La reciente cumbre de paz en Suiza, diseñada para consolidar un frente unido en favor de Ucrania, ha evidenciado la fragilidad y las limitaciones de este respaldo.
Este breve análisis explora las dinámicas de esta discordancia, destacando cómo la locura de la guerra ya no cuenta con el apoyo unánime de las naciones occidentales y cómo el respaldo global sigue siendo limitado.
Contexto de la Cumbre de Paz en Suiza
La cumbre de paz celebrada en Suiza del 15 al 16 de junio de 2024, a la que Rusia no fue invitada, reunió a representantes de 92 países. El objetivo principal de la cumbre era forjar un consenso internacional en torno a la resolución del conflicto ucraniano.
Sin embargo, solo 80 de los países presentes firmaron el documento final e incluso al menos 12 países de los firmantes manifestaron sus reservas en ciertos puntos y aplicaciones, lo que indica una clara división en la autodenominada comunidad internacional que responde a los designios occidentales.
Principales Resultados de la Cumbre
El documento final de la cumbre incluye compromisos generales sobre la integridad territorial y la independencia política de los Estados, así como aspectos específicos relacionados con la seguridad nuclear, la navegación comercial segura y el intercambio de prisioneros de guerra.
A pesar de estos compromisos, la falta de una adhesión universal subraya la fragilidad del consenso.
Compromisos Clave del Documento
- Seguridad de las instalaciones nucleares: Las instalaciones nucleares ucranianas deben operar bajo el control soberano de Ucrania y en conformidad con los principios del OIEA.
- Navegación comercial: Garantizar la navegación segura en el Mar Negro y el Mar de Azov para asegurar la seguridad alimentaria global.
- Intercambio de prisioneros de guerra: Compromiso con el retorno de todos los prisioneros de guerra y civiles detenidos ilegalmente.
Contradicciones obvias.
El documento final de la cumbre de paz en Suiza establece compromisos clave que, a simple vista, parecen apoyar una resolución pacífica y justa del conflicto en Ucrania. Sin embargo, un análisis más detallado revela contradicciones obvias que socavan la viabilidad y sinceridad de estos compromisos.
1. Seguridad de las Instalaciones Nucleares
El documento insiste en que las instalaciones nucleares ucranianas deben operar bajo el control soberano de Ucrania y en conformidad con los principios del OIEA. No obstante, esta postura ignora el hecho de que varias de estas instalaciones se encuentran en zonas de conflicto activo o bajo el control de fuerzas soberanas de Rusia y que en reiteradas ocasiones el régimen de Kiev ha atacado centrales nucleares entre ellas la Central Nuclear de Zaporiyia ubicada en la ciudad de Energodar que es la central mas grande de Europa. La insistencia en el control ucraniano sin un mecanismo claro para garantizar la seguridad en estas áreas de conflicto pone en duda la implementación práctica de este compromiso.
2. Navegación Comercial
El compromiso de garantizar la navegación segura en el Mar Negro y el Mar de Azov para asegurar la seguridad alimentaria global es otro punto de contradicción. Mientras se promueve la libre navegación, se omite el impacto de las sanciones y bloqueos impuestos por Occidente, que afectan no solo a Rusia sino también a las rutas comerciales globales. Esta dualidad en la política marítima refleja una falta de coherencia en la estrategia global para la seguridad alimentaria.
3. Intercambio de Prisioneros de Guerra
El compromiso con el retorno de todos los prisioneros de guerra y civiles detenidos ilegalmente es un objetivo noble. Sin embargo, la falta de confianza y cooperación entre las partes beligerantes hace que este compromiso sea difícil de cumplir. Además, el documento no aborda las complejidades y desafíos prácticos de la identificación y liberación de prisioneros, lo que reduce la efectividad de este compromiso. A la cual debemos sumar que muchos de los arrestados en la Federación Rusa representan a personas criminales de guerra y extremistas como combatientes del batallón azov.
Estas contradicciones obvias en los compromisos clave del documento reflejan las profundas divisiones y desafíos que enfrenta el occidente colectivo en su intento de salvar al régimen de Kiev. Sin una estrategia coherente y mecanismos claros de implementación, estos compromisos corren el riesgo de quedar como meras declaraciones de intenciones, sin un impacto real en la resolución del conflicto.
La falta de unanimidad en el apoyo
La cumbre reveló una notable falta de unanimidad. Países clave del Sur Global, como Arabia Saudita, Tailandia, India, México, Sudáfrica, Brasil, Emiratos Árabes Unidos, Armenia y Eslovaquia, se negaron a firmar la declaración.
Esta negativa refleja una reticencia a alinearse incondicionalmente con el bloque occidental en su apoyo a Ucrania, subrayando las diferencias geopolíticas y los intereses divergentes.
