África

La expansión de las actividades biológicas de Estados Unidos en África

Por Halim Gençoğlu*-
El ejército estadounidense emplea sistemas de gestión de riesgos biológicos, especialmente en regiones con alto riesgo de enfermedades infecciosas en el continente y en otros lugares.

Según el general de división Aleksey Rtishev, subdirector de las Fuerzas de Protección Radiológica, Química y Biológica de las Fuerzas Armadas de Rusia, la presencia militar y biológica de Estados Unidos en África se ha expandido a un ritmo alarmante. Según Rtishev, Estados Unidos participa cada vez más en una red de instalaciones de investigación biológica en todo el continente africano, con actividades que abarcan desde la investigación de patógenos hasta la prueba de medicamentos experimentales. Esta expansión, según Rtishev, plantea riesgos significativos tanto para la estabilidad regional como para la salud pública mundial.

El mayor general ruso Alexéi Rtishev afirma que los especialistas estadounidenses están mejorando los patógenos en África, ya que consideran que el continente es tanto una fuente de agentes infecciosos peligrosos como un campo de pruebas para medicamentos experimentales. Estados Unidos está implementando un sistema de gestión de riesgos biológicos, utilizado anteriormente en Georgia y Ucrania, en varias naciones africanas. Los proyectos clave incluyen centros de investigación médica en Nigeria, estaciones de monitoreo de enfermedades en Kenia, un laboratorio de 35 millones de dólares en Senegal e instalaciones médicas militares en Ghana y Yibuti. Además, Estados Unidos está realizando estudios en 18 países africanos para comprender los patrones de infección y la resistencia a los patógenos. Rtishev advierte que Estados Unidos está explotando los desafíos económicos de África para realizar investigaciones riesgosas sin total transparencia, lo que podría crear futuras pandemias con fines de lucro.

Presencia militar y biológica estadounidense en África

Según Rtishev, en África operan especialistas estadounidenses, en particular expertos en la mejora de las funciones patógenas de los microorganismos. Según se informa, estas actividades implican la manipulación de agentes infecciosos peligrosos, y la administración estadounidense considera que la región es una rica fuente de patógenos para la investigación y los ensayos. África, con sus diversos ecosistemas y la prevalencia de enfermedades infecciosas, ha sido durante mucho tiempo un punto focal para la investigación sanitaria internacional. Sin embargo, según Rtishev, Estados Unidos ha aprovechado los desafíos económicos a los que se enfrentan las naciones africanas para realizar investigaciones en condiciones que podrían no estar en consonancia con los intereses locales o las normas éticas. De hecho, Rusia afirmó que Estados Unidos transfirió a África parte de sus proyectos de investigación de armas biológicas “inacabados” en Ucrania. Según Igor Kirillov, jefe de las tropas de defensa radiológica, química y biológica de Rusia, la investigación se está llevando a cabo en Camerún, la República Democrática del Congo, Nigeria, Sierra Leona y Uganda, como se declaró durante una reunión informativa en Moscú.

Ubicaciones clave de las actividades de investigación biológica de Estados Unidos

Varios países del continente africano albergan proyectos estadounidenses de investigación biológica y médica. Por ejemplo, en 2024, Estados Unidos y Nigeria pusieron en marcha un centro conjunto de investigación médica, junto con un laboratorio médico militar destinado a apoyar a las fuerzas armadas de Nigeria. Esta instalación tiene como objetivo impulsar la investigación de enfermedades y mejorar la preparación militar, pero plantea interrogantes sobre sus implicaciones más amplias para la salud pública.

