Así lo afirma un análisis publicado por el Financial Times. Un estudio de 600 informes anuales y estados financieros de 2023 de grupos europeos muestra que 176 empresas registraron amortizaciones de activos, gastos relacionados con el cambio de divisas y otros gastos extraordinarios como consecuencia de la venta, el cierre o la reducción de activos en Rusia, afirma.
La cifra agregada, precisa el análisis del FT, no incluye las repercusiones macroeconómicas indirectas de la guerra, como el aumento de los costes de la energía y las materias primas.
Los costes de retirada más elevados se concentran en unos pocos sectores expuestos. Los que sufrieron mayores amortizaciones y cargos son los grupos petroleros y gasísticos, donde sólo tres empresas – BP, Shell y TotalEnergies – registraron cargos totales por valor de 40 600 millones de euros.
Las pérdidas se vieron contrarrestadas con creces por la subida de los precios del petróleo y el gas, que ayudó a estos grupos a registrar unos beneficios totales de unos 95.000 millones de euros (104.000 millones de dólares) el año pasado.
Los servicios públicos sufrieron un golpe directo de 14.700 millones de euros, mientras que las empresas industriales, incluidos los fabricantes de automóviles, sufrieron pérdidas de 13.600 millones de euros.
Las empresas financieras, incluidos bancos, aseguradoras y sociedades de inversión, registraron 17.500 millones de euros en amortizaciones y otros cargos.
Por el contrario, las acciones de las empresas de la industria militar mejoraron debido al conflicto.
La encuesta también reveló que más del 50% de las 1.871 empresas de propiedad europea presentes en Rusia antes de la guerra siguen operando en el país a pesar de las sanciones.
Artículo publicado en Contropiano.
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Foto de portada: extraída de Contropiano.
