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India refuerza su presencia marítima con miras a China

Por PIA Global*- La India ha dado un paso decisivo en su estrategia de expansión marítima al anunciar la adquisición de una participación mayoritaria del 51% en el astillero Colombo Dockyard, el más importante de Sri Lanka

Esta operación, valorada en casi 53 millones de dólares, marca la primera incursión internacional del gigante estatal Mazagon Dock Shipbuilders, el mayor constructor naval del país asiático.

Esta compra no es un simple movimiento comercial. Se trata de una maniobra geoestratégica que confirma la voluntad de Nueva Delhi de proyectar su poder naval más allá de sus fronteras y consolidarse como un actor relevante en el Indo-Pacífico, un espacio que se ha convertido en el epicentro de las nuevas dinámicas internacionales.

De constructor nacional a potencia regional

El propio Mazagon Dock lo expresó con claridad: esta adquisición representa la transformación de un constructor naval nacional a un actor marítimo regional con ambición global.

Gracias a esta compra, India no sólo obtiene instalaciones estratégicamente ubicadas en el puerto de Colombo, uno de los nodos clave del Océano Índico, sino que también accede a una infraestructura capaz de operar buques de hasta 125.000 toneladas y con contratos activos en Asia y África.

Este paso le permite a la India consolidar su influencia en su vecindario inmediato y competir con China en el tablero marítimo de la región.

El Indo-Pacífico: tablero de rivalidades

China ya posee una importante huella en Sri Lanka a través del puerto de Hambantota, donde tiene una participación del 85% bajo un contrato de arrendamiento de 99 años.

Este enclave ha sido señalado como parte de la llamada “cadena de perlas” —una red de instalaciones estratégicas desarrolladas por Pekín en el Índico— que le permite proyectar su poder naval y asegurar rutas comerciales vitales.

India, consciente del avance chino, refuerza su presencia en el mismo espacio marítimo, y esta adquisición en Colombo es una respuesta directa a esa rivalidad latente. Sin buscar una confrontación abierta, Nueva Delhi afirma sus ambiciones de liderazgo regional, vinculando su estrategia marítima con otros corredores emergentes como el proyectado paso de Medio Oriente hacia Europa.

Más allá de Asia: una proyección continental

La operación en Sri Lanka también se inscribe en una lógica de expansión hacia África y Asia Central, regiones donde India busca profundizar su influencia política, económica y militar.

La posición geográfica de Colombo permite articular rutas que van desde el Golfo de Adén hasta el Estrecho de Malaca, una arteria vital para el comercio global y para la seguridad energética del país.

La India apuesta por una nueva arquitectura de poder marítimo, más conectada, diversificada y con capacidad de respuesta frente a los desafíos emergentes del siglo XXI.

En un mundo donde el comercio, la seguridad y la competencia por los recursos pasan crecientemente por los mares, el dominio del Indo-Pacífico se vuelve clave para cualquier potencia global.

Una carrera sin retorno

La decisión de Nueva Delhi es clara: entrar de lleno en la competencia marítima global, afirmando su derecho soberano a influir en su entorno y disputando con China el liderazgo estratégico en Asia.

La compra del astillero de Colombo no es un acto aislado, sino una jugada calculada dentro de una partida mayor que se libra en los océanos y que definirá el equilibrio de poder de las próximas décadas.

El Indo-Pacífico ya no es un espacio neutro. Es parte del nuevo corazón geopolítico del mundo. Y la India está decidida a no quedarse al margen.

*Foto de la portada: Maritime Gateway

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