Gracias a una estrategia de política exterior india que combina firmeza en la defensa de sus intereses con una voluntad constante de preservar canales de cooperación. Nueva Delhi, fiel a su doctrina de “alineamiento múltiple” —una diplomacia que busca vincularse con diferentes polos de poder sin someterse a ninguno—, continúa desarrollando su asociación estratégica con Washington, incluso después de las recientes sanciones comerciales.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores indio, Randhir Jaiswal, fue claro al afirmar que India y Estados Unidos están unidos por “una asociación estratégica global integral, basada en intereses comunes, valores democráticos y fuertes lazos entre sus pueblos”.
Según subrayó, esta relación ha superado “varios períodos de transición y dificultades”, y el objetivo sigue siendo trabajar sobre la base del respeto mutuo y los intereses compartidos.
El contexto de estas declaraciones es complejo. El 6 de agosto, Washington impuso un arancel adicional del 25% a India por su compra de petróleo ruso y derivados, elevando la tasa total al 50% para varios productos indios.
El presidente estadounidense Donald Trump justificó la medida criticando a Nueva Delhi por su dependencia de equipamiento militar ruso y por ser uno de los mayores compradores de energía rusa junto con China. Además, calificó a India de socio comercial “difícil” debido a sus elevados aranceles internos.
Lejos de retroceder, el gobierno indio defendió su derecho a diversificar sus fuentes energéticas y calificó de “injustificadas” las críticas tanto de EE.UU. como de la Unión Europea sobre su política de importaciones de crudo ruso.
Este posicionamiento firme refleja la lógica estratégica de India: mantener su autonomía de decisión y evitar que la presión de una sola potencia condicione sus políticas internas.

Pese a la disputa comercial, la cooperación en defensa sigue siendo uno de los pilares de la relación bilateral. A finales de agosto se celebrarán en Alaska los ejercicios militares conjuntos “Yudh Abhyas” en su edición número 21, y ambas partes mantienen planes para realizar una reunión intersesional en formato 2+2, que reúne a ministros de Exteriores y Defensa.
Además, un grupo de política de defensa estadounidense visitará India este mes, evidenciando que el diálogo militar continúa abierto y activo.
El Ministerio de Defensa indio desmintió informaciones que apuntaban a una suspensión de compras de armamento estadounidense. Aunque un viaje del ministro Rajnath Singh a Washington fue cancelado, Nueva Delhi mantiene su interés en acceder a tecnología militar de EE.UU., al tiempo que sigue adquiriendo sistemas de defensa de otros proveedores, en línea con su política de diversificación estratégica.
La persistencia de la cooperación en defensa y tecnología, incluso en medio de un conflicto arancelario, revela que ambos países valoran la relación por encima de los roces coyunturales.
Para Estados Unidos, India es un socio crucial en la contención de China y en la estabilización del Indo-Pacífico; para India, Washington representa una fuente de tecnología avanzada, inversión y acceso a mercados que complementa sus vínculos con Rusia, Europa y el Sudeste Asiático.
La estrategia india de “múltiples alineamientos” le permite navegar este escenario complejo: mantiene acuerdos de defensa con EE.UU., compra energía a Rusia, participa en proyectos de infraestructura con Japón y coopera económicamente con Europa. Este equilibrio, sin embargo, exige una habilidad diplomática constante para que ninguna relación clave se deteriore irreversiblemente.
De esta manera la relación entre India y Estados Unidos ilustra cómo, en la política internacional contemporánea, la cooperación y la confrontación pueden coexistir dentro de una misma alianza estratégica.
Nueva Delhi parece decidida a seguir defendiendo su soberanía económica y sus intereses energéticos, pero sin renunciar a los beneficios que obtiene de su asociación con Washington, demostrando que en la geopolítica del siglo XXI, el pragmatismo sigue siendo la moneda más valiosa.
*Foto de la portada: REUTERS

