Aunque la agresión lanzada por las fuerzas de ocupación israelíes contra la Franja de Gaza, tras la operación “Diluvio de Al-Aqsa” el 7 de octubre de 2023, fue brutal, bárbara y destructiva, y provocó el martirio y heridas a decenas de miles, la mayoría niños, mujeres y ancianos, ante la mirada del mundo entero ¡¡Esto fue acompañado por la descarada propaganda de los sionistas de que ellos eran la “víctima” y que esa agresión es meramente en defensa propia!!
La idea del “monopolio del victimismo” o “el monopolio del exterminio” es fundamental en la propaganda sionista en todos los niveles, esa idea además de reflejar la soberbia demuestra el supremacismo y la influencia del pensamiento colonial occidental.
Monopolio del victimismo
Los sionistas aprovecharon la persecución a la que fueron sometidos los judíos -especialmente en la Rusia zarista a finales del siglo XIX- para movilizar apoyo a la idea de un Estado judío en Palestina dentro de las comunidades judías que rechazaban la ideología sionista. Sin embargo, esta idea cobró gran impulso tras la persecución nazi de los judíos previa y durante la II Guerra Mundial.
Con el gran esfuerzo sionistas se estableció la idea de la “víctima permanente”, presentando al “Genocidio” nazi como una prueba práctica del rechazo del mundo hacia los judíos (¡¡como que toda la humanidad es nazi!!).
Desde entonces se ha producido un proceso de “monopolio del victimismo”, de modo que la gente sólo los ve como víctimas del “Holocausto”.
Es extremadamente curioso que los sionistas, quienes dicen representar a los judíos, tienen las mejores relaciones con los europeos que los masacraban, y acusan al resto del mundo (palestinos, africanos, asiáticos, latinos) de ser “antisemitas”, aunque esos nunca persiguieron a los judíos ni cometieron Holocaustos contra nadie.
De este modo, los sionistas se presentan como la víctima perseguida y siempre amenazada; por lo tanto, tienen derecho a cometer cualquier atrocidad contra los “gentiles” para preservarse.
Mentalidad abolicionista
Por otro lado, lo que profundiza la idea del “monopolio del victimismo” es que la mentalidad sionista se caracteriza por ser una mentalidad abolicionista, es decir, que se basa en eliminar al otro a cambio de la autoafirmación. En esta mentalidad, borran toda una población al presentar a Palestina como “una tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra” (la abolición del pueblo palestino), y toda la violencia, la limpieza étnica y el desplazamiento asociado a ello es éticamente justificado, e incluso es un deber.
Así se genera la idea del “palestino ausente”, el cual, aunque esté presente en Palestina, no lo está para los sionistas, y su desplazamiento y expulsión de su tierra no es más que un proceso normal, en el que el palestino no merece la descripción de “víctima”.
Esta mentalidad es una “mentalidad conflictiva”, no puede coexistir con el otro, combina los complejos de miedo y desconfianza, y así limita sus opciones en la hegemonía y ampliar el control, por lo que el resultado natural es el conflicto y el derramamiento de sangre.

Mentalidad arrogante
Por otro lado, lo que también refuerza la idea del “monopolio del victimismo” es que el sionismo buscó instaurar entre los judíos el sentimiento colectivo de que son un “pueblo distinto”, el “pueblo elegido de Dios”, el pueblo con derechos absolutos otorgados por Dios. Se trata de una cultura profunda y muy extendida en la comunidad israelí.
Sobre esta base, se encuentran docenas de llamados de altos rabinos y figuras religiosas que llaman al asesinato de civiles palestinos, como Abraham Avidan, Ovadia Yosef, Eyal Karim, Mordechai Eliyahu, Shlomo Eliyahu, Ysrael Rosen, entre otros.
