Pavel Durov, CEO y uno de los fundadores de Telegram, fue arrestado el sábado 24 de agosto en un aeropuerto en París, Francia.
Estuvo en prisión preventiva hasta el miércoles 28, el tiempo máximo permitido por la ley francesa. Ese mismo día la fiscalía de París lo citó a comparecer ante el tribunal.
Comenzó a ser investigado a comienzos de julio por una unidad de lucha contra la ciberdelincuencia de la fiscalía de París. El primer comunicado que ofreció la fiscalía parisina indicaba que se trataba de una investigación judicial abierta contra una persona anónima, y que en ese marco Pavel Durov fue interrogado por los investigadores. Algunos medios aseguran que el hermano de Pavel, Nikolai Durov, cofundador de Telegram, también posee una órden de arresto emitida en su contra.
El comunicado también detallaba una larga lista de los crímenes por los cuales se sospecha de Pavel Durov, que iban desde ser administrador de una plataforma que posibilita transacciones ilícitas de bandas organizadas; no cooperar aportando información pedida por las autoridades; posesión y difusión de contenido pornográfico y pedófilo; venta de drogas; fraudes; conspiración criminal; hasta delitos relacionados a la criptología.
Tras el arresto de su CEO, la empresa Telegram twitteó:
“Telegram cumple la legislación de la UE, incluida la Ley de Servicios Digitales: su moderación se ajusta a las normas del sector y mejora constantemente.
El consejero delegado de Telegram, Pavel Durov, no tiene nada que ocultar y viaja con frecuencia por Europa.
Es absurdo afirmar que una plataforma o su propietario son responsables del abuso de esa plataforma.
Casi mil millones de usuarios en todo el mundo utilizan Telegram como medio de comunicación y como fuente de información vital.
Estamos a la espera de una pronta resolución de esta situación. Telegram está con todos vosotros”.
Finalmente, luego de comparecer ante el tribunal y tras ser interrogado, Durov fue acusado formalmente de complicidad en la administración de una plataforma en línea para transacciones ilegales por parte de un grupo organizado; negativa a proporcionar información o documentos a solicitud de organismos autorizados; ocultación de delitos como parte de un grupo delictivo organizado; prestación de servicios de criptología destinados a garantizar funciones de confidencialidad sin una declaración correspondiente, e importación de herramientas de criptología que no proporcionen exclusivamente funciones de autenticación o comprobaciones de integridad sin previo aviso. Además, se ordenó poner a Durov bajo vigilancia judicial, una fianza de cinco millones de euros, la obligación de presentarse dos veces por semana en una comisaría de la policía y la prohibición de abandonar el territorio de Francia, de acuerdo al comunicado de la Fiscalía de París.
Pavel Durov es ruso, y posee algunas ciudadanías en el mundo, entre ellas la francesa y la emiratí. De hecho, la sede de la empresa Telegram se encuentra en Dubai, Emiratos Árabes Unidos.
Al momento de conocerse el arresto de Durov, los Emiratos Árabes Unidos solicitaron a Francia que les permitiera prestar todos los servicios consulares a Durov. Además aseguraron que siguen de cerca el caso. Por su parte, la embajada rusa en Francia también exigió que se protegieran los derechos de Durov y se les permitiera el acceso consular.
El presidente francés, Emmanuel Macron, salió inmediatamente a asegurar que “no se trata en ningún caso de una decisión política” y que “Francia está profundamente comprometida con la libertad de expresión y comunicación, con la innovación y con el espíritu emprendedor”.
Pavel Durov escribió en marzo de este año en su canal de Telegram: “Todas las grandes aplicaciones de redes sociales son blanco fácil de críticas debido a los contenidos que albergan. No recuerdo ninguna gran plataforma social cuya moderación haya sido elogiada sistemáticamente por los medios tradicionales.
La cobertura mediática de los esfuerzos de moderación de Meta ha sido especialmente negativa durante la mayor parte de su historia. Curiosamente, Meta también fue la primera empresa de medios sociales que alcanzó una valoración superior al billón de dólares.
Es probable que Telegram tenga que pasar por etapas de crecimiento similares antes de superar a las plataformas heredadas. A medida que aumentemos rápidamente en escala e importancia, resolveremos cualquier desafío potencial de la misma manera que hacemos todo lo demás: con eficiencia, innovación y respeto por la privacidad y la libertad de expresión”.
Edward Snowden twitteó “la detención de Durov es un atentado contra los derechos humanos básicos de expresión y asociación. Me sorprende y me entristece profundamente que Macron haya llegado al punto de tomar rehenes como medio para acceder a comunicaciones privadas. Esto no sólo degrada a Francia, sino al mundo”.
¿Cuál es el objetivo oculto detrás del arresto de Durov?
