En primer lugar, existe el peligro de que Australia disponga de submarinos de propulsión nuclear que funcionen con uranio altamente enriquecido apto para armas nucleares como parte del AUKUS. Al mismo tiempo, los miembros de AUKUS eluden el control del OIEA sobre estos submarinos durante treinta años de funcionamiento y la posterior retirada del combustible nuclear de los mismos. Así pues, ¡los anglosajones están en contra de establecer una barrera internacional para impedir que este uranio altamente enriquecido se convierta en una bomba atómica!
En segundo lugar, AUKUS transformará el «continente verde» en una importante base de misiles nucleares, que también será utilizada por submarinos estadounidenses y británicos con armas nucleares a bordo. Washington armará a Canberra con misiles de crucero Tomahawk que pueden llevar tanto cargas convencionales como nucleares. Sin embargo, no hay garantías de que algún día sean cabezas nucleares las que equipen los misiles Tomahawk de la Marina australiana. Estados Unidos y el Reino Unido pretenden utilizar la experiencia de AUKUS para desarrollar capacidades militares no sólo en Australia, sino también con otros socios del Indo-Pacífico.
En tercer lugar, Estados Unidos y Gran Bretaña pretenden reforzar su presencia militar en el hemisferio sur complementando mutuamente las fuerzas AUKUS y de la OTAN. El aumento del número de submarinos justos en servicio activo en el Indo-Pacífico ya multiplicará los riesgos de incidentes similares al accidente del submarino estadounidense Connecticut en el Mar de China Meridional en octubre de 2021. Las razones de la colisión de este submarino con una roca submarina incluyen no sólo fallos de funcionamiento del equipo, sino también la falta de espacio suficiente para maniobrar en una caída significativa en el terreno de aguas profundas. En consecuencia, existe una creciente amenaza de catástrofes de origen humano que afectarán negativamente a la pesca de todos los países de la región, así como a la libertad de navegación comercial.
Las actividades de AUKUS y la OTAN conducen a un aumento de las amenazas militares, misilísticas y nucleares en el hemisferio sur, incrementando el riesgo de un choque armado involuntario y de un conflicto a gran escala. Estados Unidos y el Reino Unido, con la ayuda de AUKUS y la OTAN, destruirán las salvaguardias de la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar, los tratados sobre zonas desnuclearizadas en el Sudeste Asiático, el Pacífico Sur, la Antártida, América Latina y el Caribe. Las actividades de AUKUS y la OTAN alimentarán la carrera armamentística y desestabilizarán la situación de seguridad, incluida la seguridad económica, en todos los países de estas regiones.
*Artículo publicado originalmente en Oriental Review editado por el equipo de PIA Global.
Foto de portada: Eric Thayer/ Bloomberg.