Pero éxitos o fracasos en cualquiera de estos niveles solo tiene razón de ser, se potencian o se amortiguan en función de los objetivos políticos de la guerra que son “los que mandan” a pesar los resultados. Como también existen otros planos de la guerra, como el moral tanto de las tropas como de las naciones enfrentadas. La propaganda, la capacidad económica de cada nación, sus apoyos que hacen muy determinantemente a la logística de las fuerzas combatientes, como a la estabilidad del frente interno. Asimismo (y no por ponerlo en ultimo término es menos importante, sino que en algunos momentos es determinante) la guerra económica, diplomática, de inteligencia, etc.
Para empezar, refrescamos el teatro de guerra: hoy esta circunscripto a un frente de unos 1000 km que abarca en un arco desde Karkov hasta Jersón. O sea, a pesar de que hace meses todo el frente que iba desde Kiev hasta Karkov dejo de ser escenario de combates por la retirada rusa, aun las fuerzas combatientes se enfrentan al largo de 1000 km.
A lo largo de ese frente identificamos cuatro teatros de operaciones específicos. Uno, el que abarca las posiciones rusas en torno a Karkov, una ciudad industrial de enorme importancia, la segunda de Ucrania y una de las más importantes de la antigua URSS. Segundo, el frente del Donbass donde se vienen desarrollando los combates de la ofensiva rusa iniciada en mayo. Tercero en frente que se extiende al este del Dniéper, en dirección a Zaporiya y Dnipro, al norte del acceso a Crimea y que cubre las ciudades de Melitopol y Mariupol. Y cuatro el frente de Jersón, al oeste de Dniéper, Que se proyecta hacia Nicolaiev y de allí a Odesa (y en su defecto al interior del centro de Ucrania).
La ofensiva rusa iniciada en mayo (ya son tres meses, un tiempo muy largo para una ofensiva) concentró sus esfuerzos en la conquista de las provincias de Donetzk Y Lugansk, las que fueron una de las razones de la intervención en apoyo de esas repúblicas que proclamaron su separación definitiva del Ucrania y pidieron la protección rusa. Los estrategas rusos optaron por una operación sobre un teatro acotado: exclusivamente el extremo este de la saliente ucraniana que penetraba hasta Donetzk. Un frente de unos 100 km o un poco mas con los lados sur y norte. Abandonando opciones mas amplias, como maniobras de pinzas que rompieran el frente e intentaran embolsar las ciudades principales de Kormatovsk y Slaviansk (o aun mas amplio sobre Dnipro, embolsando toda la región sud este del país). Mas moderadamente decidieron avanzar punto por punto con operaciones pequeñas para arrebatar paso a paso territorios a los ucranianos.
Esto fue así porque una penetración amplia, la realización de una guerra de maniobras con dos pinzas, requería de dos ejércitos acorazados con gran respaldo aéreo y una cobertura que no implicara que sufrieran un machaque en su penetración que los frenara. Además que grandes pinzas requieren una cantidad importante de infantería que consolide los flancos y la retaguardia; que elimine los focos de resistencia que pueden transformarse en una debacle logístico y llevar al fracaso (como en parte sucedió en la primera parte de la operación en el norte del país).
Como la ofensiva rusa moviliza una cantidad en torno a los 200000 hombres y las fuerzas ucranianas ya están movilizando una cifra muy superior (propagandizan 1000000 de hombres, pero estos hay que armarlos entrenarlo ponerles mandos adecuados etc.). Con estas cifras las fuerzas rusas son insuficientes para operaciones de envergadura contra fuerzas numerosas y bien abastecidas en un frente de 1000 km. El hecho de que los sostengan con éxito y avancen paso a paso es de por si un éxito o una muestra de la incapacidad de los ucranianos de contraatacar con seriedad (aunque no de resistir).
Las operaciones rusas lograron con un combate de más de un mes una ruptura en Popasna (un pueblo de no gran tamaño) que amenazaba cortar la retirada de las fuerzas ucranianas que defendían las ciudades de Lisichiansk y Severodonetzk. La victoria rusa en Popasna hizo pensar en la posibilidad de la formación de una bolsa y la destrucción de unidades enemigas importantes. Pero los avances fueron lentos y los ucranianos escaparon organizadamente con bajas importantes pero no catastróficas (quizás por carencia de suficientes fuerzas y la necesidad de reponer materiales etc. después de los intensos combates). La progresión obligó a una retirada a una nueva línea defensiva sin pérdidas definitivas de las fuerzas ucranianas.