El arresto de Pavel Durov tuvo gran repercusión internacional y desató enormes debates, desde la libertad de expresión en el entorno de las plataformas digitales; las regulaciones y el control estatal; el doble rasero para aplicar el control y las consecuencias a dichas empresas; las responsabilidades que poseen los fundadores y CEO de las empresas de comunicación digital; el rol político social que juegan los líderes de las plataformas de redes sociales más utilizadas; el suicidio económico de Francia ya que quiebra la confianza de otras empresas para operar en Paris; hasta el impacto en el sistema económico financiero para las empresas criptos.
En este artículo entendemos el arresto como parte de la guerra de la información en el contexto de guerra híbrida entre un bloque occidental agonizante librando la disputa en todos los terrenos y territorios posibles contra el avance del proyecto de multipolaridad. Y no estamos ubicando a Telegram como una empresa que representa la multipolaridad, incluso es de público conocimiento las tensiones entre la empresa y sus fundadores con países como Rusia.
La guerra de la información forma parte de los mecanismos del guerrerismo imperialista que tiene como objetivo la desestabilización de un líder político, una fuerza enemiga, un país o incluso una Alianza. La guerra de la información, a la que podemos pensar sólo como una ‘etapa’ o una ‘herramienta’ dentro de la guerra híbrida, se caracteriza por poseer el control de lo que la población objetivo ve.
El análisis cibergeopolítico alrededor del arresto de Durov indica que no se trata de bloquear el uso de la plataforma en los países occidentales, para ello cuentan con múltiples herramientas, sino de hacerse con el acceso y control de los datos e información que allí circulan. De acceder y controlar el big data de una aplicación que tiene un alcance en territorios más allá de lo que sus empresas de redes sociales, vasallas, pueden llegar.
Telegram es una empresa que no nació en el seno occidental, y que ha resistido a las distintas presiones ante los controles estatales y supraestatales (como la UE). Telegram no se encuentra bajo el control de ningún monopolio ni lobby occidental globalista.
Mientras que otras empresas de redes sociales occidentales han accedido de manera voluntaria o presionadas a las demandas imperialistas para ser utilizadas como herramientas para el control y la vigilancia, violando cualquier derecho a la privacidad, Telegram se ha negado sistemáticamente a compartir con las agencias de seguridad, información que pudiera comprometer la privacidad de los usuarios de Telegram.
Telegram con más de 950 millones de usuarios se ha convertido en una de las 5 aplicaciones más descargadas a nivel mundial, y ocupa el número 11 en la tienda de aplicaciones de Apple y el número 9 en la tienda de Android.
Telegram, a diferencia de otras aplicaciones de mensajería, también se ha convertido en una gran herramienta de información tanto para medios alternativos, no alineados, no occidentalizados, bloqueados, o que se encuentran en gran desventaja “compitiendo” en el universo Google, como para los usuarios interesados en acceder a información, noticias y experiencia de primera mano.
“A Durov se le acusa básicamente de no “colaborar” ni “cooperar” con la inteligencia occidental. Su obsesión absoluta es controlar el sistema de moderación de contenidos de Telegram, tener acceso total por la puerta trasera y, en última instancia, prohibir todos los canales rusos, que han sido fundamentales para difundir las historias reales sobre el terreno, desde Ucrania hasta el África subsahariana y más allá”, explica el especialista Pepe Escobar.
En una entrevista para Sputnik, la doctora en Ciencias Políticas, Yetzy Villarroel, analiza que “este tipo de acciones reflejan una estrategia de poder que va más allá de las acusaciones legales que se imputan a estas figuras”. Comparó el arresto de Durov con el de Assange para entender el patrón similar que utiliza la hegemonía occidental, “destacando cómo en ambos casos se busca no solo detener físicamente a estos individuos, sino también destruir su reputación y credibilidad a nivel global”.
Otro punto interesante a destacar que analiza Villaroel, es cómo los Estados Unidos “instrumentaliza los Estados satélites a Washington para intimidar y desmantelar cualquier forma de oposición”. Esto se ve claramente en las políticas regulatorias de la Unión Europea y del accionar del decrépito Emmanuel Macron. Incluso, otros expertos han señalado que “el arresto de Durov está relacionado con “las protestas antifrancesas en sus antiguas colonias y la retirada de su tradicional ‘esfera de influencia’ donde se utilizaba la infraestructura de Telegram para impulsar narrativas anticoloniales y antimacronistas”.
“Estas detenciones no son simples acciones legales, sino que forman parte de operaciones multidimensionales y de alcance global para controlar el desarrollo tecnológico y económico de potencias emergentes que desafían el dominio de Silicon Valley y, por extensión, de Estados Unidos y sus aliados”, concluye Villaroel, a la vez que recuerda las coincidencias con los casos de Assange y la directora de Huawei, Meng Wanzhou.
