Silvia Gamarra: Muy bien, abrimos la rueda de preguntas y va preguntar María Isabel.
María Isabel Molla: Ante todo muy buenas noches, Martín, Silvina y el doctor Gabriel Merino gran compañero, realmente estoy impactada por esta clase de geopolítica increíble, he tomado nota de todo lo que me ha sido posible.
La pregunta para el compañero Gabriel es la siguiente:-En esta enorme globalización cibernética y de virtualización ¿Cómo quedamos nosotros acá en Latinoamérica con este desfasaje tan grande que hay?
Sobre todo en las personas más humildes, que hoy por hoy, ni si quiera, bueno, el macrismo nos sacó las computadoras de los niños con las cuales han estudiado la mayoría, eran todas las clases virtuales y era la única posibilidad en pandemia de no perder el año lectivo.
¿Como quedan las personas más humildes que ahora Cristina les ha dado o les ha devuelto Conectar Igualdad, las computadoras, pero que en muchos casos no tienen internet.
¿Cómo quedamos ante el mundo, cómo estamos ubicados en este desfasaje tan grande que hay, Gabriel?
Gabriel Merino: Bueno, María Isabel, gran pregunta.
Es una de las cuestiones claves, a nosotros nos impactó de lleno la pandemia en el mundo, profundizar todas las desigualdades y una de las desigualdades son la brecha digital.
Así como la desigualdad de ingreso, los problemas de pobreza… yo veía unos números para graficar esto:
En América Latina mientras los multimillonarios crecieron en su riqueza, algo así como más del 20%, bueno los tengo ahí anotados los números, aumentaron exponencialmente su fortuna creo que en 57 mil millones de dólares más, por otro lado tenemos un aumento fenomenal de la pobreza y el desempleo.
Somos sociedades en las que se aumentó un montón la desigualdad y con eso la brecha digital.
El tema es que, a nosotros, tuvimos el problema de que nos agarró sin haber podido avanzar y consolidar una estructura continental.
Nos agarró un ciclo de comodities negativos, baja de materias primas post 2013, 2014, que te obliga ir para atrás, te imponen las famosas restricciones externas.
Tenés pocos dólares o pocas divisas para los procesos industriales, porque no tenés una industria competitiva y no la vas a poder tener si no tenés una estructura más continental, por más de que hizo mucho esfuerzo en términos de impulsar la industrialización, la sustitución de importaciones, pero, bueno, sigue siendo una industria dependiente que, por cada punto de crecimiento de la industria, te crecía tres puntos las importaciones, entonces ahí llega un momento que es cuando te agarra el bajón de los comodities.
Vos podés ir a un reordenamiento desde un proyecto nacional y popular o a lo que fuiste, porque cuando te agarra eso, con esos ciclos negativos como el ciclo negativo en el que todavía estamos, o hacia el ajuste neoliberal que es lo que nos agarró, entonces eso es un gran problema.
El salario en dólares bajó a menos de la mitad, el salario mínimo retrocedió un montón, y volviste a tocar a cuenta de una transformación estructural de Argentina post 76, a casi el 50% de pobreza.
Es cierto que si uno lo mide como lo mide los chilenos es 30% de pobreza, no tengo el número claro, pero es menos, porque nosotros ponemos como una canasta, un poco más digna de la pobreza, porque tiene que ver con la cultura, la tradición nacional pero no deja de ser igual de alarmante para Argentina.
Volvimos con los problemas de empleo y todo lo que ya sabemos, y el gran tema, insisto en que, en esa situación, donde además se había quemado el crédito externo para garantizar la fuga de capitales y la bicicleta financiera, primero se transforma o garantiza la bicicleta financiera con los dólares suficientes para la fuga y después cuando no se garantizó eso con los dólares del mercado privado se garantizó con los dólares del FMI.
Se le hizo el salvataje a los privados.
Entonces quedaste con eso totalmente para atrás y endeudado.
Sobre esa marcha se conformó una Coalición, se rearticuló el antineoliberalismo o el proyecto nacional.
Pero sin tanta claridad sobre el rumbo nuestro si no más claridad sobre el contra quién y contra qué sacar al macrismo con esa urgencia.
Con lo cual las herramientas eran pocas, por lo tanto la situación es grave, no podemos mentirnos a nosotros mismos, la situación en el sentido
de que uno pudo palear con el IFE, con instrumentos desde el Estado pero toda esta situación económica complicada también se intentó desde el sistema educativo generando cierta respuesta y un esfuerzo heroico de docentes y de responsables institucionales para tratar de garantizar cierta escolaridad.
