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Los seguidores del Maccabi israelí protagonizan una jornada de disturbios y enfrentamientos en Ámsterdam

PIA Global comparte el análisis sobre cómo Israel manda dos aviones militares a los Países Bajos para “rescatar” a los ultras del equipo de Tel Aviv, mientras asesina al menos un centenar de personas en Gaza y Líbano en solo 24 horas..

Aunque Israel prosigue con su agresión a Palestina y Líbano, no ha sido retirado de ninguna instancia internacional deportiva o cultural. El equipo Maccabi de Tel Aviv, conocido por el extremismo de sus seguidores, acudía esta semana a jugar contra el Ajax de Ámsterdam, en el marco de la Liga de la UEFA. Si bien los organismos deportivos le permitieron disputar el partido durante la tarde del jueves, la presencia de este equipo en pleno genocidio, no ha sido bienvenida por gran parte de la población. Durante el partido, los fanáticos israelíes boicotearon el minuto de silencio dedicado a las víctimas de la dana en València.

Ya en la víspera del encuentro deportivo los seguidores del Maccabi decidieron mostrar su presencia en la ciudad, arrancando y quemando las banderas palestinas que encontraban a su paso y protagonizando enfrentamientos con la policía cuando se concentraron en la central Dam Square. Las autoridades policiales afirmaron de hecho que se habrían producido una veintena de detenciones por desórdenes públicos y posesión ilegal de explosivos. 

https://twitter.com/QudsNen/status/1854807000682500175

Tras un partido en el que perdieron 5 – 0 contra el Ajax de Amsterdam, los ultras —que lanzaron cánticos contra los árabes y justificando los ataques contra Gaza— protagonizaron choques con manifestantes pro palestinos que habían acudido a las inmediaciones del estadio a mostrar su indignación. Tras los incidentes, el ministerio de asuntos exteriores sionista denunciaba que 10 seguidores del Maccabi habrían resultado heridos, por lo que Israel destinará una misión militar con aviones medicalizados para rescatar a sus ciudadanos y repatriarlos.  El propio Benjamín Netanyahu se encargaba de anunciar la misión de rescate.

Crisis en Israel 

La destitución del ministro de defensa Joav Gallant, comunicada en plena noche electoral estadounidense, el pasado 5 de noviembre, ha supuesto un tumulto en la ya agitada vida política israelí. La destitución produjo disturbios en todo el país, exigiendo la dimisión de Netanyahu, quien justificó su decisión aludiendo a una “crisis de confianza” con su titular de defensa. Los manifestantes exigían también un acuerdo para liberar a los prisioneros de Hamás, en un marco en el que se señala que el primer ministro ha fallado en este sentido, uno de los frentes de choque entre el ministro de exteriores saliente y el líder del país. 

El ya ex ministro, que fuera sustituido por el afín a Netanyahu y hasta el martes ministro de asuntos exteriores, Israel Katz, explicaba ayer jueves ante los medios que su destitución respondía a varios desacuerdos: el primero respecto al precio a pagar para recuperar a los cautivos en Gaza. El ex ministro declaró que ya en julio, él y la cúpula militar consideraban que era un buen momento para llegar a un alto al fuego, y defendió también que los objetivos en Gaza estaban cumplidos por lo que la presencia de tropas israelíes en la franja ya no tendría sentido. Otro de los desacuerdos se refería al reclutamiento obligatorio de los ultraortodoxos, una apuesta decidido por parte del ya exministro.

Mientras Netanyahu aprovechaba el martes para anunciar la destitución de Gallant, la victoria de Trump provocaba alegría entre las tropas sionistas, en concreto uno de sus soldados era filmado disparando un lanza granadas contra edificios gazatíes, un hecho que el ejército israelí afirmó a la agencia Associated Press que sancionaría. En el vídeo, que circuló ampliamente por las redes sociales el soldado, antes de disparar a los ya destruidos edificios de viviendas, decía entre risas “esto va por la presidencia de Donald Trump. ¡Dios bendiga América! ¡Dios bendiga Israel!”.

https://twitter.com/EyeonPalestine/status/1854256258561237373

Los tumultos internos, no han desacelerado ni la limpieza étnica en Gaza ni la ofensiva contra Líbano: en solo 24 horas, cien personas han sido asesinadas en ambos territorios, 42 de ellas solo en el asediado norte de Gaza, 12 en un ataque a una escuela que albergaba personas desplazadas en el campo de refugiados de Shati, en la ciudad de Gaza. En total son 43.469 palestinas las personas asesinadas y 102.561 las heridas según las cifras oficiales en Gaza. En el norte de la franja al menos 95.000 personas no tienen acceso a comida o agua como resultado del asedio israelí, según Naciones Unidas. Ayer jueves una portavoz del organismo, Stephanie Tremblay, afirmaba que solo se había permitido el acceso una vez en el último mes para llevar suministros médicos. 

El pasado 5 de noviembre el diario Haaretz publicaba unas declaraciones provenientes de altas instancias del ejército israelí en las que se apuntaba a que las personas expulsadas del Norte de la franja no podrán volver, en línea con las sospechas de limpieza étnica programada que organizaciones de derechos humanos llevan denunciando desde hace tiempo como parte del llamada Plan General, que incluiría la anexión de partes considerables de la franja. Mientras, el ejército de ocupación se desmarcaban el jueves de las declaraciones filtradas a los medios israelíes, insistiendo en que su plan no es la adhesión del territorio.

En Cisjordania, las fuerzas israelíes han asesinado a trece palestinos en poco más de una semana, hiriendo a 26. Junto a los ataques del ejército, que además impide el acceso de la Media Luna Roja a los heridos, los colonos han protagonizado 35 ataques contra los palestinos en Cisjordania, según informaba Naciones Unidas. Junto a la continua ofensiva militar, Israel afianza el apartheid desde el flanco legislativo. Una ley aprobada esta semana en la Kneset permite la deportación de ciudadanos israelíes de ascendencia palestina cuando alguien de su entorno “haya planeado o cometido un ataque contra Israel”. 

La ley también permite esta deportación si se determina que la persona tenía conocimiento de las intenciones de su familiar y no lo denunció o si apoya o simpatiza con lo que Israel llama “organizaciones terroristas”. Cabe recordar que el parlamento israelí también votó el 28 de octubre para prohibir la Agencia de Naciones Unidas para las Personas Refugiadas Palestinas (UNRWA), una decisión con terribles consecuencias para cientos de miles de palestinos, según alertaban las organizaciones de derechos humanos.

https://twitter.com/UNIFIL_/status/1854522544071549354

En el caso de Líbano, las personas asesinadas ya llegan a 3.102, con 13.819 heridas. En el sur del país Israel hería ayer a seis miembros malayos de la UNIFIL en un ataque aéreo a un vehículo cercano en la ciudad de Saida en el que el ejército sionista mató a tres personas, una acción militar que las autoridades libanesas han definido como un “crimen de guerra”. Dada la situación, continua la evacuación de ciudadanos extranjeros, los últimos han sido los rusos, con un avión que ha repatriado a 89 ciudadanos de aquel país durante la jornada de ayer. La decisión sigue a la tomada previamente por países como Australia, Canadá, Reino Unido, China, Turquía o Francia.

Artículo publicado originalmente en El Salto.

Foto de portada: extraída de El Salto.

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