En lo que significó la tercera visita oficial de alto nivel de EE.UU. a China en menos de un mes, el enviado especial de EE.UU. para el clima, John Kerry, aterrizó el último domingo en el país asiático para reunirse con autoridades y debatir sobre el cambio climático.
En la misma visita, Kerry hizo hincapié en los esfuerzos de ambas partes por estabilizar la relación bilateral. «Gracias a los esfuerzos del presidente Biden y del presidente Xi por estabilizar la relación, ahora podemos, espero, avanzar de aquí a la reunión de la COP 28 en los EAU, en diciembre», declaró Kerry en su discurso de apertura de una reunión con el primer ministro chino, Li Qiang.
La semana anterior, Li se reunió en el mismo edificio con la Secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen. También fue el escenario de la reunión que mantuvieron a fines de junio el Secretario de Estado estadounidense Antony Blinken y el Presidente chino Xi Jinping.
La visita de Blinken llegó después de que escalaran las tensiones entre ambos países por la situación en la isla de Taiwán y los esfuerzos de Estados Unidos por forzar un conflicto armado que lo llevara a una confrontación militar con China, lo cual hasta el momento no sucedió. En dicha oportunidad las conversaciones sobre el clima, una de las pocas áreas de cooperación, habían llegado a suspenderse temporalmente.
Estados Unidos y China son los mayores contaminadores del mundo en un contexto de crsis creciente debido al hecho de que en las últimas semanas, las temperaturas globales han alcanzado máximos históricos.
El mundo se enfrenta a grandes «desafíos» para responder al cambio climático, afirmó Li. «Corresponde a China, a Estados Unidos y, de hecho, a todos los países del mundo reforzar la coordinación con consenso y la rapidez de las acciones»afirmó el primer ministro chino.
Tras su reunión con el jefe de la diplomacia china, Wang Yi, Kerry también hizo hincapié en la cuestión de la estabilidad. «Biden está muy comprometido con la estabilidad dentro de esta relación y también con lograr esfuerzos juntos, que puedan marcar una diferencia significativa en el mundo. Nuestra esperanza ahora es que esto pueda ser el comienzo de una nueva definición de la colaboración y la capacidad de resolver las diferencias entre nosotros».
Sobre la charla y la cuestión climática, Wang expresó: «Por supuesto, impulsar la cooperación en materia de cambio climático se inscribe en el ámbito más amplio de las relaciones entre China y Estados Unidos». A su vez, destacó que los dos países podrían resolver los problemas siempre que el diálogo se basara en la «igualdad» y con «respeto mutuo».
Las conversaciones sobre el clima entre Estados Unidos y China se habían suspendido luego de que la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, visitara Taiwán en agosto del año pasado, provocando la ira de Pekín.
Las tensiones entre Estados Unidos y China se han extendido también a la cuestión tecnologica, con los esfuerzos estadounidenses por limitar el acceso chino a la tecnología de semiconductores de gama alta.
Tras las últimas visitas de altos funcionarios estadounidenses a Pekín, se espera que funcionarios chinos de alto nivel visiten Estados Unidos en una fecha sin especificar. Desde su llegada a Pekín, Kerry se ha centrado en las conversaciones con su homólogo sobre el clima, Xie Zhenhua.
Si bien las conversaciones fueron cordiales en términos generales, hubo momentos de tensión. Durante la reunión con el primer ministro chino, Kerry citó un informe sobre una temperatura de 52°C (125,6°F) registrada en China unos días antes. Li intervino para preguntar si se trataba de un informe meteorológico oficial o de «pequeños» medios de comunicación, y si era una lectura desde tierra o desde el aire.
Ante el cuestionamiento, Kerry afirmó que había visto la noticia en televisión y dijo que la cita no buscaba apuntar responsables sino que hacía referencia al ritmo del cambio y a las predicciones para el futuro.
La noticia citada por Kerry apareció también en la Agencia Estatal de Noticias de China, la cual informó que la temperatura registrada «automáticamente» por una estación meteorológica local mostraba que el municipio de Sanbao, en Xinjiang, alcanzó el domingo un máximo histórico de 52,2ºC.
Los esfuerzos de Estados Unidos por aproximarse de China no significan un cambio en las intenciones del imperialismo norteamericano en la región. Mientras suceden estas reuniones de altos mandos de ambos países, la estrategia para mantener una presencia militar creciente en el continente se mantiene a través de acuerdos como AUKUS, Quad y la ampliación de la OTAN en Asia Pacífico, algo que por el momento se encuentra estancado pero que puede avanzar por otros medios que no sean los canales diplomáticos.
Por ser China el principal rival estratégico, tanto las conversaciones bilaterales sobre cuestiones tecnológicas, climáticas y económicas como también los intentos de Estados Unidos por forzar un conflicto bélico se vuelven parte de la agenda del imperialismo para los próximos años.
*Ana Laura Dagorret es analista internacional, coautora del Manual breve de geopolítica y parte del equipo de PIA Global. Link al newsletter semanal de la autora sobre actualidad geopolítica acá.
FOTO DE PORTADA: Pool/Reuters.