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Joe Biden cierra filas con Japón y Corea del Sur

Por Stefanie Bolzen*- Por primera vez, Joe Biden se reunió con mandatarios extranjeros en el retiro campestre del presidente estadounidense. No sólo coincidió con los líderes japoneses y surcoreanos en prepararse para un conflicto militar en Taiwán. También se preparó para una posible victoria republicana en las elecciones presidenciales.

Era la primera vez que Joe Biden recibía a mandatarios extranjeros en Camp David. El retiro campestre de los presidentes estadounidenses ha pasado a la historia como lugar donde Washington practica el arte de tantear las posibilidades de las relaciones exteriores. Ahora, Japón, Corea del Sur y Estados Unidos acordaron una colaboración más estrecha en materia de seguridad y consultas directas en situaciones de crisis.

La elección del lugar por parte de Biden dio un significado histórico a la cumbre con el Presidente surcoreano Yoon Suk Yeol y el Primer Ministro japonés Kishida Fumio. El mundo se enfrenta a un punto de inflexión, subrayó el presidente estadounidense, en el que los Estados democráticos tienen que asumir una nueva forma de liderazgo mediante la colaboración y la solidaridad.

El trío evitó identificar por su nombre a las dos potencias que figuran entre los impulsores de este cambio. Ni China ni Donald Trump aparecen en los Principios de Camp David. Pero es elocuente que los tres líderes «reafirmen la importancia de la paz y la estabilidad a través del estrecho de Taiwán».

Al mismo tiempo, Biden, Yoon y Kishida explicaron que los principios que acordaron son «el comienzo de nuestro nuevo capítulo» destinado a «guiar nuestra asociación trilateral en los años venideros». Están unidos en su convicción de que «el Indo-Pacífico es más fuerte cuando Japón, la República de Corea y Estados Unidos se unen».

Bajo este pronunciamiento subyacen los intentos de Tokio y Seúl de establecer un respaldo en caso de que Trump regrese a la Casa Blanca en las elecciones presidenciales de 2024. Durante la Administración Trump, el presidente republicano provocó una creciente inestabilidad en la región con sus avances (completamente inútiles) hacia Corea del Norte. Esta desestabilización se vio reforzada por sus amenazas de retirar el apoyo militar a Corea del Sur.

Con el acuerdo trilateral, Japón y Corea del Sur esperan institucionalizar unas relaciones de seguridad que sobrevivan a una posible segunda era Trump. El hecho de que los dos países hayan dejado de lado su conflicto de décadas sobre las reparaciones a los coreanos obligados a trabajar para los japoneses es otro capítulo histórico que se ha escrito en Camp David.

*Stefanie Bolzen es periodista corresponsal de Welt en Washington.

Artículo publicado originalmente en Welt.

Foto de portada: El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ofrece una rueda de prensa conjunta con el primer ministro japonés, Fumio Kishida, y el presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, durante la cumbre trilateral celebrada en Camp David, cerca de Thurmont, Maryland, Estados Unidos, el 18 de agosto de 2023. Reuters.

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