La estrategia de muchos jugadores se ha visto sorprendida sobremanera a partir de la operación que la Federación Rusa está llevando adelante en territorio ucraniano. La amenaza real de del ingreso de Ucrania a la OTAN, y con ello el peligro latente en las puertas rusas ha puesto al mundo en alerta y las crisis (financieras, económicas, sistémicas) se desatan aún muy lejos de Europa del Este.
África no se mantiene al margen de los acontecimientos en tierras ucranianas. La diplomacia de la Unión Africana se ha mostrado “neutral” en torno a las condenas y sanciones planteadas por occidente, a pesar de que los países que la integran de hayan expresado hacia uno u otro lado de la balanza geopolítica.
La posición neutral de Sudáfrica ha sido muy criticada internacionalmente como así también hacia el interior de África. Pero para entender esta postura debemos analizar las relaciones históricas que mantiene el país del sur del continente con Rusia, incluso la pertenencia al bloque económico BRICS. Entonces la diplomacia de Cyril Ramaphosa está directamente relacionada con tres ejes fundamentales, por un lado, una política de “no intervención”, que no debiera sorprender ya que en 2014, en oportunidad de la “anexión” de Crimea a Federación Rusa, Sudáfrica tuvo una posición de neutralidad. Por otro están en jugo las amplias inversiones rusas en el país, tanto así como el rico historial de las relaciones bilaterales de ambos países que se remontan a la década del ’60 cuando la URSS desempeñó un papel fundamental en la ayuda a los combatientes del partido CNA (Congreso Nacional Africano) y su lucha por La liberación e contra del apartheid. Y en tercer lugar, las posiciones de India y China, (también de neutralidad) marcan quizás los pasos a seguir en torno a aquellos países ligados a la Ruta de la Seda, Sudáfrica tiene grandes intereses económicos en este sentido.
La evolución que ha tenido, en las últimas dos décadas, la relación de Vladimir Putin con el CNA, partido que gobierna Sudáfrica desde 1994, también ocupan un papel central en la “neutralidad” sudafricana.
La Iniciativa sobre un Nuevo Orden Internacional (NINTO), inaugurada el año pasado por la Oficina de Relaciones Internacionales del Partido Turco Vatan, ha celebrado una conferencia internacional en línea el 7 de mayo, tratando este tema. Desde esta reunión virtual tomaremos la participación de Chris Matlhako, Segundo Vicesecretario del Partido Comunista de Sudáfrica, quien desarrolla la temática plateada en torno a su país y la posición hacia la guerra en Europa del Este.
Matlhako, luego de los saludos protocolares y el agradecimiento por la invitación hizo mención a quienes luchan por la paz en la zona del conflicto, “apreciamos los esfuerzos de muchos progresistas en todo el mundo, poniendo el hombro al volante para garantizar que se cumpla el objetivo ilusorio de una paz genuina y la coexistencia de los pueblos, a pesar de sus diversas diferencias: ya sean geográficas, idiomáticas, religiosas, raza de credo: no se interponga en el camino de nuestro objetivo común de lograr una vida significativa y un desarrollo cultural, civilizatorio y ambientalmente sostenible gratificante para todos”, expresó el dirigente del PC sudafricano.
“Los desafíos coyunturales que se manifiestan hoy están demostrando en muchos sentidos que lo que el mundo necesita es una reestructuración fundamental de su arquitectura institucional y relaciones de poder en todos los niveles. La crisis multifacética impacta en todos los aspectos de nuestras vidas. Esta reestructuración debe conducir a un orden mundial pluriplural y no hegemónico. Esto se ha convertido en una tarea urgente en el contexto de la crisis entre Ucrania y Rusia.
Y es por eso que Marx es crucial en este contexto y su enfoque general sobre lo que ahora es el liberalismo y el neocolonialismo. El trabajo de Marx fue trascendental en la comprensión del mundo, porque sugiere que si pasas por el liberalismo, puedes entender cómo funciona el sistema”, Matlhako retoma el pensamiento de Carl Marx en un esfuerzo para contextualizar el conflicto actual desde un análisis y el posicionamiento del gran intelectual y pensador que fue Marx y que marcó las posibilidades de un “Mundo nuevo” posible.
