En la madrugada de este viernes, aviones provenientes del estado sionista bombardearon la capital iraní, Teherán, además de la importante ciudad de Mashad y la instalación nuclear de Natanz.
Ayer, el estado persa había reanudado sus actividades de enriquecimiento de uranio. Esto ocurre además, días después de que Irán anunciara la toma de cientos de documentos israelíes respecto a su propia industria nuclear, sus relaciones con Washington y Europa.
Trump le había pedido al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, el cese de las hostilidades hacia Irán, a fin de poder desarrollar las conversaciones que redefinirían las relaciones entre ambos países.
A pesar de ello, Tel Aviv activó su mecanismo de ataque y eligió la violencia como camino para detener cualquier competencia en la región. Lo llamó “ataque preventivo”, y en un discurso pronunciado por su primer ministro, definieron que los bombardeos se realizaron en pos de “salvaguardar la seguridad de los israelíes”.
Sin embargo, el gobierno persa, antes de esta madrugada, no había mencionado un posible ataque ni operaciones contra la entidad sionista.
Israel canceló los vuelos de su aeropuerto Ben Gurion, y movió a sus altos cargos hacia refugios de seguridad.
Irán sufrió la pérdida del jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas iraníes, Mohammad Hossein Bagheri; el comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria, Hossein Salami; y el comandante del Comando Khatem al-Anbiya, Gholam Ali Rashid, estructura encargada de la respuesta militar de emergencia.
El líder Supremo Iraní, Ali Jameneí, dio un discurso publico y anunció “Con este crimen, la entidad sionista se ha preparado un destino amargo y doloroso, que inevitablemente le espera”.
Estados Unidos decidió moverse rápidamente del conflicto, anunciando a través de su Secretario de Estado, Marcos Rubio, que la Casa Blanca no estaba al tanto de estos ataques y que habría sido una decisión unilateral de Israel.

Traducción: “Esta noche, Israel tomó medidas unilaterales contra Irán. No estamos involucrados en ataques contra Irán y nuestra máxima prioridad es proteger a las fuerzas estadounidenses en la región. Israel nos informó que creen que esta acción era necesaria para su autodefensa. El presidente Trump y la administración han tomado todas las medidas necesarias para proteger a nuestras fuerzas y mantienen un contacto estrecho con nuestros socios regionales. Quiero ser claro: Irán no debe atacar intereses o personal estadounidense”.