En lugar de reírnos y presentar argumentos caducos, debemos ver que estos trumpistas, con Groenlandia y la «República Tecnológica», han conseguido hacerse con el poder en EEUU. Y seguirán adelante. Elon Musk ha apuntado a Marte como su objetivo.
Hay que mirar al futuro, no escarbar en los callejones sin salida del pasado. Lo más importante es que ya no hay liberalismo en el mundo, y nunca lo habrá; de hecho, no habrá Ilustración como tal. Esta última fue una desviación; hemos llegado a un callejón sin salida y ahora estamos saliendo rápidamente de él.
Debemos tener un futuro aventurero, es decir, necesitamos liberar el mundo interior, lo que significa reafirmar la dignidad y el poder del alma inmortal.
En Estados Unidos la guerra civil ha terminado. La normalidad ha vencido a la depravación. En la UE la guerra civil continúa. Y la depravación y la mentira siguen en el poder. ¿Hasta cuándo?
El tiempo es un misterio. La Modernidad se ocupa del tiempo del Big Bang, que fluye del pasado al futuro, lo cual es totalmente erróneo. En realidad, el tiempo fluye del futuro al pasado. Es atraído por el futuro (causa finalis) y alejado por él.
Heidegger lo explica claramente en la última parte de Sein und Zeit.
Hay 3 éxtasis del tiempo. El más importante es el 3º, el lanzamiento del Dasein hacia el futuro. El ser es el futuro.
El pasado es la abstracción aproximada del futuro, una proyección retrospectiva a posteriori del futuro. No hay realidad autónoma en el pasado. Husserl llamó a esa adumbración, la sombra proyectada por el futuro hacia atrás.
Supongo que Peter Thiel necesita Groenlandia para establecer allí un laboratorio para experimentar con el tiempo. Nick Land ha tenido ideas muy interesantes sobre la naturaleza del tiempo. La Derecha Tecnológica tiene algo de intriga metafísica.
Aleksandr Dugin* filósofo, analista y estratega político ruso
Este artículo ha sido publicado en el portal geopolitika.ru/ Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
Foto de portada: Wikipedia