El orden mundial actual, que se ha caracterizado por la competencia de las grandes potencias, ha revivido la llamada nueva lucha por África. Con varios estados de superpotencia intensificando sus intereses de datos largos en el continente africano para satisfacer sus necesidades, ha prestado poca atención a las necesidades del supuesto donante benévolo: el continente africano mismo.
Dadas las necesidades energéticas cada vez mayores del mundo industrial, el suministro de energía alternativa en África ha convertido al continente en un destino atractivo.
Los líderes africanos también dan la bienvenida a esto dado que la mayoría de los estados del continente siguen siendo pobres y fortalecen luchando en su búsqueda de la industrialización considerando su deseo de modernizarse.
Plagado de problemas que bordean la inseguridad debido a las actividades de grupos extremistas violentos o a la reciente ola de retroceso democrático que se ha extendido por algunos estados del continente, particularmente en África occidental, uno solo puede imaginar las perspectivas de lograr una verdadera modernización en medio de estos retos persistentes
Los peligros de la situación actual tienen consecuencias de gran alcance en varios sectores del continente, como la cadena de suministro.
África sufre déficits de infraestructura críticos y requiere cantidades significativas de recursos financieros para remediar su difícil.
Un informe señala que se requiere un total de 81 billones de dólares durante un período de 30 años para cerrar las brechas de infraestructura crítica de Nigeria, la economía más grande de África.
‘La disponibilidad de energía es un elemento crucial’
La disponibilidad de energía es un elemento crucial para fomentar la fabricación y la producción, las cuales son esenciales para el crecimiento económico y el desarrollo de África.
También es probable que los inversores puedan restablecer plantas de fabricación en países donde se les garantice la disponibilidad de electricidad para alimentar estas fábricas.
Lo que es más importante, requiere un entorno seguro en el que no se preocupen de que extremistas violentos secuestren a los trabajadores para pedir rescate.
Durante las conversaciones de la COP27 sobre el cambio climático, recientemente concluidas, los líderes mundiales reiteraron su promesa y compromiso de garantizar un mundo habitable en medio de la amenaza que representa los riesgos climáticos.
En el pasado, tales promesas parecen haber sido estropeadas por intrigas políticas que abandonaron a las naciones más vulnerables de África a merced de quienes no serían responsables de la acción climática.
Necesidades de industrialización
Se ha reconocido la necesidad de tomar medidas decisivas en este sentido, con países como Estados Unidos dispuesto a proporcionar a los estados africanos 300MW de energía nuclear para satisfacer sus crecientes necesidades de industrialización.
Si bien esto tiene el potencial no solo de abordar significativamente la escasez de energía que se ha asociado con la mayoría de los estados africanos, también podría ayudar a la cadena de suministro al reducir el costo de producción en un continente que depende en gran medida de la venta y exportación de comunidades primarias.
Sin embargo, un obstáculo importante sigue siendo la amenaza que representa las actividades de los actores violentos no estatales.
Las consecuencias para la paz y la seguridad mundial de que los grupos terroristas en el continente africano obtengan materiales nucleares y los conviertan en bombas sucias solo pueden imaginarse.
Tres pasos críticos a seguir
Los estados africanos deben reconocer que para llegar desde donde están hasta donde desean estar en su viaje hacia la modernización y la industrialización, primero se deben tomar ciertos pasos críticos.
El primero de los cuales es ejercer la voluntad política que tanto se necesita para actuar.
Varios estudios han establecido que el aumento y la prevalencia del extremismo violento podrían atribuirse a problemas como la mala gobernanza, la corrupción endémica, las instituciones débiles, la marginación política y las frágiles relaciones entre el Estado y la sociedad.
Existe la necesidad de un esfuerzo consciente y deliberado por parte de los líderes africanos para abordar estas causas fundamentales subyacentes del extremismo violento que se encuentran principalmente en el ámbito de la política.
En segundo lugar, los estados africanos también deben reconocer y aceptar la urgencia de la necesidad de diversificar sus economías.
Cuando han dependido únicamente de un producto básico monolítico como el petróleo, tomar medidas decisivas para garantizar que la dependencia excesiva de dichos productos se convierta en una cosa del pasado no solo es fundamental para reducir los efectos de las perturbaciones mundiales, sino también para reducir las perspectivas de vulnerabilidad.
Esto también requiere una demostración de voluntad política para lograr la búsqueda de la modernización y la industrialización.
Como tercer paso, los estados africanos deben ser deliberados acerca de invertir duramente en ciencia y tecnología de una manera que garantice rendimientos óptimos.
Tener una ventaja en un mundo cada vez más competitivo requiere que África haga la transición de soluciones autónomas a soluciones impulsadas por la tecnología a medida que busca cerrar las brechas en sus necesidades energéticas.
Hacer todo esto más temprano que tarde podría ser lo que determine si su búsqueda de modernización e industrialización sigue siendo un sueño o una realidad.
Artículo publicado originalmente en The Africa Report
Foto de portada: “Scouts en Durban están aprendiendo sobre energía renovable y están preparando dos remolques equipados con paneles solares y una turbina eólica. REUTERS/Rogan Ward”