Por último me gustaría finalizar el artículo compartiendo a continuación una reflexión de una comparación entre Durov y Zuckerberg realizado por el canal de Telegram, Geopolitcs Live:
Durov, de Telegram, frente a Zuckerberg, de Meta: ¿Qué opinan de la censura?
Mientras que el fundador de Telegram, Pavel Durov, está a la espera de ser acusado formalmente en Francia por permitir supuestamente que se compartieran contenidos delictivos, es probable que Mark Zuckerberg no corra la misma suerte.
El CEO de Meta ha admitido que altos funcionarios de la administración Biden le «presionaron» para que «censurara» contenidos. Veamos en qué situación se encuentran los dos gigantes de las redes sociales y sus consejeros delegados:
Meta de Zuckerberg
El personal de la empresa ha denunciado su dudosa encriptación de extremo a extremo (e2e) de los mensajes y su algoritmo de código no abierto, y ha documentado casos de censura y manipulación de la opinión pública.
Escándalo
En 2018 salió a la luz que la consultora política británica Cambridge Analytica pagó a Facebook por datos de usuarios de decenas de millones de perfiles en 2014, que utilizó para adaptar las campañas políticas de Ted Cruz y posteriormente de Donald Trump durante la campaña presidencial estadounidense de 2016.
Censura
Las publicaciones que criticaban todo, desde la política exterior y de inmigración de Estados Unidos hasta las políticas climáticas y las vacunas, o bien se eliminaban directamente, o bien se ocultaban y deranked (lo que se conoce como «shadow-banning»).
Tras las elecciones estadounidenses de 2016, los puntos de vista conservadores fueron suprimidos con el pretexto de la «incitación al odio», mientras que los liberales fueron exaltados.
Funcionarios de Biden «presionaron repetidamente» a Facebook durante meses para que «censurara ciertos contenidos sobre COVID-19, incluidos el humor y la sátira» durante la pandemia, según ha admitido Zuckerberg. En abril de 2020, Facebook anunció que imponía límites a la «desinformación perjudicial sobre COVID-19». La decisión fue revocada un año después.
Un mes antes de las elecciones presidenciales de 2020, Facebook suprimió la revelación del New York Post sobre el portátil de Hunter Biden, con pruebas de tráfico de influencias por parte de la familia Biden. Zuckerberg lo admitió en una entrevista en 2022 con Joe Rogan, alegando que actuaba por orden del FBI. Ahora ha admitido que la historia del portátil no era «desinformación rusa», como afirmaban los demócratas y los principales medios de comunicación.
Aunque Meta admitió en 2021 que los mensajes palestinos en los que se utilizaban palabras como «mártir» y «resistencia» se etiquetaron erróneamente como incitación a la violencia, la empresa mostró su hipocresía al año siguiente al permitir llamamientos a la violencia contra ciudadanos rusos tras el inicio del conflicto de Ucrania. En marzo de 2022 flexibilizó las normas sobre expresiones violentas para los usuarios de Europa del Este, permitiendo anuncios con contenido violento.
Telegram de Durov
El empresario informático de origen ruso co-creó Telegram con la promesa de un cifrado seguro de los mensajes, sin moderación de los mismos. Se comprometió a rechazar las exigencias del gobierno de almacenar los datos confidenciales de los usuarios, los mensajes telefónicos y el tráfico de Internet, o de entregar las claves para descifrar sus textos.
Los canales de tamaño ilimitado y los chats de grupo de Telegram se cifran mediante una combinación de cifrado AES simétrico de 256 bits, cifrado RSA de 2048 bits y una clave segura Diffie-Hellman, afirma la empresa.
Telegram no proporciona cifrado de extremo a extremo para los chats privados y de grupo comunes, pero sí una función de chat secreto. Telegram permite a los usuarios publicar archivos con almacenamiento ilimitado en la nube. No hay publicidad dirigida ni alimentación algorítmica.
Relaciones con las autoridades
«Telegram ha tenido históricamente problemas con los reguladores en algunas partes del mundo porque, a diferencia de otros servicios, defendimos constantemente la privacidad de nuestros usuarios y nunca hemos hecho tratos con los gobiernos», escribió Durov en 2017.
El Gobierno estadounidense quería meter mano en el código de Telegram para infiltrarse en el sistema y espiar a sus usuarios, según reveló Durov en una entrevista en abril con el ex presentador de Fox News Tucker Carlson. El empresario rechazó las presiones para permitir una «puerta trasera» en la aplicación para la inteligencia occidental. Durov resistió la «presión» personal en EE.UU., donde las autoridades legales se dirigieron a él buscando una forma de «controlar mejor Telegram».
*Micaela Constantini, periodista y parte del equipo de PIA Global.
Foto de portada: PIA Global.
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