La Constitución española aboga por colaborar en el fortalecimiento de unas relaciones pacíficas y de eficaz cooperación entre todos los pueblos de la Tierra. Esto implica que las acciones de nuestra política exterior tendrían que estar bajo estos principios.
Pero, de lo dicho a lo que se hace, hay un trecho grande.
Así, el ejército español, su marina, en el seno de la OTAN, acaba de protagonizar unas maniobras militares con Israel, la SNMG-2 y va a protagonizar otras con la aviación israelí, Iniochos 2021. En palabras del Ministerio de Defensa, que rige Margarita Robles, la fragata ‘Cristóbal Colón’, integrada en la SNMG-2 como buque de mando, entró a mediados de febrero en el puerto de Haifa (Israel). Además, la ‘Cristóbal Colón’ mantuvo reuniones de coordinación con la Marina Israelí para preparar los ejercicios que se realizarían posteriormente.
Es decir, el Gobierno de coalición PSOE-UP, presidido por Pedro Sánchez, con esas maniobras, SNMG-2 e Iniochos 2021, hace un ejercicio de normalización con Israel, como si fuera un estado ‘normal’. Sí, con esa potencia ocupante, que destruye casas, expolia, ahoga a los palestinos de Gaza, que incumple todas las resoluciones de las Naciones Unidas habidas o por haber, con una legislación supremacista y que se burla de los crímenes de guerra definidos por las Convenciones de Ginebra o repudia la investigación de esos crímenes o los de lesa humanidad que tiene que llevar a cabo la Corte Penal Internacional.
España no hace otra cosa que asumir como propia la política de la OTAN. «Este PASSEX ha sido la segunda interacción entre la Armada israelí y la OTAN en menos de tres meses. La cooperación entre la OTAN y socios como Israel es esencial para contribuir al éxito de la OTAN y aumentar la seguridad de la comunidad internacional. Compartir información y ejercer juntos son herramientas esenciales para alcanzar la interoperabilidad, reforzar la cohesión y generar confianza entre la OTAN y sus socios ”, dijo el Contralmirante Manuel Aguirre, Comandante del Grupo Marítimo Permanente Dos de la OTAN.
La nota de la OTAN sobre las maniobras navales recoge que “como miembro activo del Diálogo Mediterráneo durante más de 25 años, la cooperación entre Israel y la OTAN ha incluido un amplio espectro de áreas como búsqueda y rescate, ayuda humanitaria, seguridad fronteriza, lucha contra el terrorismo y cooperación médica, entre otras” La prisión de Gaza, los asesinatos extrajudiciales, la tortura, la detención administrativa, las matanzas periódicas,… deben formar parte de esa ayuda humanitaria o de lucha contra el terrorismo. Sobre la irresponsabilidad israelí como potencia ocupante en el ámbito sanitario y las vacunas, se deja para otros oídos más exigentes.
El Contralmirante israelí Guy Goldfarb, también se congratuló: “La Armada israelí da la bienvenida a la cooperación con la OTAN, que ha aumentado notablemente en los últimos años. Estoy seguro de que, debido a nuestros intereses y objetivos marítimos comunes, la relación profesional entre la OTAN y la Marina de Israel seguirá creciendo y fortaleciéndose”
Objetivos comunes. Ya el ejército español, en tiempos de Zapatero participó en otras maniobras militares con Israel que incluían desembarco de tropas, con la excusa supuesta de rescatar a civiles, poco tiempo antes de,… la invasión israelí al Líbano en donde esta vez sí hubo desembarco de tropas israelíes a un país soberano. Cosas menores del Estado de Israel que, a fecha de hoy, ha anexado ante la complicidad de todos los países de la OTAN, tierras sirias, libanesas y palestinas, algo que entra en contradicción con las obligaciones internacionales. Esa complicidad, que avala la impunidad israelí, es contestada por la sociedad civil. No se puede diferenciar el Estado ocupante de un imaginario Israel democrático que circunstancialmente cuenta con un gobierno extremista. La ocupación y el sionismo es el adn de este Israel.
Por eso, en España hay campañas que buscan la coherencia del gobierno español y han pedido que el gobierno no ampare la gimnasia de ese ejército o haya comercio de armas. Pero, también a este gobierno, a los autonómicos y locales se les pide que no se compre o formen parte de concursos públicos, empresas como CAF, Alstom, AXA, Puma, Airbnb, TripAdvisor y otras citadas por las Naciones Unidas como facilitadores de la ocupación. Que no se consienta su complicidad, que no sean otras OTANs que usen nuestro dinero para normalizar la ocupación.
*Santiago González Vallejo, cofundador y miembro del Comité de Solidaridad con la Causa Árabe.
Artículo publicado en Comité de Solidaridad con la Causa Árabe.