Hubo un esfuerzo enorme pero hay cosas estructurales que te pesan, así como hay cosas estructurales que tenemos que fueron positivas.
El hecho de tener cierto grado de desarrollo en la industria farmacéutica y cierto desarrollo científico tecnológico, nos permite hoy, producir vacunas en Argentina que en otro país no lo pueden hacer.
Eso tiene que ver con ciertas capacidades que se heredaron.
Con lo cual el desafío es enorme, nos dejaron una situación con algunos rasgos del 2001/2002 quizás, en algunos aspectos no tan grave, porque lo que había dejado «de piso» el proceso de 2003-2015, pero en otros aspectos sí es muy complicado.
Con lo cual la tarea de reconstrucción es, insisto, muy importante.
Lo que pasa es que ahí lo que nosotros tenemos que ver y terminar de definir cuál es el rumbo para resolver esto.
Un ejemplo ¿Alcanza con proteger la industria local para que puedan surgir algunas importaciones?
Eso es importante, en parte, es un buen parche, pero necesitamos otro tipo de iniciativa, necesitamos otro tipo de soluciones productivas estructurales.
¿Alcanza con el IFE o necesitamos un plan, un tremendo plan de infraestructura de obra pública para generan un millón de puestos de trabajo?
Para eso hay que dar una pelea por ciertos excedentes, por cierta masa de riqueza que los financie así como el impuesto extraordinario al patrimonio.
Necesitamos una reforma tributaria urgente que descargue impuestos sobre la estructura de producción de trabajo y cargue más impuestos sobre aspectos patrimoniales.
Hasta el FMI dice eso, pero yo creo que estamos ahí, la situación tiene claroscuros, es dramática en algunos aspectos, pero por otro lado es positiva, en el sentido de que uno puede dar la pelea y se pudo resolver ciertas cuestiones que tiene ciertas capacidades nacionales, populares, estatales, científicas, tecnológicas, productivas que están ahí.
Pueden dinamizar rápidamente y en algunos casos sean dinamizados, hay algunos rebotes de la industria vuelva a crecer que tenemos, y bueno estamos ahí.
Hoy la sensación es dramática, en el caso de la escolaridad, esa brecha, esa desigualdad ese problema y nosotros ahora tenemos que ver como planificamos el esfuerzo para que la escolaridad perdida, para que los contenidos perdidos y todo lo que no se pudo cumplir, bueno lo tengamos que compensar.
Pero no podemos nosotros regalar un año de escolaridad en algunos sectores que no pudimos llegar, que no se pudo resolver bien.
Eso es una deuda, una tarea pendiente.
María Isabel Molla: Muchas gracias, muy interesante doctor, muy interesante su explicación.
Silvia Gamarra: Va a preguntar Marcelo Abadie.
Marcelo Abadie: Hola, qué tal. Compañeros como les va, buenas noches, desde Misiones, de Puerto Iguazú le pregunto al Licenciado Gabriel Merino, cuando habla así, y escucho sobre geopolítica, sobre la situación argentina en relación con el mundo, me pregunto ¿qué lugar ocupamos en Latinoamérica?
Tengo una canción que me retumba, una canción que dice «salud dinero y amor», en los Estados sería «salud dinero y educación»…
¿Cómo podríamos generar -en esta situación – a mi me parece que esta situación es una gran oportunidad, sí pudieramos tomar esta oportunidad, que genera el coronavirus -a nivel mundial-, tenemos los recursos, tenemos la educación, tenemos la salud, en la Argentina, son tres valores dentro del Estado con los que podemos generar en Latinoamérica, un liderazgo?
Gabriel Merino: Poder, podemos. Condiciones hay. Hay cuatro o cinco condiciones interesantes para aprovechar.
Lo que pasa es que, también hay muchos desafíos, pero en este mundo multipolar el hecho de que nuestros principales socios comerciales no sean justamente los países con los que se pueden generar cierta simetría y dependencia, (una simetría de poder), el hecho de que emerja una figura como el Papa Francisco y la iglesia católica que también con toda la influencia que tiene esa institución y que, de alguna manera empuja la idea de un bloque regional, cierto liderazgo, y una militancia clara contra el proyecto financiero neoliberal, a favor de los cambios de modelos y los procesos populares.