Las operaciones actuales en el frente repiten las desarrolladas los meses anteriores. La presión rusa avanza, paso a paso cientos de metros intentando encontrar una fisura en el frente para realizar una pequeña ruptura que permita un quiebre de la defensa y obligar a una nueva retirada. Esto se desarrolla actualmente en localidades como Bakmut y Siversk, donde se pelea punto por punto. Los rusos avanzan cientos de metros, a veces retroceden dados los contraataques tácticos ucranianos, en general el balance es siempre un lento avance ruso como confirman los mapas.
Cuando miramos un mapa podemos ver que se lucha por cientos de metros por un par de kilómetros de terreno. La victoria rusa que mencionamos mas arriba implicó la conquista de un territorio de pequeñas dimensiones, para poner un ejemplo: una fracción de un municipio de la provincia de Buenos Aires. Toda la ofensiva del Donbass sería algo similar a la conquista de dos municipios del tamaño de Azul.
Esta última afirmación lo que pretende indicar es que estamos hablando de una típica guerra de posiciones, donde el “desgaste” es una variable central: algo opuesto a la guerra de movimientos la famosa “Biltzkrieg” (también opuesto a la fase inicial de la campaña actual) cuyo objetivo político era evitar el desgaste y la prolongación de largas batallas (de hecho, la Biltzkrieg terminó sin poderse desarrollar, y Alemania perdió la guerra; cuando los rusos, y luego los occidentales obligaron a los alemanes a pelear posición por posición).
La Guerra de movimientos (operacional) rápida tiene razones políticas, sociales y económicas. Hemos visto que una vez obtenida la victoria que permitió la conquista de Lisichiansk la ofensiva rusa de ralentizó. O mas bien la presión rusa disminuyó, fueron unos días de “pausa operacional”, el tiempo necesario para reponer fuerzas (hombres y máquinas se “cansan», hay bajas que deben ser repuestas, unidades recompuestas etc.). Lo que vemos ahora es una reanudación de la presión sobre el mismo frente de forma similar a la primera etapa de la ofensiva de mayo.
El ejército ruso, los Wagner, las milicias del Donbass y las fuerzas Chechenas avanzando para lograr una penetración que amenace las vías logísticas de las unidades ucranianas que defienden la nueva línea. En Bakmut y Siversk ya se combate posición por posición logrando las tropas rusas pequeños avances en una situación perecida a la de hace más de dos meses en Popasna que terminó con el quiebre de la línea defensiva ucraniana. Es un avance a paso de caracol, sobre el que no nos aventuramos a hipotetizar grades penetraciones operacionales que permitan saltos cualitativos en la situación ya que hemos visto varias situaciones como estas que lograron victorias; “morder” partes del territorio, amenazar alguna vía de comunicación clave para un grupo de tropas enemigas, pero que no implicaron un cambio notable de la situación ni el frente.
Si los rusos logran quebrar en algún o algunos puntos las posicione ucranianas, de acuerdo a la línea de avance que han planteado, se encontraran muy cerca de las ciudades de Kramatorsk y Slaviansk y con ellas de tomar todo el Donbass. Pero aun deberán encarar la toma de esas ciudades, las cuales no podemos preanunciar si lo harán casa por casa o intentarán otra manobra de cerco. Ni tampoco que capacidad habrán acumulado los ucranianos para repetir la prolongada resistencia de Mariupol.
El punto clave para conseguir un avance más amplio era la toma de la ciudad de Izium, cosa que Rusia realizó antes de mayo. Desde allí existía una base para una operación de mayor amplitud que ahorraría tiempo y lograría definir toda esta ofensiva directamente sobre las principales ciudades del Donbass en manos ucranianas. Pero estos lograron frenar a las fuerzas rusas e impedir el cruce del rio Donetsk, causando una derrota táctica de implicancias operacionales a Rusia. Por ello el avance se sostuvo de forma “casi” frontal, con pinzas mas pequeñas. Actualmente esa parte del frente del Donbass parece encontrarse bajo intentos de contraataques ucranianos que neutralicen a Izium como base que amenaza Slaviansk. Sin embargo, parece que estos fracasan.
