Los trabajadores griegos iniciaron ayer una nueva huelga general en todos los sectores de la economía. La huelga se convocó para exigir la subida de los salarios y la anulación de las medidas de austeridad ante el aumento vertiginoso del coste de la vida.
Esta huelga tuvo lugar sólo 41 días después de la huelga general y las protestas masivas del 28 de febrero para exigir justicia para las 57 víctimas del accidente ferroviario de 2023.
Decenas de miles de trabajadores se manifestaron el miércoles en la capital, Atenas, en la segunda ciudad, Salónica, y en otras grandes zonas urbanas.
Gran parte del transporte público de la capital quedó bloqueado, con los servicios ferroviarios, incluido el ferrocarril de cercanías, completamente suspendidos. Los marinos secundaron la huelga, con la parada de los transbordadores en los puertos.
Los colegios permanecieron cerrados, con la participación de profesores de primaria y secundaria. Los estudiantes se sumaron a la huelga para protestar contra los recortes educativos, el aumento de las tasas académicas y las universidades privadas.
El personal sanitario participó, mientras los hospitales públicos sólo atendían casos de urgencia.
Las principales federaciones sindicales celebraron concentraciones en las plazas Syntagma y Klafthmonos, mientras que PAME se concentró en los Propileos. En Salónica, los huelguistas se concentraron cerca de la estatua de Venizelos.
La convocatoria de huelga denunciaba cómo Grecia es el «penúltimo» país «de toda la Unión Europea en términos de poder adquisitivo, con una gran parte de los ciudadanos gastando más del 40% de sus ingresos en vivienda y calefacción».
Los trabajadores respondieron con movilizaciones a una crisis social cada vez más desesperada, con una inflación que ronda el 3% -superior a la media europea- y millones de personas que sufren una caída real de sus salarios. En enero, según Eurostat, el salario mínimo en Grecia era de los más bajos de la Unión Europea (UE), después de Portugal y Lituania.
El periódico griego Kathimerini escribe que: «Con 1.342 euros al mes, el salario bruto medio sigue siendo un 10% inferior al de 2010, cuando Grecia firmó su primer plan de austeridad, según datos del Ministerio de Trabajo».
El salario mínimo aumentó en abril de 830 euros al mes a la todavía irrisoria cifra de 880 euros para los asalariados. Para los asalariados, el salario diario pasó de 37,07 EUR a 39,30 EUR.
El salario de una enfermera recién graduada es de solo 863,82 euros al mes, lo que supone un ligero aumento respecto a los 803,92 euros de 2011. Para un auxiliar de enfermería, el salario mensual es de solo 736,61 euros, en realidad inferior a los 757,74 euros de 2011. Los hospitales griegos, colapsados bajo el peso de la austeridad, necesitarían 45.000 empleados más para funcionar correctamente.
Grecia, por cierto, es desde hace tiempo uno de los países europeos con mayor gasto militar, un 3,5%, muy por encima del 2% del PIB que exige la OTAN. Según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, en los últimos 16 años de brutal austeridad, de 2008 a 2024, los partidos gobernantes en Grecia han despilfarrado la friolera de 112.000 millones de euros en gasto militar.
La huelga general del miércoles se produjo pocos días después de que el gobierno anunciara un gasto militar adicional de 25.000 millones de euros para la próxima década, como parte del furor belicista que anima a los gobiernos de la UE.
Artículo publicado originalmente en Contropiano.
Foto de portada: Frente de Lucha Panlaboral del PAME.