En un mensaje dirigido a la nación el miércoles, Conille anunció que las bandas de la zona metropolitana serán pronto desmanteladas. Dijo que las consecuencias de las acciones de los bandidos son incalculables. “Matan y violan, atacando a mujeres y niños”, señaló en su mensaje, que se centró en el bloqueo de las cadenas de suministro, provocando así un desastre humanitario en el país, sin olvidar a los niños que se ven privados de la escuela debido al terror instalado por los matones,
“Esta situación de desastre requiere una acción inmediata y decisiva. No permitiremos que los bandidos sigan tomando como rehenes la capital, ni Artibonite, ni ninguna otra parte del territorio”, declaró Conille, para quien restablecer la seguridad y el orden en el país sigue siendo una necesidad absoluta. «Se tomarán medidas concretas y decisivas», continuó el jefe de la Oficina del Primer Ministro.
Dirigiéndose a las poblaciones de los 14 municipios de Occidente y Artibonite afectados por el estado de emergencia, Conille anunció que se lanzará una campaña nacional contra la inseguridad en todo el territorio y también habló de restricciones para la prensa: los medios de comunicación tienen prohibido proporcionar información que permita a los bandidos dominar a la policía.
“Evitar producir informes en vivo o en diferido que puedan brindar información a las pandillas sobre el posicionamiento de las fuerzas del orden y cómo se están llevando a cabo las operaciones”, pidió.
Los bandidos
«Este estado de emergencia dará al Gobierno las herramientas e instrumentos necesarios para actuar, arrestar a los bandidos y luego restaurar la autoridad estatal. Pido a la población de los municipios afectados que permanezcan alerta y mantengan la calma», informó el gobernante.
«A los bandidos les pido que depongan las armas, reconozcan la autoridad del Estado», insistió, pidiendo el matrimonio de la población con la Policía en la lucha contra la inseguridad. Pidió a la Policía Nacional, que, con el apoyo de las fuerzas de Kenia, comience gradualmente el despliegue y las operaciones en áreas específicas según un plan preestablecido. “El objetivo final es recuperar todas las zonas bajo control de las pandillas, casa por casa, distrito por distrito y ciudad por ciudad», dijo Conille.
Las iniciativas, que cuentan con el apoyo del Consejo Presidencial de Transición, marcarán un importante punto de inflexión en la lucha contra la «terrible experiencia» que viven los haitianos y son, aseguró Conille, el resultado de varias semanas de planificación y conversaciones con la Policía Nacional de Haití, con el apoyo de Kenia, las Fuerzas Armadas de Haití y los servicios de inteligencia de todo el país.
«Las familias viven con miedo todo el tiempo. Moverse libremente en Puerto Príncipe constituye una verdadera prueba», admitió el jefe de Gabinete, quien resaltó que en varios barrios los niños ya no van a la escuela, los negocios han cerrado sus puertas, los hospitales y centros de salud están abandonados. Además, las calles de la capital se transformaron en un campo de batalla donde pierden la vida muchas personas inocentes.
Estos grupos criminales no sólo han sembrado el terror, sino que también han afectado la economía del país porque las rutas comerciales están bloqueadas y las cadenas de suministro interrumpidas. Una situación que, afirmó Conille, desanima a los inversionistas: «Esto pone a la economía del país en caída libre. Esto crea más pobreza y desempleo y ha sumido a nuestros compatriotas en una incomodidad desesperada».
Reconoció que las mujeres y las niñas, en particular, son las principales víctimas de estos crímenes ya que a menudo son secuestradas y violadas y obligadas a hacer lo que no quieren bajo amenaza de las armas, aseveró. Conille dijo que esa trágica situación ha empeorado con un clima de impunidad donde la Justicia es un sueño. «La corrupción y el miedo impregnan nuestras instituciones, lo que hace más difícil que las autoridades respondan eficazmente”, añadió.
Los policías kenianos iniciaron los patrullajes
Policías kenianos patrullan en blindados el centro de Puerto Príncipe, un día después de la llegada de 200 efectivos del país africano en el marco de una misión multinacional para restablecer la seguridad en Haití. Los blindados recorrieron los alrededores del Palacio Nacional y otras zonas de la capital con agentes de Kenia y tropas de élite de la policía haitiana a bordo.
Las bandas armadas controlan el 80% de la capital. La violencia de esas pandillas llevó a la ONU a organizar una fuerza internacional, liderada por Kenia, para ayudar a las autoridades haitianas a restaurar el orden. Kenia envió 400 agentes a Haití -200 el 25 de junio y 200 el martes último– y se esperan otros 600 en las próximas semanas. La misión, con una duración inicial de un año, contará con un total de 2.500 efectivos, e incluye policías de otros países como Bangladés, Benín, Chad, Bahamas y Barbados.
Estados Unidos descartó sumar hombres, aunque contribuye al despliegue de esa fuerza con fondos y ayuda logística. Si bien el país sufre desde hace tiempo el azote de grupos armados la situación ha empeorado desde finales de febrero, cuando varias pandillas se aliaron para atacar lugares estratégicos de la capital como comisarías, cárceles y el aeropuerto, en un pulso contra el entonces primer ministro, Ariel Henry, quien terminó renunciando.
Un consejo presidencial de transición asumió el poder con la tarea de volver a imponer la seguridad en el país y frenar la grave crisis humanitaria provocada por la violencia. El nuevo gobierno se dispone a declarar el Estado de emergencia en el departamento del Oeste, que incluye Puerto Príncipe, y en el de Artibonite, las zonas más afectadas por las acciones de las pandillas (asesinatos, violaciones, saqueos y secuestros).
Victoria Korn* Periodista venezolana, analista de temas de migración, Centroamérica y el Caribe, asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico CLAE
Este artículo ha sido publicado en el portal estrategia.la
Foto de portada: REUTERS/Ricardo Arduengo