El resto de los frentes no se encuentran tranquilos. El mas activo es Jersón. Allí los ucranianos vienen anunciando una “gran ofensiva” concentran fuerzas y realizan ataques tácticos de preparación. Además, con las nuevas armas otorgadas por occidente, atacan la retaguardia profunda de las tropas rusas de este teatro. Atacan sus bases logísticas, sus vías de comunicación. Recordemos que Jerson se encuentra del otro lado del río Dniéper, una gran Rio de varios km de ancho. Aunque allí los rusos dispones de fuerzas importantes y buen preparadas.
No sabemos cuál es la intención ucraniana, si realizar una real ofensiva, o solo esto será reducido a las actuales contraofensivas tácticas en las que se pelea por cientos de metros y cambia de manos algún que otro pueblo. O si solo amenazan para desviar la atención de las fuerzas rusas.
Lo que si podemos afirmar es que, en una mesa de negociaciones, si Rusia se encuentra bien asentada en Jerson, estableció autoridades, hizo circular su moneda, preparó un plebiscito para independencia o anexión, la posibilidad ucraniana de retener esa provincia (oblast) será baja. Por ellos creemos que la intención de atacar por ese frente puede ser real. Aunque vemos con muchas dudas la posibilidad de éxito. Una derrota de grandes fuerzas rusas no nos parece posible.
En Karkov también existe actividad. Este frente se encuentra inmediatamente “arriba” de Izium o sea es inmediato al Donbass. Y Allí Rusia se mantiene amenazante, la posibilidad de una ofensiva sobre Karkov por parte de Rusia es un reto para Ucrania de importancia. Ya que la toma de esta ciudad sería mucho más importante que todo los realizado en el Dondass. Actualmente también allí los ucranianos se encuentran presionando con ataques que buscan devolver a las tropas rusas del otro lado de la frontera (reclaman algunos éxitos no confirmados), o al menos colocar a Karkov en mejor posición de ser defendida.
Por último, el frente que cubre del Dniéper al Donbass, es el más “tranquilo” se desarrollan ataques menores, intercambios de fuego de artillería etc. Sin que en apariencia sea posible prever alteraciones del frente ya que las informaciones disponibles no muestran la existencia de fuerzas en ninguno de los bandos (ahora) capaces de iniciar una ofensiva. Es un dato interesante desde nuestro punto de vista ya que para ambos bandos un triunfo en ese frente alteraría radicalmente el curso de la guerra, porque desde la perspectiva ucraniana se podría llegar a las puertas de Crimea aislando a el ejército ruso de Jerson, y desde la perspectiva rusa, avanzar sobre Dnipro dejaría aisladas a las fuerzas principales ucranianas que pelan en Donbass y Karkov. Sería prácticamente la victoria.
Dos datos son para destacar. Los rusos mejoraron notablemente su logística, respondiendo a las acciones ucranianas contra esta con cierta ductilidad. Mientras que los ucranianos buscan golpearla aun en cierta profundidad de retaguardia. Pero de hecho las fuerzas rusas estan abastecidas y en operaciones ininterrumpidas. Según los ucranianos consiguieron dos éxitos de cierta importancia simbólica.
Uno la recuperación de la Isla de las Serpientes, que fue abandonada por los rusos dado el costo de sostenerla ante la entrega a Ucrania por occidente de armas capaces de golpear la isla. Eso debilita el bloqueo, aunque no necesariamente mucho. Por ello la decisión rusa, aunque tenga un costo publicitario, fue correcta.
Segundo, los ucranianos parecen en condiciones de golpear la retaguardia, nada que afecte en gran medida las operaciones, pero mantienen fuerzas especiales, comandos, etc. en la retaguardia que realizan ataques contra la logista y contra la política rusa de normalizar la situación civil en las zonas ocupadas creando una administración afín.
La última operación de este tipo ucraniana (la cual debe ser verificada) fue el ataque en plena Crimea contra un centro logístico ruso. No sabemos si fue sabotaje, accidente o un ataque con drones: lo que nos hablaría de falencias defensivas, ya que un dron para penetrar sin ser detectado, debería contar con fuerte respaldo electrónico de los EEUU (suponemos).