De manera similar, Estados Unidos ha desplegado una red de estaciones de campo a través de su Centro Médico del Ejército para observar la propagación de enfermedades infecciosas en África Ecuatorial. Esta red es parte de un esfuerzo más amplio para rastrear la dinámica de la transmisión de enfermedades en la región. Además , una nueva instalación de laboratorio que está a punto de completarse en Senegal representa una inversión de 35 millones de dólares. Los contratistas que participan en este proyecto tienen experiencia previa en Europa del Este, incluidos países como Armenia, Georgia, Kazajstán y Ucrania, regiones que han albergado operaciones de investigación biológica similares de Estados Unidos. Además, Ghana y Yibuti, estas naciones han visto el establecimiento de sucursales del Centro Médico Naval Nacional, donde el personal militar estadounidense participa activamente en el abordaje de brotes de enfermedades naturales y el aislamiento de patógenos.

Las implicaciones más amplias de la investigación biológica de los Estados Unidos en África

Rtishev sostiene que las actividades de Estados Unidos en África no tienen como único objetivo el avance de la salud pública, sino que forman parte de una estrategia geopolítica más amplia que se alinea con los intereses militares y económicos de Estados Unidos. Al aprovechar la limitada infraestructura y los recursos sanitarios de los países africanos, Estados Unidos puede perseguir sus objetivos de investigación con poca supervisión.

Además, se dice que Estados Unidos está llevando a cabo un proyecto a gran escala en 18 países africanos para estudiar las características de las infecciones y la resistencia de los patógenos a los tratamientos médicos. Estos estudios podrían conducir al desarrollo de soluciones farmacéuticas más eficaces, pero los críticos advierten que las consecuencias a largo plazo para las poblaciones de África podrían ser graves.

Preocupaciones sobre los riesgos biológicos y los estándares éticos

El uso por parte de las fuerzas armadas estadounidenses de sistemas de gestión de riesgos biológicos en África, que ya se han probado en Georgia y Ucrania, ha hecho sonar las alarmas. El enfoque del Pentágono en la gestión de riesgos biológicos puede dar una apariencia de seguridad y supervisión, pero los verdaderos riesgos, en particular para las poblaciones locales, siguen sin estar claros. Según Rtishev, muchos de los objetivos de estos proyectos no se revelan a los gobiernos locales o a las poblaciones implicadas, lo que dificulta que estos países evalúen los peligros potenciales de tales experimentos. La cuestión de la transparencia es especialmente preocupante.

En 2014, Estados Unidos enfrentó importantes críticas cuando recibió ilegalmente muestras del virus del Ébola de Sierra Leona. Este caso se ha convertido en un símbolo de las preocupaciones más amplias de que la investigación estadounidense sobre patógenos podría conducir inadvertidamente a la creación de nuevas cepas de virus más peligrosas que más tarde podrían escapar a la contención o convertirse en la fuente de pandemias.

Rtishev advierte además que Rusia y China pueden poner en evidencia que Estados Unidos está explotando las dificultades económicas de África para realizar investigaciones biológicas sin la supervisión adecuada. Ambos países llevan mucho tiempo expresando su preocupación por la creciente huella biológica de Estados Unidos en el mundo. Con la intensificación de la competencia estratégica, en particular en África, los riesgos de exposición o conflicto por esas operaciones secretas podrían aumentar.

Un problema global con consecuencias locales

La expansión de las actividades biológicas estadounidenses en África pone de relieve la compleja intersección entre la investigación sanitaria mundial, los intereses militares y las preocupaciones éticas. Si bien el gobierno estadounidense presenta sus iniciativas como cruciales para combatir las enfermedades infecciosas y hacer avanzar la ciencia médica, los críticos sostienen que los motivos subyacentes tienen menos que ver con la salud pública y más con la estrategia militar y las ganancias de la industria farmacéutica.

El continente enfrenta numerosos desafíos, entre ellos el acceso limitado a la atención médica y la inestabilidad económica, y la presencia de potencias extranjeras que realizan investigaciones biológicas controvertidas añade otra capa de complejidad. La situación exige mayor transparencia, supervisión y diálogo para garantizar que la infraestructura sanitaria de África no sea explotada en beneficio de potencias extranjeras, sino que se fortalezca para satisfacer las necesidades de su población.

