El atentado a los gasoductos Nord Stream ha descubierto una serie de preocupaciones tanto para los actores involucrados como para aquellos no involucrados. En un análisis anterior repasamos cómo afecta a la seguridad energética de Europa, cómo Alemania es uno de los más perjudicados, sobre el silencio de la OTAN; cómo Polonia saca ventaja; la posibilidad de que infraestructuras multilaterales se encuentren bajo amenaza de guerra y; dejamos planteada la importancia geoestratégica que adoptará Türkiye y el gasoducto Turk Stream.
Luego del atentado a los Nord Stream, el presidente de Türkiye, Recep Tayyip Erdogan, y el presidente ruso, Vladimir Putin, llegaron a un acuerdo para mejorar y ampliar los vínculos energéticos entre ambos países. Este proyecto, colocaría a Türkiye como el centro más grande de reparto de gas en Europa.
De aquí se desprenden breves reflexiones alrededor del estado de las relaciones de los actores involucrados, sus implicancias e imbricación. La (no)relación energética Rusia-Unión Europea (UE); el fortalecimiento de los vínculos ruso-turco; el posicionamiento de Türkiye en sus relaciones con la UE en materia energética; y la consolidación de la cooperación multipolar en la región árabe hacia Asia.
Fortalecimiento de los vínculos ruso-turco
Después del ataque a los gasoductos Nord Stream, Putin anunció la posibilidad de “redirigir el gas que no se puede transferir a través del gasoducto Nord Stream, al Mar Negro, podemos hacer una línea para nuestro gas a través de Türkiye y crear uno de los centros de gas natural más grandes de Europa en Türkiye”. Estas declaraciones las hizo tanto en la Sexta Conferencia de Interacción y Medidas de Construcción de Confianza en Asia (CICA) realizada en Kazajistán, como en el Foro Internacional Russian Energy Week 2022 en Moscú, bajo el lema “Energía global en un mundo multipolar”.
El director ejecutivo de la empresa Gazprom, Alexey Miller, afirmó la posibilidad de redirigir los suministros de gas de los Nord Stream utilizando a Türkiye como centro de reparto. Además, remarcó que la empresa ya cuenta con cierta experiencia en el área a partir de la preparación del gasoducto South Stream, cancelado por las trabas europeas al proyecto que habría inyectado anualmente unos 63 mil millones de metros cúbicos de gas ruso (aprox) desde Rusia hasta Bulgaria atravesando el Mar Negro y repartiendose a más países de Europa. Turk Stream reemplazó al South Stream.
Miller también enfatizó que “TurkStream atraviesa sólo dos zonas económicas -la de Rusia y la de Turquía- y, por tanto, las aguas territoriales de Rusia y Turquía. Sin duda, TurkStream ya ha demostrado ser una ruta fiable para el suministro de gas a Turquía, que es nuestro socio de confianza, y al mercado europeo”.
Erdogan apoyó la propuesta de Putin y aseguró que “Tracia se considera una de las regiones importantes más adecuadas para ello”. También informó que el Ministerio de Energía y Recursos Naturales ya se encuentran notificados para comenzar a trabajar en conjunto con las instituciones rusas realizando estudios en la región y estableciendo una red de seguridad.
“Ya tenemos un centro de distribución a nivel nacional, pero, por supuesto, ahora este sería un centro internacional”.
Presidente de Türkiye, Recep Tayyip Erdogan.
Es decir que las relaciones ruso-turco se siguen fortaleciendo. Al intento de mediación y negociación de paz entre Rusia y Ucrania, al acuerdo de corredor de granos, a la cooperación económica y comercial, a la cooperación para la energía nuclear, al apoyo internacional mutuo, se le suma la construcción del centro gasístico más importante de Europa en Türkiye para la distribución del gas ruso en Europa. Incluso se está barajando la posibilidad de la creación de una Bolsa del gas en Türkiye para el control de precios.
