En una declaración, el portavoz del Ejército yemení, el teniente general Yahya Sari, confirmó la re-prohibición del paso de todos los buques israelíes en el Mar Rojo, Mar Arábigo, el Estrecho de Bab al-Mandeb y el Golfo de Adén.
Esta decisión fue tomada en apoyo al pueblo palestino y sus combatientes, luego de expirar el plazo concedido por el líder yemení al-Houthi a los mediadores para presionar al estado israelí a fin de que reabra los cruces y permita la entrada de ayuda a la Franja de Gaza.
“El bloqueo a los barcos israelíes en referidos mares entra en vigor inmediatamente desde el momento del anuncio de esta declaración”, aseguró Sari. “Cualquier barco israelí que intente violar esta prohibición será objetivo en la zona de operaciones declarada”.
El 2 de marzo, Israel bloqueó la entrada a Gaza a medida que se intensificaba un enfrentamiento por la tregua, con Hamas pidiendo a los mediadores egipcios y qataríes que intervinieran.
La Franja no está recibiendo ayuda humanitaria, ni alimentos, ni suministros médicos, además de soportar importantes cortes eléctricos que dificultan su vida diaria y recuperación.
El líder del movimiento Ansarolá, emitió el viernes un ultimátum de cuatro días al régimen israelí, aseverando que, si el enemigo continuaba impidiendo durante este tiempo la entrada de ayuda humanitaria a Gaza, Yemen reiniciará sus operaciones navales contra los intereses y objetivos israelíes.
«Esta prohibición permanecerá vigente hasta que se reabran los cruces a la Franja de Gaza», dijo el grupo en un comunicado enviado por correo electrónico el miércoles.
Un apoyo regional
Previo a la declaración del alto al fuego del 19 de enero, Ansarolá se había encargado de ejercer un importante bloqueo en la misma zona. De esta forma, logró incomodar a las facciones occidentales del conflicto en Gaza, que se veían en gran desventaja frente a las ofensivas de los locales conocedores de la región.
A partir de noviembre de 2023 el grupo yemení declaró su apoyo total a Hamas y su oposición al sionismo. Los hutíes lanzaron más de 100 ataques en el Mar Rojo. Dos buques fueron hundidos, otro incautado y al menos cuatro marinos muertos en una ofensiva que interrumpió el transporte marítimo mundial. Muchos más marinos fueron tomados cautivos.
La campaña provocó que Estados Unidos y la Unión Europea desplegaran misiones navales y ataques aéreos contra posiciones hutíes en Yemen.
Los analistas dicen que estas acciones han elevado el perfil de los hutíes, pasando al grupo de una amenaza localizada a una que ahora representa un desafío directo a los intereses israelíes y occidentales.
A principios de enero, Estados Unidos designó al movimiento hutí, conocido formalmente como Ansarolá, como una organización «terrorista extranjera».
De esta forma, puede imponer sanciones económicas más severas en respuesta a sus ataques contra el transporte marítimo comercial en el Mar Rojo y contra buques de guerra estadounidenses que asedian el área marítima crítica.