El portavoz del PMA, Abeer Etefa, explicó desde Ginebra que “sólo dos cruces controlados por Israel están operativos”, Karem Abu Salem y al-Karara —conocidos en Israel como Kerem Shalom y Kissufim—. La funcionaria advirtió que mantener la tregua “es vital; realmente es la única manera de salvar vidas y hacer retroceder la hambruna en el norte de Gaza”.
El plan de 20 puntos impulsado por el presidente estadounidense Donald Trump promete garantizar el “envío total” de ayuda humanitaria, pero sobre el terreno el acceso sigue restringido. Israel mantiene cerrado el cruce de Rafah, su principal puerta hacia Egipto, bajo el argumento de que su reapertura depende de que Hamás entregue los cuerpos de los cautivos fallecidos.
Hasta ahora, las Brigadas Qassam, brazo armado de Hamás, entregaron 13 de los 28 cuerpos comprometidos. El grupo anunció que este martes devolvería otros dos restos a la Cruz Roja, mientras los equipos médicos palestinos confirmaron haber recibido además 30 cadáveres de prisioneros retenidos por Israel, muchos con signos de “tortura, palizas, esposamientos y vendajes en los ojos”.
En medio de esta crisis, la ONU advierte que la ayuda sigue siendo “una gota en el océano”. La agencia para los refugiados palestinos (UNRWA) informó que más de 6.000 camiones con suministros vitales permanecen varados entre Egipto y Jordania, esperando permiso para ingresar. “Todos los cruces deben abrirse. La ayuda debe ser ilimitada”, reclamó el organismo en un comunicado.
El PMA, por su parte, logró ampliar sus puntos de distribución de cinco a 26, aunque todavía lejos de los 145 necesarios para cubrir toda la Franja. Los alimentos distribuidos hasta ahora alcanzan para alimentar a medio millón de personas durante dos semanas. Sin embargo, los gazatíes racionan cada paquete recibido, temiendo un nuevo cierre o la reanudación de los bombardeos.
Mientras tanto, maquinaria turca trabaja sobre el terreno para despejar escombros y abrir rutas de acceso para los convoyes humanitarios, en el marco de la cooperación técnica ofrecida por Ankara. Pese a este esfuerzo, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu insistió en que “no habrá participación extranjera” en la seguridad o gestión del enclave, marcando distancia de las propuestas internacionales de supervisión civil o militar en Gaza.
Por su parte, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) comenzó a emitir su fallo sobre las obligaciones de Israel hacia las agencias que brindan asistencia humanitaria a los palestinos en Gaza. El presidente de la CIJ, Yuji Iwasawa, inauguró la audiencia pública para emitir su “opinión consultiva” que establece el deber de Israel de facilitar la ayuda en el enclave costero.
Foto de portada: vía canal de telegram GAZA NOW

