Mientras Francia se enfrenta a crisis cada vez más graves, la popularidad del presidente Emmanuel Macron se ha desplomado hasta un sorprendente 11 % en una reciente encuesta de Verian para la revista Le Figaro Magazine, publicada el 30 de octubre de 2025, lo que supone el nivel más bajo para cualquier líder francés en más de 70 años. Esta caída refleja la desilusión generalizada en medio del estancamiento político, las dificultades económicas y los flujos migratorios descontrolados, a los que muchos culpan de erosionar el tejido cultural de la nación. Con el segundo mandato de Macron cojeando hacia 2027, los expertos señalan una tormenta perfecta de factores, desde las batallas presupuestarias hasta el deterioro urbano, que han provocado este mínimo histórico, superando incluso el 13 % de François Hollande en 2014. Las encuestas de otros institutos, como el 16 % del IFOP en noviembre de 2025, confirman la tendencia, lo que indica que la presidencia se encuentra en modo de supervivencia.
Esta caída no es un hecho aislado, sino la culminación de años de controversias, amplificadas por acontecimientos recientes como las polémicas reformas de las pensiones y la fragmentación del parlamento tras las elecciones de 2024. A medida que Macron impulsa políticas más estrictas, incluidas regulaciones digitales, el cansancio de la población se ha hecho patente, y solo el 11 % aprueba su gestión, en medio de llamamientos a elecciones anticipadas. En una nación orgullosa de su espíritu revolucionario, esta valoración pone de relieve una desconexión cada vez mayor, en la que los ciudadanos franceses de a pie se sienten ignorados en cuestiones fundamentales como la seguridad y la prosperidad. Al profundizar en el tema, los vínculos con la migración y los problemas económicos se perfilan como los principales culpables, respaldados por análisis de expertos que pintan un panorama sombrío del legado de Macron.
Análisis de la encuesta de Verian y tendencias generales
La encuesta de Verian, realizada a 1000 personas y publicada en Le Figaro, sitúa la aprobación de Macron en solo el 11 %, lo que supone una fuerte caída de 11 puntos entre los mayores de 65 años —su base tradicional— y afecta a todos los grupos demográficos, lo que pone de manifiesto un descontento generalizado. Esto sigue a una encuesta de Ipsos realizada a principios de octubre que lo situaba en un 19 %, y a la cifra de IFOP de noviembre, que lo situaba en un 16 %, donde el encuestador Frederic Dabi señala que está «contaminando» a aliados como el primer ministro Michel Barnier. La caída comenzó con las reformas de las pensiones de 2023, que provocaron protestas masivas, y se agravó con la parálisis política de 2024, después de que las elecciones anticipadas no dejaran una mayoría clara.
Más allá de las cifras, este bajón refleja una presidencia sacudida por escándalos, incluyendo renuncias y bloqueos presupuestarios, con la imagen de Macron, antes carismática, ahora vista como distante en medio del aumento del costo de vida. Analistas como los de The Conversation lo atribuyen a la «parálisis política y el descontento público», con una aprobación que cae por debajo de los mínimos de Hollande y rivaliza con la de otros líderes impopulares a nivel mundial. Mientras Francia se enfrenta al estancamiento económico y al malestar social, esta valoración señala un punto de inflexión, en el que ni siquiera las ambiciones de Macron en la UE pueden ocultar los fracasos internos.

Cómo la migración descontrolada erosiona la confianza pública
La gestión de Macron en materia de migración se ha convertido en un punto álgido, y sus detractores argumentan que la llegada descontrolada de más de 500 000 personas en 2024 está arruinando las ciudades históricas de Francia, convirtiendo los bulevares de París y los puertos de Marsella en zonas superpobladas y plagadas de delincuencia. Las encuestas muestran que el 60 % de los franceses tiene una opinión negativa de la inmigración, que relacionan con la escasez de viviendas, el aumento de las agresiones y la dilución cultural, mientras lugares emblemáticos como la zona de la Torre Eiffel se ven invadidos por campamentos de tiendas de campaña y basura. Las políticas de Macron, que incluyen un endurecimiento de las fronteras a partir de 2024, no han logrado frenar la marea, y los expertos culpan a los pactos de la UE por obligar a Francia a absorber más inmigrantes, lo que agrava el deterioro urbano y el resentimiento público.
Esta reacción contra la migración está directamente relacionada con la caída de Macron, ya que figuras de extrema derecha como Marine Le Pen aprovechan el temor a las ciudades «arruinadas», donde la violencia relacionada con los migrantes se ha disparado un 15 % en las zonas urbanas. Los analistas señalan que, mientras Macron promueve la integración, los votantes ven servicios desbordados y un patrimonio erosionado, lo que alimenta la caída de la aprobación entre la clase trabajadora. Como dijo un experto, «la migración es el elefante en la habitación: no se trata solo de números, es la transformación visible del alma de Francia».