Varios llamados de rabinos sionistas se basan en la aplicación a los palestinos del modelo “Amalék” mencionado en la Torá, según el primer libro de Samuel: “Ahora ve y golpea a Amalék, y destruye completamente todas sus propiedades, y no los perdones, pero matad al hombre y a la mujer, al niño y al infante, al buey y a la oveja, al camello y al asno”.
Sionismo y Nazismo
El peligro radica en la convergencia de la ideología sionista con la ideología nazi al emplear los intereses en el proceso de la toma de decisiones, separado totalmente de los valores y morales humanos. El nazismo prefirió la raza aria y exterminó a todos los que no tenían utilidad ni beneficio para ellos: mató a los discapacitados, a los enfermos y a los gitanos, y no dudó en exterminar a los judíos. El sionismo -al igual que el nazismo y los regímenes coloniales- neutralizó los valores humanos, por lo que deshacerse de la población indígena (palestinos) se convirtió en un mero procedimiento que no tiene nada que ver con la moralidad.
Esto explica cómo “Israel” distorsiona el “derecho a la autodefensa”, ya que la lógica y el Derecho Internacional no otorgan a la fuerza de ocupación el derecho a la autodefensa, sino que se lo otorga al pueblo bajo ocupación, y por lo tanto el pueblo palestino es quien tiene derecho a defenderse hasta que se deshaga de la ocupación.
¡Una “víctima” brutal y agresiva!
Cuando las fuerzas de ocupación israelíes lanzaron su agresión contra la Franja de Gaza, estuvo acompañada de un torrente de declaraciones de líderes políticos, militares, figuras religiosas y líderes comunitarios, legitimando y justificando la matanza de civiles palestinos, las masacres, la limpieza étnica y la destrucción masiva, abarcando todo el espectro político de derecha, centro e izquierda.
Las declaraciones incluyeron la descripción del ex Ministro de “Defensa”, Yoav Galant, de los palestinos como “animales humanos” y la invocación por parte de Netanyahu de la memoria de la experiencia de los judíos con los amalecitas, sugiriendo implícitamente el genocidio al que se refiere su Torá contra los amalecitas. La declaración del Ministro de Educación, Rafi Peretz, de que no existe un pueblo palestino; las palabras del Ministro de Finanzas Smotrich de que no hay civiles en Gaza, las palabras del Ministro de Agricultura, Avi Dichter, sobre repetir la “Nakba” para los palestinos en Gaza, la declaración del Ministro de Patrimonio, Amichai Eliyahu, de la posibilidad de lanzar una bomba nuclear sobre Gaza, y la búsqueda de formas más dolorosas que la muerte para los palestinos, y el llamado del miembro de la Knesset Nissim, Fatori a quemar Gaza… entre otros.
Porque el “Monopolio del victimismo” requiere que otros (los palestinos) no tomen la forma de víctima y que nadie se arrepienta de haberlos matado; los políticos israelíes recurrieron al lanzamiento de una campaña de propaganda llena de mentiras e inventos para distorsionar la imagen de la resistencia y justificar la brutalidad de su agresión contra la Franja de Gaza. Aprovecharon su influencia política y mediática global y su alianza con las principales potencias occidentales para difundir acusaciones sobre matar inocentes, decapitar niños y violar mujeres… que luego se demostró por la misma prensa israelí que eran falsas.
Se requiere mucha mayor conciencia en los movimientos de solidaridad con la causa Palestina, convicción profunda de que esa solidaridad es a la vez lucha contra las fuerzas dominantes, la solidaridad debe convertirse en hechos concretos, lucha legal, mediática y no permitirle al sionismo y sus lacayos distorsionar la realidad u intimidar a periodistas, abogados, jueces.
Más sacrificios, más fidelidad y mucha más fuerza, Palestina Libre y un mundo más justo.
Muaz Mussa* Refugiado palestino – Analista político
muazjm2021@gmail.com
Este artículo ha sido publicado en el portal eluniversal.com
Foto de portada: Fatima Shbair/AP Photo/picture alliance