El hecho de que justamente esta crisis económica, esta situación, obture esa salida de la periferia al estilo desarrollo – subdesarrollo, «vendo un poco de materia prima y con eso soluciono una cosa y adopto un recetario de Washington», eso ya no funciona.
Entonces o hacés otra cosa o vas para atrás y ese es el problema conque se enfrentaron, de hecho, Bolsonaro y Macri, que quisieron implementar ese programa y fueron para atrás, se les vino encima y en contra, también, en lo político.
Marcelo Abadie: Disculpá, yo leí a propósito de esta pregunta que tiene un fundamento porque leí tu artículo sobre que América Latina quedará castigada por el coronavirus. Eso lo dijiste en abril, y dijiste mas o menos algo muy parecido a lo que acabaste de mostrar hoy sobre estos polos de poder como combaten entre sí y nosotros estamos en el medio.
Gabriel Merino: Sí, a ver, también hubo un piso de transformaciones de procesos que se dieron en la década pasada, generó cierto piso de demandas.
El castigo o el golpe del coronavirus fue fuerte, así como para China fue positivo vamos a decir, en Occidente y América Latina fue muy negativo.
Un problema fundamental de occidente y América Latina que se sigue pensando como occidente de sus élites aunque los mismos occidentales rechacen que nosotros seamos de Occidente, porque nosotros somos Latinoamérica, ustedes no son occidente diría Haddington, pero nuestras élites coloniales siguen tratando de ser.
Una de las ideas, yo creo que fue también, y sobre la cual podemos hacer crisis, es para poder definir este rumbo y yo no veo que hagamos crisis sobre eso y de hecho veo todavía funciones del gobierno, en nuestro gobierno, que dicen bueno la salida está o miran para el combate de la pandemia… no porque Europa hizo esto, y Europa es un desastre, porque justamente tuvo un límite fundamental.
El neoliberalismo exacerbó el individualismo, lo exacerbó hasta tal punto que planteó en un nuevo irracionalismo total, la idea de que no existe la sociedad.
Esto lo decía Margaret Thatcher, existe Pedro, Juan, María, existen individuos no existe la sociedad.
Eso fue todo un salto cualitativo porque para el liberalismo si bien tiene un punto de partida ficcional que es el individuo, es el individuo que hace contratos, entonces construye la sociedad a partir de contratos.
Lo cual niega la idea de comunidad y de cómo se construyen los colectivos en términos reales pero por lo menos construye una idea de sociedad, de obligaciones, de idea de lo colectivo.
El neoliberalismo destruyó eso, y cuando a vos se te viene una guerra, una pandemia, algo que conmociona a la sociedad y la única respuesta es colectiva y vos la tenés que organizar y dar una respuesta desde la comunidad y eso es a través de una organización, la organización política, estatal.
En este caso necesitás hacer eso, pero, por otro lado, tenés una imposibilidad de organizar la comunidad, porque tenés un ultra individualismo.
Ahí tenés una contradicción y es lo que le pasó a Occidente, por un lado, pero también, nosotros sufrimos doblemente porque ni si quiera tenemos la capacidad o cierta capacidad material para dar respuesta, porque, de última Estados Unidos, después te arma la vacuna, porque
tiene capacidades materiales para enfrentar eso procesos, por lo tanto nosotros tenemos esas condiciones pero, también, hemos recibido este golpe o lo que comentaba en función de la propia compañera, que la brecha digital fue clave y eso se tradujo en la cuestión educativa.
Nuestra caída en la economía también fue clave, porque no pudimos hacer el camino de Asia Pacífico que fue el que mostró otro modelo de desarrollo, que no tuvo prácticamente muertes, que creció muchísimo durante la pandemia, que pudo dar respuestas colectivas tremendamente
importantes, pero no sólo en China también en Vietnam o también en Taiwán, incluso con modelos distintos.
Lo que hay ahí es otra sociedad y creo que tiene que ver con algo de lo que charlamos anteriormente, no para tirarle rosas, para decir bueno este es el modelo, pero miremos que ahí está pasando otra cosa y que nosotros no sigamos lo que está en declive, no imitemos lo que está en declive.
No sólo de forma conservadora sino tampoco de forma progresista.
Entonces me parece que ahí nosotros estamos en esa encrucijada porque justamente la encrucijada también dice y nos dice a nosotros mismos que hay otros paradigmas, y que nosotros tenemos que construir otro paradigma y que tenemos que construirlo como Latinoamérica, culturalmente, reforzarnos desde ahí.
