Así se desprende del duro ataque del ministro de Defensa, Guido Crosetto, al secretario general saliente de la OTAN, Jens Stoltenberg, que decidió confiar a España y no a Italia la función de jefe del flanco sur de la alianza, nombrando al español Javier Colomina como adjunto.
Evidentemente, si el llamado «Mediterráneo ampliado» ha vuelto a cobrar importancia estratégica para la OTAN, los dirigentes de la Alianza no consideraban que esta relevancia pudiera confiarse al gobierno italiano.
Según Crosetto, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, cometió «una traición a un principio: fue Italia la que luchó por introducir el papel de enviado para el Frente Sur», declaró el ministro de Defensa en una entrevista a «La Stampa». «Le escribí un mensaje muy duro. Me enfureció y habrá consecuencias en términos de relaciones personales. La suya fue una traición a un principio: fue Italia la que había luchado por introducir el papel de enviado para el Frente Sur. Y en la cumbre de Washington, 32 dirigentes nos dieron la razón. Dentro de veinte años, los dos mil quinientos millones de habitantes de África serán el principal problema de la Alianza Atlántica, porque se convertirán en un ejército en manos de los países que ya han empezado a ocupar el continente en los últimos años: Rusia y China», señaló Crosetto.
Según el ministro de Defensa italiano, Stoltenberg no quería nombrar un representante para el Sur, pero tuvo que incluirlo en la resolución «porque Italia lo quería y así se vengó dándole el papel a un español». Italia, señaló finalmente Crosetto, no tiene ningún problema con la OTAN, sino sólo con Stoltenberg. Él es el único responsable, eligió a la persona para ese papel, basándose en criterios opacos y en una lógica burocrática interna, sin consultar con los aliados, quizás porque se guió por la lógica de la afiliación política, faltando a la primera de sus responsabilidades: ser super partes», subrayó Crosetto en la entrevista.
Para el gobierno italiano es el segundo desaire en pocos días. Primero había sido marginado de las funciones decisorias en la Comisión Europea, ahora en la OTAN, y ello a pesar de que su servilismo a ambas se había vuelto casi vergonzoso. Pero, al parecer, no sirvió de nada. A los fascistas el establishment sólo les reserva el «trabajo sucio», aquel contra los trabajadores y la izquierda, para el resto los dejan en la antesala.
*Federico Rucco, escribe en Contropiano.
Artículo publicado originalmente en Contropiano.
Foto de portada: El Ministro de Defensa Guido Crosetto con el Secretario General de la OTAN Jens Stoltenberg / ANSA.