Turk Stream
El Turk Stream, inaugurado en 2020, es un gasoducto de Gazprom que conecta las mayores reservas de gas de Rusia con la red de transporte de gas de Turquía de manera directa. El componente marino del sistema consta de dos líneas paralelas que comienzan en la costa rusa, recorren más de 930km a través del Mar Negro y llegan a tierra en la región de Tracia en Turquía.
Una vez que tocan suelo turco se distribuye entre el gas destinado a los consumidores turcos repartido desde uno de los dos gasoductos terrestres subterráneos que conecta a la red de gas turca existente en Luleburgaz, y el gas destinado al consumo de países del sur y sureste europeo conectado con otro oleoducto que llega hasta la frontera turco-europea.
“El Proyecto TurkStream no solo garantiza la confiabilidad del suministro de energía a Turquía y Europa, sino que también contribuye al desarrollo económico de Turquía a través de los recursos que ha asignado para la construcción y operación del gasoducto. Además, TurkStream apoya el desarrollo de la región de Tracia a través de inversiones sociales locales”, resaltan desde Gazprom.
Aunque no se compara con los Nord Stream, el Turk Stream representa un proyecto sólido y confiable para la seguridad energética europea ya que puede transportar hasta 31.500 millones de metros cúbicos de gas a la región cada año, con la posibilidad de aumentar considerablemente su capacidad y funciones en caso de que avance la propuesta de Putin y Erdogan. Aunque para los europeos puede representar tratar directamente con el actor incómodo de la región: Türkiye.
El proyecto del Turk Stream surge luego de que el proyecto South Stream, comenzado en 2012, se cancelara en 2014 debido a las sanciones contra Rusia impuestas por Europa. Con una capacidad de 63 mil millones de metros cúbicos por año, el South Stream habría convertido a Bulgaria en el centro de reparto para Grecia, Italia, Serbia, Hungría, Eslovenia, y Austria. Por lo que, con la anulación de la construcción de South Stream, Bulgaria perdió cientos de millones de dólares en ingresos anuales de tránsito.
Rusia – UE
La cancelación del South Stream significó un duro golpe contra Rusia en ese momento, pero con el tiempo vemos que los países europeos, principalmente los de Europa del este, son los que actualmente sufren las consecuencias.
Putin tiene claro que el bloque EEUU-Reino Unido-OTAN busca cortar y destruir cualquier relación entre Europa y Rusia, y Europa-China, impidiendo el desarrollo de los vínculos euroasiáticos y perjudicando especialmente a sus socios europeos. Con la guerra en Ucrania, han logrado concretar ese objetivo, aunque habrá que ver cuánto aguantarán los países europeos seguir detrás de las decisiones de Washington que ha demostrado una y otra vez que sólo velan por sus intereses, y si eso implica hundir en crisis a sus socios pues no tienen ningún inconveniente.
Nord Stream significaba sólidas relaciones entre Alemania y Rusia, seguir alimentando el potencial industrial alemán, un importante punto inicial hacia la autonomía estratégica europea y la construcción junto al proyecto euroasiático, y seguridad energética europea a bajo costo. En ninguno de estos ítems cabía EEUU.
Los ataques contra el Nord Stream, especialmente el Nord Stream II, no son nuevos. Desde hace años que la administración estadounidense buscó sin éxito detener la construcción y luego la habilitación del gasoducto.
Incluso, en el mismo período del atentado a los Nord Stream, hubo un intento de sabotaje al Turk Stream que fue rápidamente detenido por Rusia y Türkiye. Es decir, están buscando cortar toda vía de vínculos entre Eurasia y Europa, perjudicando, de paso, a dos grandes y ‘molestas’ potencias europeas: Alemania y Türkiye, pero también a toda la región, especialmente a Europa del Este.
«¿Y quién está detrás del sabotaje en Nord Stream? Obviamente, los que buscan romper finalmente los lazos entre Rusia y la Unión Europea: los que quieren finalmente socavar y acabar con la soberanía política de Europa, debilitar su potencial industrial, tomar el control, el mercado», subrayó Putin en el foro de la Semana de la Energía de Rusia.