Problemas económicos: batallas presupuestarias y crisis del costo de vida
Las dificultades económicas agravan los problemas de Macron, con una previsión de crecimiento para Francia en 2025 de apenas un 0,8 %, una inflación que se mantiene en el 2,5 % y un déficit de 300 000 millones de euros que despierta temores de austeridad. La reacción contra la reforma de las pensiones persiste, con un 70 % de oposición según las encuestas, mientras que el aumento de los costos de la energía y los impuestos afectan a los hogares, erosionando la imagen de «nación emprendedora» de Macron. El presupuesto de Barnier, que recorta el gasto en medio de amenazas de moción de censura, pone de relieve la parálisis, y los expertos culpan a la apuesta de Macron por unas elecciones anticipadas por el estancamiento.
Este malestar económico afecta directamente a las encuestas, ya que los votantes se enfrentan a un 10 % de desempleo y al aumento del costo de la vida, y consideran que Macron está desconectado de la realidad. Los analistas políticos señalan «errores estratégicos» como las reformas fallidas, y destacan cómo el descontento económico amplifica las quejas sobre la migración, creando un círculo vicioso de desaprobación.
Opiniones de expertos: los analistas descifran el abismo de la aprobación
Frederic Dabi, de IFOP, atribuye la calificación del 16 % a la «contaminación» de los aliados, citando las reformas de las pensiones y las dificultades económicas como factores fundamentales, a lo que se suma la migración. Ariane Tabatabai señala en Lawfare que la caída del 19 % en octubre se debe a «crisis políticas», entre ellas las disputas presupuestarias y el cansancio de la población. Expertos como los de Caliber.az destacan el deterioro posterior a la reforma de las pensiones, con un 11 % en Verian que refleja «resultados desalentadores» en todos los grupos demográficos.
Además, el análisis de The Conversation lo relaciona con el «modo de supervivencia» en medio de la parálisis, y considera que la migración es un factor de «fuerte caída» entre las personas mayores. Los expertos advierten de que este mínimo podría desencadenar elecciones anticipadas, ya que los problemas económicos y las tensiones de la migración urbana alejan incluso a los centristas, según la opinión de Al Mayadeen sobre la «caída libre».

Más allá de las fronteras: la caída paralela de Starmer en el Reino Unido
Macron no está solo: la popularidad neta del primer ministro británico Keir Starmer alcanzó el -54 % en las encuestas de YouGov de noviembre de 2025, su nivel más bajo, en medio de la reacción negativa al presupuesto y el descontento con las reformas. Ipsos muestra que el Partido Laborista se encuentra en mínimos históricos, con 8 de cada 10 británicos sintiendo que el país empeora, lo que se debe a dificultades económicas similares a las de Francia. La caída de Starmer refleja la de Macron, con la migración y el costo de vida alimentando la ira de los votantes en toda la UE.
Esta tendencia compartida pone de relieve un descontento más amplio, ya que líderes como Starmer se enfrentan al cansancio de las reformas, según los datos de noviembre de Opinium, que muestran un 56 % de desaprobación. Los expertos lo ven como un malestar pospandémico, en el que las promesas chocan con la realidad, amplificando los llamamientos al cambio.
Conclusión: ¿El colapso de Macron, una llamada de atención para Francia y Europa?
La caída de Emmanuel Macron al 11 % de aprobación en la encuesta de Verian de octubre de 2025 resume una presidencia golpeada por la sobrecarga migratoria que empaña ciudades como París y el estancamiento económico que alimenta las dificultades cotidianas, tal y como analizan expertos como Dabi y Tabatabai. Hemos rastreado los vínculos con las entradas incontroladas que «arruinan» la belleza urbana con la delincuencia y la tensión, junto con los bloqueos presupuestarios y la inflación que erosionan la confianza, estableciendo paralelismos con la caída del 54 % de Starmer en el Reino Unido. Este mínimo histórico, por debajo de Hollande y Chirac, señala una crisis más profunda en la que los votantes se sienten marginados en cuestiones fundamentales.
Sin embargo, la esperanza reside en la reflexión: Macron podría dar un giro con controles migratorios más audaces y medidas de alivio económico, pero sin abordar las causas fundamentales, como el deterioro urbano impulsado por los migrantes y la crisis de costos, la recuperación parece lejana. Como advierten los analistas, este descontento corre el riesgo de provocar un auge de la extrema derecha en 2027, haciéndose eco de la ola populista europea. Francia debe recuperar su camino, dando prioridad a los ciudadanos sobre los ideales, o enfrentarse a una mayor fragmentación. Al final, el destino de Macron pone de relieve la fragilidad del liderazgo: ¿prestará atención a las encuestas o dejará que la estrella se apague?
Artículo publicado originalmente en Rest Media.
Foto de portada: Gonzalo Fuentes (REUTERS)