En conclusión. Las fuerzas rusas avanzan en el frente del Donbass. Todo el frente nuevamente es presionado, en varios puntos se puede pensar que logren vencer y quebrar la nueva línea ucraniana ganando unas decenas de km. Y aproximándose sustancialmente hacia la recuperación completa de las provincias del Donbass.
Desde nuestra óptica esto no significa una gran victoria de por sí que garantice quebrar la voluntad y capacidad ucraniana de seguir peleando. Por lo tanto, la guerra continuaría por largo tiempo, salvo que Rusia consiga una victoria de mayor envergadura en un frente mas amplio, que consiga tomar Karkov, o se lance hacia Odessa. O llegue a las orillas de Dniéper. Sin embargo, estas opciones solo parecen posibles en otra etapa.
Si pensamos que la guerra pueda terminar, que Ucrania se siente en la mesa de negociaciones y acepte perder cuatros Oblast, sólo es imaginable si lo decide occidente, especialmente EEUU e Inglaterra que son el cordón umbilical de Ucrania.
El daño mayúsculo a la economía ucraniana a la infraestructura etc. que ya realizó Rusia no parece que haya doblegado la voluntad de ese país de sostenerse, ni la esperanza de su gobierno de que occidente continúe comprometido hasta las últimas consecuencias. Aunque siempre dentro de los límites de una “guerra Proxi”. Ucrania ha logrado en apariencia que una parte suficiente de la población este movilizada y aporte una cantidad de soldados muy grande.
EEUU y la OTAN han definido que seguirían la guerra y buscan desgastar a Rusia en una guerra prolongada de posiciones. Su intervención con pertrechos, armas asesoramiento, “voluntarios”, “mercenarios” y la determinante inteligencia en todos los niveles, permiten alargar este conflicto. Y además profundizarlo y alterar su naturaleza.
Rusia por otro lado, pese a los analistas occidentales, parece muy sólida, con amplias espaldas para sostener esta guerra, que sorprendentemente está causando decenas de miles de bajas. Y destruyendo gran cantidad de material. Y Rusia se banca sola, eso es de tener en cuenta. Por ahora no hay derrotas y la vida en Rusia sigue su ritmo.
Creemos que es muy difícil que Ucrania cause alguna derrota significativa a Rusia. Sin embargo, el paso del tiempo sin dudas requerirá afectar cada vez más recursos y hombres. O sea, quizás conscriptos, soldados del pueblo movilizados. Veremos. Creemos que Rusia tiene una cultura de defensa superior a la nuestra.
Por otro lado, la estrategia occidental de la fracción globalista más agresiva, se lanza a presionar a China, y esto beneficia a Rusia. Puede dejar pocas dudas en el gobierno chino que la ayuda a Rusia no implica costos en un mundo que los occidentales ya parecen definir a China también como enemigo de corto plazo.
Lo que nos sorprende de esta guerra es que la preponderancia de las operaciones en tierra es muy notoria, mientras que el poder aéreo no parece determinante (si la inteligencia y la guerra electrónica en el terreno). Esto creemos que se debe a que estamos acostumbrados a las guerras realizadas por EEUU contra países cuya diferencia de potencial es muy grande, guerras muy desiguales. Y que EE.UU. es un “barril sin fondo” en tema dinero, ya que el dólar es la moneda mundial: esas guerras las pagamos todos, ya que el déficit de EE.UU. lo financia el mundo. Quizá eso sea una de las cosas que cambien en la etapa que se avecina y por ello los documentos de la OTAN y el G7 recientes como la fuerte implicación de la guerra para profundizarla.
No perder ese privilegio de potencia rectora y al gran capital financiero globalista sus privilegios sobre los estados nacionales. Es que estamos en una guerra por el orden mundial. Qué civilización queremos.
Los mapas son extraídos de Jominí in de West y de ISW. Se trabaja también con el mapa de incendios on line. Fuentes y analista de diversas tendencias.
*Guillermo Caviasca, Dr. en historia, docente e investigador UBA/UNLP, autor de libros y artículos sobre historia argentina, historia militar, geopolítica y relaciones internacionales.
Colaboración especial para PIA Global.