De acuerdo a la empresa Gazprom, los Nord Stream sufrieron severos daños y la posibilidad de restauración no sólo implica logística tecnológica, sino también decisión política por parte de la UE y Alemania. Incluso, el presidente ruso aseguró que Moscú está dispuesta a seguir suministrando gas de forma estable a Europa, sea por Nord Stream o Turk Stream, pero que la decisión está del lado europeo, y que luego del atentado, Türkiye a demostrado ser «la ruta más confiable hoy en día para las entregas”.
Türkiye – UE
Türkiye, miembro de la OTAN pero no de la Unión Europea, sigue aumentando su importancia geoestratégica en la región. Con el avance del proyecto de consolidar a Türkiye como centro de distribución de gas ruso en la región, Ankara refuerza su rol geopolítico lo que también implica intensificar su rol de socio incómodo tanto para Bruselas como para EEUU/OTAN.
Los países europeos deberían negociar directamente con Türkiye sobre acuerdos energéticos (hasta precios) y posiblemente negociar también puntos de tensión que arrastran los vínculos con Ankara, como la escalada con Grecia, la situación con Chipre y el Mediterráneo o la incorporación de Finlandia y Suecia a la Alianza del Atlántico Norte (OTAN). Este punto pone a Türkiye en una posición hartamente provechosa.
“Tanto si se trata de la exportación de grano de la región del Mar Negro como del suministro de energía de los países productores del Este, el Bósforo y los enlaces con Eurasia volverán a desempeñar un papel geopolítico crucial, como tantas veces en la historia. El hecho es que Turquía es ahora esencial para la seguridad europea”, escribió Karin Kneissl, ex ministra de Asuntos Exteriores de Austria.
La importancia geopolítica de Türkiye no se agota en su rol vinculado a Europa, sino que confluye principalmente por ser el puente, un puente muy confiable para diversos actores, entre Asia y Europa.
Eurasia en el proyecto turco
Türkiye construye sus relaciones exteriores y consolida su posicionamiento internacional, especialmente regional, a consciencia de la gran importancia geopolítica que posee e identificando claramente a los actores y sus intereses con Ankara. Esto concluye en una sobresaliente lectura respecto al papel que las economías euroasiáticas están ganando en el terreno internacional.
Türkiye mira hacia Eurasia y se encuentra más interesado en ser miembro de la Organización de Cooperación de Shanghai que de la UE; reforzar sus vínculos con moscú y Pekín y; consolidarse como actor clave en los vínculos regionales tanto en el área árabe islámica como en Europa
El Ministro de Finanzas turco, Nureddin Nebati expresó este punto con total claridad durante la conferencia “Invertir en la humanidad: habilitar un nuevo orden global”, llevada a cabo en Riyadh, Arabia Saudita.
“El papel de las economías euroasiáticas será fundamental en un período de tiempo tan difícil. En las proyecciones para 2050, se espera que las economías asiáticas representen la mitad de la economía mundial, y si también sumamos Europa, se espera que las economías euroasiáticas representen alrededor del 70 por ciento de la economía mundial. Y como Türkiye, estamos ubicados en el centro de estos cambios masivos. Si bien Türkiye participa en muchas organizaciones bilaterales y multilaterales en la región asiática, está creciendo simultáneamente con los países euroasiáticos que están fortaleciendo su presencia económica en el mercado global”.
El golpe más duro por el atentado a los Nord Stream se lo llevó Europa, especialmente Alemania, mientras que Polonia sacó ventaja, Türkiye consolida su importancia geopolítica, Rusia se adapta a nuevos escenarios en sus vínculos con Europa y, Estados Unidos sigue dispuesta a todo para eliminar cualquier posibilidad de que Europa se suba al tren del proyecto euroasiático y la multipolaridad.
Micaela Constantini, periodista y parte del equipo de PIA Global.
Foto de portada: De izquierda a derecha: el primer ministro búlgaro Boyko Borisov, el presidente ruso Vladimir Putin, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan y el presidente serbio Aleksandar Vucic asisten a la ceremonia de inauguración de un nuevo gasoducto «TurkStream» el 8 de enero de 2020 en Estambul [ALEXEY DRUZHININ/SPUTNIK/AFP a través de Getty Images].
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