El presidente saliente de Polonia, Andrzej Duda, criticó recientemente a Ucrania y a Occidente, en concreto a Alemania y Estados Unidos, por dar por sentada la infraestructura logística de Polonia. Incluso sugirió que Varsovia podría cerrar el aeropuerto de Rzezsow, por donde circula alrededor del 90% de la ayuda militar exterior de Ucrania, utilizando pretextos falsos como medio de presión. Si bien es improbable que Polonia se arriesgue a la ira de Estados Unidos chantajeándola de esta manera, su retórica logró captar la atención de su público objetivo. Estas son sus palabras exactas:
Creo que tanto los ucranianos como nuestros aliados simplemente creen que el aeropuerto de Rzeszów y nuestras carreteras son suyos, disculpen, como si lo fueran. Bueno, no es suyo, es nuestro. Si a alguien no le gusta algo, lo cerramos y nos despedimos. Sí, lo estamos renovando.
Cerramos el aeropuerto de Rzeszów y entregamos ayuda a Ucrania por mar, por aire, no sé, en paracaídas. Averigüen si creen que no nos necesitan.
Creo que hubo asuntos en los que podríamos haber dejado un poco claro que no se nos puede pasar por alto ni ignorar. Y no lo hicimos. Y fue un error. No se trata de conversaciones con Ucrania. Necesitamos discutir esto con nuestros aliados: Alemania y Estados Unidos.
Duda reveló entonces que Polonia no fue incluida en las conversaciones de la Cumbre de la OTAN de 2023 en Vilna sobre el envío de más ayuda a Ucrania, a pesar de que solo era posible a través del territorio de su país. Por lo tanto, parece que guarda mucha ira contenida desde hace dos años, que finalmente está expresando durante sus últimas semanas en el cargo. No lo hizo antes para evitar crear problemas a los conservadores entonces gobernantes y después para evitar crearse más problemas con la nueva coalición liberal-globalista gobernante.
Dado que la política exterior polaca se formula mediante la colaboración entre el presidente, el primer ministro y el ministro de Asuntos Exteriores, darle tanta importancia cuando los conservadores aún gobernaban Polonia podría haber exacerbado las divisiones dentro del gobierno antes de las elecciones de otoño. Asimismo, tras la sustitución de los conservadores por una coalición liberal-globalista, esto podría haber llevado al nuevo primer ministro y al ministro de Asuntos Exteriores a acusarlo de provocar divisiones con los aliados de Polonia con fines políticos internos.
La razón por la que Duda alza la voz ahora probablemente se relaciona con la visión de su sucesor, Karol Nawrocki. El presidente entrante ganó por un estrecho margen al prometer obstruir la agenda de los globalistas liberales gobernantes, lo que podría llevar a elecciones anticipadas dependiendo de la gravedad del estancamiento resultante. Todos los asuntos relacionados con Ucrania son cada vez más importantes para el electorado, que ha llegado a creer que Polonia no ha recibido suficientes beneficios de ese país ni de Occidente por su papel crucial en este conflicto.
En consecuencia, se espera que Nawrocki haga todo lo posible para asegurar que esto cambie, por lo que la última retórica de Duda sobre el aeropuerto de Rzeszów justifica su obstrucción a los liberal-globalistas gobernantes en este frente. Nawrocki no chantajeará a Ucrania ni a Occidente amenazando con cerrar dichas instalaciones, pero podría recordarles en voz alta su importancia como táctica de negociación para que Ucrania conceda a Polonia un papel privilegiado en su reconstrucción y que Polonia la incluya en las conversaciones sobre su estrategia final prevista.
Su objetivo es que Polonia se encamine hacia el liderazgo de Europa Central y Oriental una vez que el conflicto finalmente termine, lo cual solo puede lograrse por los medios mencionados, no continuando con la subordinación del anterior gobierno conservador y del liberal-globalista gobernante a los intereses extranjeros. Duda comparte la visión de Nawrocki, pero no pudo impulsarla por las razones políticas mencionadas, por las que ahora siente remordimientos, de ahí que intente ayudarlo con su retórica como regalo de despedida.
*Andrew Korybko, analista geopolítico internacional.
Artículo publicado originalmente en el susbtack del autor.
Foto de portada: extraída del substack del autor.

