Europa Slider

Inaugurada en Roma la Conferencia sobre la Reconstrucción de Ucrania: rendición de cuentas

Por Stefano Porcari* –
La Conferencia para la Reconstrucción de Ucrania (URC) es ya un acontecimiento anual dedicado a la reactivación económica e infraestructural del país tras el ataque ruso de febrero de 2022.

A la conferencia asisten gobiernos, organizaciones internacionales, agentes financieros, empresas, representantes de la sociedad civil y autoridades locales.

Pero la URC tiene en realidad una historia más larga, porque la Conferencia sobre la Reforma de Ucrania, se puso en marcha en Londres ya en 2017 con el objetivo de apoyar el programa de reformas internas elaborado por el Gobierno ucraniano.

A partir de 2022, con el ataque ruso sobre el terreno, la conferencia amplió su mandato para incluir el tema de la reconstrucción. Los daños de guerra estimados hasta ahora son de 176.000 millones, pero los fondos solicitados y de los que se habla para reconstruir Ucrania alcanzan la cifra de 524.000/589.000 millones. No sólo eso, sino que parte de esta cifra podría correr a cargo de la propia Rusia.

El pasado mes de febrero, el Banco Mundial publicó un informe anual -la Cuarta Evaluación Rápida de Daños y Necesidades- en el que se evalúa el alcance de los daños sufridos por Ucrania y los costes necesarios para su reconstrucción y recuperación.

Según las estimaciones del informe, los daños directos infligidos a edificios e infraestructuras hasta diciembre de 2024 ascienden aproximadamente a 176.000 millones de dólares. Los sectores más afectados son la vivienda (con daños por valor de 57.000 millones de dólares, el 33% del total), el transporte (unos 36.000 millones, el 21%) y la energía y la minería (unos 20.000 millones, el 12%).

Las cifras, sin embargo, se hinchan si se consideran las pérdidas totales -incluyendo la interrupción de servicios, el aumento de los costes de explotación y la reducción de ingresos para el gobierno y los particulares- y aquí se produce un aumento del 18%, de unos 499.000 millones de dólares en 2023 a 589.000 millones en 2024.

A la luz de estas cifras, el Banco Mundial prevé que un plan de reconstrucción y recuperación de diez años, que se aplicará entre 2025 y 2035, requerirá inversiones de al menos 524.000 millones de dólares.

Según el Banco Mundial, Ucrania aspira a ejecutar proyectos de inversión por un total de 17.320 millones de dólares en 2025. Sin embargo, actualmente tiene asegurados 7.360 millones, de los que 1.700 millones corresponden a préstamos y subvenciones de socios e instituciones financieras internacionales (IFI). Con los datos en la mano, la brecha financiera en términos de inversión para 2025 asciende por tanto a 9.960 millones de dólares, un déficit que corre el riesgo de ralentizar irreversiblemente el calendario de reconstrucción y obstaculizar la reactivación económica del país.

A la luz de estas cifras, es esencial una participación aún más amplia del sector privado, ampliando el llamamiento a los inversores más allá de las fronteras de Ucrania.

No es sorprendente que los sectores más afectados por la guerra sean también los que más inversiones necesitan cuanto antes. Una vez deducidos los gastos del Estado ucraniano para la recuperación y reconstrucción de los sectores analizados, las principales carencias financieras se registran en el sector de la energía y la minería (3.500 millones de dólares), la construcción (3.400 millones) y, en menor medida, en el ámbito de la educación y la investigación científica (760 millones).

El Plan de Reconstrucción se basa en el principio de «reconstruir mejor» y prevé la integración de Ucrania en la Unión Europea.

Si la continuación del conflicto es un factor de revisión (al alza) de las cifras del Banco Mundial, las posibles redefiniciones de las fronteras también pueden influir en los costes de recuperación y reconstrucción.

Ispi señala que aunque «todo el territorio ucraniano sufrió ataques como consecuencia del 24 de febrero de 2022, el 66% de los daños directos (116.000 millones de dólares) y el 47% de los costes totales de recuperación/reconstrucción (248.000 millones de dólares) son atribuibles únicamente a las regiones de los principales combates: las de Kharkiv, Donetsk, Luhansk, Zaporizhzhya y Kherson».

Si Kiev decidiera ceder las cuatro regiones en disputa para alcanzar el fin de las hostilidades, sería Rusia la que tendría que asumir una parte importante de los costes de reconstrucción de estas zonas, que representan por sí solas cerca del 36% (o 188.000 millones de dólares) de las necesidades totales estimadas para todo el territorio ucraniano.

El gobierno ucraniano ha subrayado en repetidas ocasiones la imposibilidad de asumir por sí solo los costes de recuperación y reconstrucción, instando a los aliados occidentales a aumentar las inversiones en el país.

*Stefano Porcari, escribe en Contrapiano.

Artículo publicado originalmente en Contropiano.

Foto de portada: ISPI.

Dejar Comentario