Ahora bien, por eso digo, nosotros tenemos ciertas condiciones para avanzar, hay una coyuntura que puede ser propicia para estas tareas pero por otro lado tenemos todos estos obstáculos y todos estos desafíos y todos estos problemas, es las dos cosas a la vez.
Poder, podemos en tanto exista sujeto para desarrollar transformaciones.
Es inentendible.
China, sin entender -y por eso hice la introducción en ese sentido- sin entender la revolución nacional y social del 49, para recomponer y reconstruir el poder nacional, para reconstruir su industria, sus capacidades en materia de salud y educación.
El relato neoliberal dice “No, China lo que pasa era que estaba en la miseria, vino a finales de los 70 un personaje que se llamaba Ben Deng Xiaoping, hizo reformas neoliberales, les permitió a las empresas extranjeras que se desarrollaran ahí y se desarrolló.”
Eso es un mito, es un relato completamente falso de cómo fue la evolución y el desarrollo de China.
En China lo que hubo, como hubieron también otros procesos -incluso en nuestros propios procesos- (pero a veces estamos con otros ejemplos para que se entiendan algunos puntos) pero hubo un proceso de revolución nacional y social, de hecho, en la etapa maoísta China crece durante 30 años al 6% anual, entre el 49 y el 78, mejoró su alfabetización, educación, su salud y sus capacidades estratégicas militares.
Después Deng Xiaoping hizo reformas pero bajo el modelo chino, nunca adoptó el modelo neoliberal.
La reformas de mercado no fueron reformas capitalistas neoliberales, por ejemplo, la agricultura le permitió al campesino privado explotar la tierra, pero la propiedad de la tierra sigue siendo colectiva, estatal.
Por ejemplo, hizo algunas privatizaciones pero sobretodo lo que hizo fue fortalecer a las empresas estratégicas estatales, reconfigurarlas, fortalecerlas, aumentar su eficiencia para no perder esa capacidad estatal.
Nosotros regalamos todas las empresas estatales, los chinos lo que hicieron fue reconvertirlas para que sean más competitivas y para que estén en el corazón de un proyecto productivo nacional.
Hizo una revolución científica y entre otras cosas mandó un montón de gente a estudiar afuera, financió a gente a estudiar afuera pero para que después vuelvan y vuelquen sus conocimientos al desarrollo estatal, no como nosotros que financiamos cosa que después… liberalismo absoluto.
Tenemos ese problema, porque sirve un poco mirar eso que también tiene que ver con otros modelos que hay que readaptarlos al siglo XXI pero son parte de nuestra historia como por ejemplo la idea o la clave de en ciertas ramas fundamentales del Estado empresario, incluso con ejemplos presentes.
Si el Estado no hubiese recuperado YPF hoy tendríamos muchos problemas bastante más graves en materias energéticas, nuestro déficit energético sería mayor y no hubiésemos recuperado volver a aumentar la producción de hidrocarburos o el desarrollo científico tecnológico a la explotación de hidrocarburos, eso es un ejemplo.
Pero bueno, por eso insisto, creo que hay mucho para debatir incluso dentro de lo que considera progresismo, campo nacional y popular, qué rumbo construimos para salir de esta encrucijada, para aprovechar esta oportunidad que vos decías Marcelo, bueno, creo que querés claridad y sinceridad con nosotros mismos, en muchos aspectos.
A ver, nosotros necesitamos 25% de inversión anual mínimo para desarrollar nuestras cosas productivas, si vos rechazás a los neoliberales, bueno a estos tenés que entregarle todo para que te inviertan y es más, ahora, ni si quiera invierten, porque estas fuerzas globalistas ni si quiera invierten.
¿Cómo vas a garantizar el 25%, quién va invertir eso, de dónde vas a sacar ese excedente?
Porque si no lo hacés, es mentira que va funcionar la cosa.
No va funcionar.
Tener que invertir eso, vas a necesitar poner 2% del PBI en Ciencia y Tecnología.
No hay país que se desarrolle sin poner el 2% en Ciencia y Tecnología, es más, China pasó del 0,5 de inversión del PBI en Ciencia y Tecnología al 2,1%, 2,2 % uno de las grandes claves del salto de China post siglo XXI fué el desarrollo de la tecnología.
