El bombardeo del jueves se produjo poco después de otro ataque israelí contra el distrito de Tiro, en el sur del Líbano.
La agencia estatal de noticias libanesa confirmó ataques israelíes cerca de las localidades de Toura y Aabbasiyyeh, en la región de Tiro, y en la zona sur de Taybeh, pero no informó de víctimas. También reportó un avión de guerra israelí volando a baja altura sobre los suburbios del sur de Beirut.
Líbano e Israel siguen técnicamente en guerra, y la comunicación se limita a un mecanismo de monitoreo respaldado por las Naciones Unidas, en el que participan Francia y Estados Unidos. Ambas partes se reúnen por separado bajo los auspicios de la ONU, pero no entablan conversaciones directas.
Las fuerzas israelíes permanecen desplegadas en al menos cinco zonas del sur del Líbano, donde llevan a cabo ataques aéreos casi diarios que, según Israel, tienen como objetivo a los combatientes e infraestructuras de Hezbolá.
El lunes, dos personas murieron y siete resultaron heridas en ataques separados en el sur del Líbano. Un día antes, incursiones israelíes en Nabatieh causaron la muerte de cuatro personas, según el Ministerio de Salud libanés.
El grupo de la Resistencia libanesa, Hezbollah, afirmó su derecho legítimo a resistir la ocupación y rechazó cualquier intento de presión política por parte de Israel, al advertir sobre trampas de negociación que buscan imponer condiciones contrarias a la soberanía libanesa.
A través de una carta abierta a las máximas autoridades del Estado y al pueblo libanés, el partido reforzó la palabra clave principal, al subrayar que la discusión sobre el monopolio de las armas no responde a presiones extranjeras ni a chantaje de Israel, sino a un marco nacional que apunta a una estrategia integral de seguridad y defensa del país.
A pesar de reafirmar su compromiso con el alto el fuego, Hezbollah acusó a Israel de explotar las divisiones internas del Líbano y de continuar sus ataques bajo el pretexto de operaciones de seguridad.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, buscado por la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad en Gaza, advirtió la semana pasada que Israel podría intensificar sus operaciones en el Líbano. El ministro de Defensa, Israel Katz, se hizo eco de la amenaza y declaró: “La represión máxima continuará e incluso se intensificará; no permitiremos ninguna amenaza contra los habitantes del norte”.
Foto de portada: Reuters