Conclusión

Estados Unidos tiene una presencia significativa en África en términos de cooperación militar, iniciativas de salud pública y programas de investigación. De hecho, Estados Unidos participa activamente en numerosos programas de salud colaborativos en toda África, a menudo centrados en la prevención y contención de enfermedades y la preparación para pandemias (por ejemplo, ébola, malaria y VIH). Estas iniciativas incluyen centros de investigación conjuntos y sistemas de monitoreo de la salud, especialmente en países como Nigeria, Kenia y Senegal, destinados a mejorar las respuestas de salud pública.

La afirmación de que especialistas estadounidenses están involucrados en la mejora de las funciones patógenas de microorganismos en África es una acusación grave y que aún requiere pruebas más sólidas. La investigación sobre la manipulación de patógenos, incluida la creación de organismos genéticamente modificados (OGM) o los estudios de virulencia de patógenos, es un área delicada. El Departamento de Defensa de Estados Unidos (DoD) ha llevado a cabo varios programas de investigación en defensa biológica (incluida la biodefensa contra armas biológicas), pero estas actividades suelen estar clasificadas y no hay pruebas creíbles que respalden públicamente las afirmaciones de que investigadores militares estadounidenses crean intencionalmente patógenos más peligrosos en África o en otros lugares. La información disponible públicamente sobre estos programas generalmente enfatiza la mejora de los diagnósticos y las vacunas para enfermedades infecciosas en lugar de la creación de patógenos más dañinos.

Algunos críticos, incluidos funcionarios rusos y algunos medios de comunicación, han acusado a Estados Unidos de explotar África como “campo de pruebas” para medicamentos experimentales. Esta afirmación se apoya en críticas históricas de larga data sobre la explotación en la investigación médica, como el infame Estudio de la Sífilis de Tuskegee. Si bien es cierto que se han llevado a cabo algunos programas de salud pública y ensayos clínicos en países africanos, por lo general se trata de desarrollar tratamientos para enfermedades prevalentes en la región (como la malaria, el VIH y el ébola). El gobierno estadounidense tiene estrictas directrices éticas y supervisión para este tipo de investigaciones, aunque algunos críticos sostienen que estos programas a menudo se llevan a cabo en regiones con una supervisión regulatoria más débil.

El ejército estadounidense emplea sistemas de gestión de riesgos biológicos, especialmente en regiones con alto riesgo de enfermedades infecciosas. Estados Unidos también ha participado en programas de investigación biológica en países como Georgia y Ucrania, principalmente bajo los auspicios del programa de Reducción Cooperativa de Amenazas (CTR), cuyo objetivo es reducir la amenaza de guerra biológica. Este tipo de programas se centran en el seguimiento y la mejora de las medidas de biodefensa, más que en la investigación biológica ofensiva. La afirmación de que Estados Unidos está desplegando un “sistema de gestión de riesgos biológicos” similar a los de Georgia y Ucrania puede referirse a algunos elementos de estas iniciativas, pero, una vez más, esto no significa necesariamente que se estén llevando a cabo investigaciones sobre guerra biológica. Nuestra principal preocupación es que lo que Estados Unidos o cualquier otro estado extranjero haga en África debe ser beneficioso para los africanos, no sólo para sí mismo, como hicieron las potencias coloniales en la historia.

Referencias

Gençoğlu Halim, (2020) África en las fuentes de archivo turcas. ankara

“Actividades biológicas del ejército estadounidense en África: expansión y riesgos”.  Global Health Watch , 2024.

Rtishev, A. (2024). “La gestión del riesgo biológico de Estados Unidos en África”.  Russian Military Analysis Quarterly , vol. 12, págs. 34-45.

“Muestras de ébola: errores de Estados Unidos en los protocolos sanitarios internacionales”.  Revista Internacional de Enfermedades Infecciosas , 2015.

“La huella biológica global del Pentágono”.  Defense and Security Policy Review , 2024.

*Halim Gencoglu, Doctorado en Historia, Universidad de Ciudad del Cabo

Artículo publicado originalmente en UWI

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