¿De dónde vamos a sacar esto, porque esto hay que hacerlo y si no lo hacemos no se resuelve, pero tenemos una historia, tenemos con qué, creo que tenemos cierto piso y tenemos aparte, los problemas que son demasiado evidentes como para hacernos cargo de darle una respuesta, una solución a eso, realista sin mentirnos a nosotros mismos.
Silvia Gamarra: Va preguntar Víctor Schajovitsch.
Víctor Schajovitsch: Hola qué tal, buenas noches. Dos cositas, son muchas pero con dos me alcanza.
¿Cómo se establecen las relaciones laborales en China entre las empresas y los trabajadores?
¿Existen las condiciones de trabajo?
¿Se discuten, el salario, la relación con el que le paga el sueldo, digamos?
¿Existe el salario?
¿Cómo se establece eso, en qué condiciones lo hacen?
¿Existe la posibilidad del reclamo público, existen los sindicatos?
No tengo claro como se establece porque es clave en el desarrollo, depende del salario que pagues, no solamente depende esto pero digamos el salario es un factor determinante del desarrollo por dos razones, un poco, porque el costo del salario incide en el costo del producto y por otro lado, el consumidor, en China, básicamente se desarrolla a partir de una integración vertical, o sea, estamos frente a un mercado que totalmente fabrica desde el principio hasta el final su producto sin necesidad de ir buscar elementos al extranjero, entonces eso le permite tener esa integración vertical y ahí es donde está el tema de cómo resuelven esa ecuación.
Nosotros no podríamos insertarnos en ese mundo porque tendríamos que ir a comprar insumos extranjeros y el desarrollo de Argentina tiene que ver con esto, nuestra incapacidad de poder fabricar los dólares, aunque no es verdad que no fabriquemos los dólares, lo que pasa es que los que fabricamos son semillas de soja que se los llevan otros, no se integran al crecimiento del Estado, de tal manera que podamos utilizar eso para poder crecer en producción.
Así que bueno, hasta ahí llegamos, después tengo otras cosas más pero para no hacerlo muy largo.
Gabriel Merino:- Bueno Víctor, sí, son varias cuestiones claves.
Uno acerca del modelo chino que es muy heterogéneo.
En China vos tenés mucho conflictos laborales por un lado, hay una idea de que no, en China hay una suerte de disciplina partidaria robotizada y no, hay tremendos conflictos laborales.
De hecho, las masas campesinas -que también se urbanizaron en China – vienen de tradiciones revolucionarias profundas, no es que eso se olvida, entonces hay muchas tensiones encima.
Parte del cambio del modelo post 2008, aunque ya a partir de Hu Jintao en la primera década del siglo XXI, venía con un cambio de modelo
con Xi Jinping, que esto de más consumo interno, mejorar los sistema de salud y el sistema de pensión, la triplicación de los salarios, todo eso tuvo mucho que ver con el desarrollo del Partido Comunista y la neo izquierda maoísta que, en su momento, encabezó Bo Xilaoi, creo que después, de alguna manera se metió Xi Jinping, que expresó muchas de las protestas y del desarrollo campesino y también del desarrollo con armonía del medio ambiente, por tanto impulsar la transición energética.
El fue parte de una interna contra lo que era el sector de Jiang Zemin que era el que lo agarró en los 90 y estaba más a la derecha, más conservador, o más productivista, digamos, y más esta idea del modelo exportador de mantener salarios bajos.
Por otro lado, tampoco tiene un régimen laboral como el nuestro, como el argentino, menos, como en nuestra edad de oro, primero porque parten por un ingreso per cápita muy bajo China, mientras nosotros teníamos un ingreso per cápita durante el peronismo, similar a países europeos o incluso superior, el ingreso per cápita a nivel centro, más allá después de cómo se distribuya eso, incluso antes del peronismo bajo el régimen oligárquico había una factoría agroexportadora exitosa, porque había poca gente y mucha tierra, por más que después tenías miseria en el conurbano, pero tenías un ingreso per cápita alto.
Y China, en cambio, estamos hablando que recién ahora, en este apogeo China tiene un ingreso per cápita como el de Argentina, recién ahora.
China tenía un ingreso per cápita 20 veces menor que el de Argentina, entonces cuando vos tenés ese ingreso también las condiciones generales de trabajo y de competitividad son menores, porque también -nosotros lo vemos-, muchas veces hablamos de derechos laborales, pero hoy por hoy, solo alcanzan al 50% de los trabajadores.
