultado de lo que tiende a desacelerar el crecimiento económico».

También y en consonancia con la postura de Macky Sall, el presidente del BAD lamentó el bloqueo ruso de barcos en el Mar Negro, que está reteniendo millones de toneladas de granos ucranianos destinados a otros países, incluidos algunos de África. Pero así mismo reconoció que la actitud del Kremlin es en respuesta al asedio comercial y económico del que está siendo sujeto. Cabe mencionar que el Banco de Desarrollo de África autorizó recientemente un programa de 1.500 millones de dólares para garantizar que África produzca suficientes alimentos para alimentar a sus ciudadanos. El grupo bancario dijo que el dinero beneficiaría a 20 millones de agricultores africanos buscando de esta manera que África dependa menos de países externos para el suministro de alimentos.

De cara al futuro la apuesta del BAD es más que interesante, los interrogantes surgen en si el programa se podrá sostener en el tiempo y si esa sustentabilidad primaria será la retroalimentación necesaria para lograr un circulo virtuoso en la producción de materias primas y alimentos que sustenten a la toda la población africana. África tiene el 65 % de toda la tierra cultivable que queda en el mundo. Entonces, lo que África haga con la agricultura determinará el futuro de los alimentos en el mundo.

Pero por lo pronto parece ser que el camino tomado por la UA es el indicado, teniendo en cuenta que los dos mayores productores de trigo el mundo, más allá del conflicto bélico en el que están sumergidos, son los proveedores de las fuentes alimenticias de muchas familias a lo largo y ancho de África.

Tras la reunión, Macky Sall publicó en su cuenta de Twitter un mensaje donde aseguraba que “el presidente Putin me ha expresado su intención de facilitar las exportaciones de grano Ucraniano”, antes de dirigirse a las potencias aliadas: “hago un llamamiento a todos los socios para que levanten las sanciones contra el trigo y los fertilizantes”.

De esta manera queda abierto el juego a que se tengan en cuenta los pedidos realizados y los esfuerzos comprometidos para lograr, por un lado una mediación en el conflicto y por otro, quizás el más importante para África, la liberación y el levantamiento a las sanciones a las exportaciones rusas.

La moneda está en el aire, ambos mandatarios han elegido el mismo lado, occidente el contrario.

*Beto Cremonte es periodista, Comunicador Social y docente en la Facultad de Comunicación Social de La Plata (U.N.L.P), estudiante avanzado de la Tecnicatura Universitaria en Comunicación Pública y Política de la Universidad Nacional de La Plata (U.N.L.P)

Acerca del autor

Beto Cremonte

Docente, profesor de Comunicación social y periodismo, egresado de la Unlp, Licenciado en Comunicación social, Unlp, estudiante avanzado en la Tecnicatura superior universitaria de Comunicación pública y política. FPyCS Unlp