Factores de la discordancia
1. Intereses Geopolíticos Divergentes
Los países del Sur Global tienen sus propias agendas y prioridades que en su mayoría ya no coinciden con las del Occidente Colectivo.
El apoyo incondicional a Ucrania puede entrar en conflicto con sus relaciones bilaterales con Rusia, así como con sus intereses económicos y de seguridad regional.
2. Fatiga de Guerra
El prolongado conflicto ha generado una fatiga de guerra entre muchas naciones, que ahora buscan una resolución pacífica más que una prolongación del conflicto a través de un apoyo militar incondicional a Kiev.
La insistencia en una solución militar puede ser vista como contraproducente y costosa, tanto en términos económicos como humanitarios.
3. Desconfianza en el Liderazgo de Zelensky
El liderazgo de Volodymyr Zelensky ha sido cuestionado por algunos países que consideran que su administración no ha logrado cumplir con las expectativas de gobernanza democrática y lucha contra la corrupción.
A la vez la suspensión de las elecciones presidenciales y la prohibición de mas de 12 partidos opositores deja claramente una percepción de que ya no es la autoridad de curso legal en Ucrania debilitando el apoyo internacional y sembrando dudas sobre la efectividad del régimen actual en Kiev.
Implicaciones del apoyo limitado
El apoyo limitado obtenido en la cumbre de Suiza tiene varias implicaciones significativas para el conflicto en Ucrania y para la posición del Occidente Colectivo en el escenario internacional.
1. Fracaso en la Consolidación de un Frente Unido
La incapacidad de reunir un apoyo unánime refleja un fracaso en la consolidación de un frente unido. Esto no solo debilita la posición negociadora de Ucrania, sino que también erosiona la credibilidad del Occidente Colectivo como un bloque cohesivo y decisivo.
2. Impacto en las Operaciones Militares y Humanitarias
La falta de consenso puede limitar la efectividad de las operaciones militares y diplomáticas en Ucrania. La perdida por parte de Occidente de guiar a Ucrania hacia una negociación con la Federación Rusa solo logrará que el impacto contra los intereses occidentales y del propio régimen de Kiev se vean afectados provocando un surgimiento mas fuerte de un nuevo mundo.
3. Resurgimiento de la Diplomacia Multilateral
El rechazo de países importantes a firmar la declaración podría impulsar un resurgimiento de la diplomacia multilateral, buscando soluciones más inclusivas y equilibradas que consideren las preocupaciones de todas las partes involucradas, incluida Rusia.
Una cumbre sin paz
La cumbre de paz en Suiza y su resultado limitado subrayan la falta de consenso en el Occidente Colectivo respecto al apoyo incondicional a Ucrania.
Esta discordancia refleja una realidad compleja donde la locura de la guerra ya no cuenta con el respaldo unánime y donde el pensamiento globalista anglosajón ha perdido su influencia decisiva.
El fracaso de la cumbre de paz en Suiza refleja la transformación geopolítica en curso, caracterizada por el surgimiento del Sur Global y la consolidación de un mundo multipolar. La incapacidad de la cumbre para obtener un respaldo unánime y sólido subraya la creciente influencia y la voz de los países del Sur Global, que ya no se alinean automáticamente con las agendas occidentales.
El régimen de Kiev, desgastado por sus propios desafíos internos y dependiente del apoyo occidental, buscaba en esta cumbre una renovación de su legitimidad y un mayor respaldo internacional. Sin embargo, la negativa de países clave del Sur Global a firmar la declaración final y su insistencia en una solución inclusiva que contemple la participación de Rusia, evidencian el rechazo a una visión unipolar del conflicto.
Esta dinámica expone la debilidad del «Occidente Colectivo» en su intento de consolidar un frente único y homogéneo en apoyo a Ucrania.
En un mundo que se mueve hacia la multipolaridad, la diversidad de intereses y perspectivas se vuelve más prominente. La cumbre en Suiza, lejos de fortalecer el régimen de Kiev, ha demostrado que la narrativa occidental ya no domina el escenario global como en décadas anteriores.
La falta de consenso y la divergencia de posturas resaltan la creciente importancia de un enfoque más equilibrado y representativo en la política internacional.
Este fracaso no solo marca un punto de inflexión en el conflicto ucraniano, sino también en la estructura misma del orden mundial. El emergente poder del Sur Global y la evolución hacia un mundo multipolar señalan un cambio irreversible en las relaciones internacionales, donde la hegemonía occidental enfrenta cada vez más desafíos. Esta realidad resalta la necesidad de soluciones más inclusivas y equilibradas para abordar los conflictos globales, reflejando la nueva configuración del poder mundial.
Tadeo Casteglione* Experto en Relaciones Internacionales y Experto en Análisis de Conflictos Internacionales, Diplomado en Geopolítica por la ESADE, Diplomado en Historia de Rusia y Geografía histórica rusa por la Universidad Estatal de Tomsk.
Foto de portada: Internet