Nuestro modelo o lo que quedó de él, más integrado adentro con derechos, es el 50% de la fuerza de trabajo, el otro 50% lo tenemos más en la ecuación bien salvaje, del capitalismo salvaje, informal, sin obra social, sin garantía alguna en pleno régimen flexible, de super explotación.
Aparte, lo ves hasta incluso en los contrastes territoriales, puede ser el centro de Buenos Aires o Capital Federal y lo que es en relación a eso, Berisso, de donde vengo yo, u otros pueblos del conurbano o una provincia argentina, entonces digo también -porque eso está y hay que ver con qué miramos China- que China viene de muy atrás.
Después, China, lo que supo resolver también, es que muchas empresas, muy exitosas son de propiedad de los trabajadores, aunque bajo regímenes de laburo infernales.
Yo, a veces, le hago el ejemplo de que parecen regímenes de trabajo de cuando vino mi abuelo de Ucrania a Berisso, que llegó con 4 años, a los 9 manejaba un camión, después trabajaba en YPF y después tenía un taller mecánico, estaba 12 o 14 hs trabajando ahí, aparte se hacía la casita, teníamos esos regímenes laborales, de vivir una cultura de trabajo china, que también lo ves en Japón.
En Japón te piden que te tomes vacaciones, hay culturas laborales en Asia Pacífico muy fuertes y eso la combino también con la capacidad de producir mercancías industriales para el mercado global, pero donde, además, el compromiso de los trabajadores también es muy fuerte porque son dueños o participan de las empresas.
Huawei por ejemplo la fábrica de 5G más importante del mundo, de antenas, etc; el 1% de las acciones pertenece al dueño que- además- está vinculado al Partido Comunista Chino, porque vino directamente de las FFAA, pero el 99% restante pertenece a los propios trabajadores.
También eso genera, pertenencia, compensación, un sistema.
También hay una cosa -que estudiaba Riggi- que, por ejemplo en este modelo de Asia Pacífico se requieren muy pocos capataces y eso lo hace muy eficiente también.
Hay una diferencia de 10 a 1 entre los jefes, capataces que requiere más el modelo occidental, para tener disciplinada la fuerza de trabajo, que estos modelos que requieren muy poco capataces y que además pagan muy poco por la Gerencia, a diferencia del modelo gran transnacional – occidental.
Después, otra cosa clave del modelo chino, es la capacidad de poner a empresas estatales, a combinar tres lógicas digo yo, y esto con las empresas estatales también.
Una, producir en función de la eficiencia del mercado, es decir tener precio del mercado, no sólo del mercado local si no internacional, entonces meter esa cuestión de la presión del mercado para tener eficiencia.
Por otro lado desde lo estatal, mantener la lógica y ahí el contenido siempre presente de la planificación del desarrollo en función de objetivos, de bienestar, de empleo, de infraestructura, de estándares de producción de desarrollo de planificación.
En tercer lugar la lógica comunitaria o los imperativos comunitarios para que eso que tenga bienestar, con una mayor armonía con el medio ambiente.
Esas tres lógicas son también contradicciones, disputas, no es que es lineal, hay fuertes tensiones y contradicciones, pero bueno todo eso se combina ahí en China más aparte, la lógica capitalista que se incorporó, sobretodo, en los últimos 40 años, tanto una burguesía nacional china, que es, con lo primero que arregla Deng Xiaopin.
Es mentira que primero arregla con las empresas occidentales, porque el arreglo central es con la burguesía china de la diáspora, la burguesía nacional.
Y después sí, las extranjeras, este modelo combinado de China y sí, la otra parte de la pregunta tenía que ver con el tema de la exportación en China, me olvidé la otra parte de la pregunta.
Víctor Schajovitsch: Con el tema de la integración vertical y quería acotar algo más, o seaque quiere decir qué el crecimiento de China tiene que ver con un gran sacrificio de la población involuntario, digamos, o tal vez voluntario, pero fundamentalmente un gran sacrificio para poder progresar o salir o para lograr un Estado de bienestar.
El estado de bienestar no existe en China, porque, lógicamente nosotros tenemos la mitad de nuestra población en pobreza en China que son 1500 millones hay 700 millones de personas que están en la pobreza, o sea que proporcionalmente…700 que sacaron y 700 que viven en el campo o comiendo arroz.
Gabriel Merino: 400…
Notas:
*Periodistas
Fuentes: ACAPI y NAC&POP