En otro pasaje de la intervención, el dirigente, se posiciona desde la acción aquellos países que aún ante las presiones de occidente, decidieron la neutralidad, “Los principios del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) tienen hoy más significado que nunca. La declaración conjunta firmada en diciembre de 1954 afirmaba: “… la política de no alineamiento con bloques… no representa ‘neutralidad’ o ‘neutralismo’, ni representa pasividad como alguna vez se alega. Representa la política positiva, activa y constructiva que tiene como fin la paz colectiva como fundamento de la seguridad colectiva”.
África no es ajena a la situación que se está llevando a cabo en Ucrania, eso está más que claro y está presente en el discurso brindado por Matlhako, “Es en este contexto que debemos entender la posición de gran parte del mundo en desarrollo, especialmente de África, en la votación de la Asamblea General de la ONU sobre la crisis entre Ucrania y Rusia. El África poscolonial ha seguido sufriendo el subdesarrollo, las enfermedades, la pobreza y la marginación, lo que ha dado lugar a migraciones precarias a través de los peligrosos mares Mediterráneos en busca de una vida mejor. La instigación del ‘mundo desarrollado’ de inestabilidades en todo el continente en busca de minerales lucrativos, facilitó la explotación despiadada y la matanza de millones en el continente. Aquellos que se opusieron a sus reglas y marcos fueron asesinados, como Muamar Gaddafi de Libia”
La postura imperial y neocolonial que llevan adelante los países alineados a los principios de la OTAN, también están presentes en el análisis que realiza el dirigente comunista, en este sentido expresa que: “Los EE.UU y la UE están constantemente en busca de mercados para explotar con el fin de mantener sus economías y países (militares) los más fuertes del mundo y dictar al mundo. El Sur Global tiene más del 80% de la población mundial, sin embargo, sus países están sistemática y deliberadamente excluidos de cualquier toma de decisiones en la organización internacional, incluidas las propias estructuras de las Naciones Unidas (ONU). Las decisiones clave se toman en estructuras como el G7, el Consejo de Seguridad de la ONU, etc., excluyendo a la mayoría de la población mundial.
El cambio del paradigma, según Chris Matlhako, estará dado por el surgimiento de una “masa crítica” construida desde los países del Sur Global. Para el dirigente este mecanismo ya está en marcha y es a partir del “desarrollo y la diversificación del comercio, las finanzas y otras relaciones entre el continente y países como la República Popular China, India, Turquía, Irán, Rusia, Brasil, Venezuela y otros que han logrado avances significativos en el pasado reciente”.
En la necesidad de occidente por “mantener a raya” a aquellos países que no sigan las instrucciones y decisiones que ellos dictaminan y de lo contrario sufrirán las consecuencias, que en algunos casos son de presión económica o financiera, pero que también las hay, como en muchos casos a través de conflictos armados y crisis internas financiadas para desestabilizar los procesos políticos en desarrollo. “Es por esta razón que entendemos perfectamente bien la crisis en curso en Ucrania: su historia, orígenes y bases subyacentes y la decisión final de Rusia de embarcarse en un programa militar. Por su propia admisión, el Departamento de Seguridad de EE.UU ha revelado que el propósito real del ejercicio en Ucrania es debilitar a Rusia y, por lo tanto, proporcionar una base para involucrar a China directamente. Esto significa enormes dificultades para la humanidad y el Sur Global en el futuro. Es por eso que creemos que debemos tener un gran interés en estos desarrollos y prepararnos para una crisis militar posterior a Ucrania-Rusia para tener una mejor idea de cómo nos relacionamos con el mundo en ese punto y más allá.”, dice Matlhako.
Es por ello, entonces, que una gran parte de las soluciones y los posicionamientos futuros deberán significar el repensar la política, economía y política exterior. Las armas económicas que se están introduciendo en Rusia en este período demuestran cómo se utilizarán contra otros en el futuro. Sudáfrica ha comenzado el camino, su neutralidad, no es una “zona de confort”, sino es una apuesta a un futuro que lo tenga como protagonista de los cambios o al menos no quede afuera del proceso que significa los nuevos planteamientos desde el Sur Global.
Nota: la intervención de Cris Matlhako fue publicada por United World International y reproducida parcialmente para esta nota de PIA Global.
*Beto Cremonte es periodista, Comunicador Social y docente en la Facultad de Comunicación Social de La Plata (U.N.L.P), estudiante avanzado de la Tecnicatura Universitaria en Comunicación Pública y Política de la Universidad Nacional de La Plata (U.N.L.P)