El domingo 21 de mayo, los electores griegos acudieron a las urnas para renovar la composición del Parlamento Helénico (Βουλή των Ελλήνων; Voulì ton Ellìnon), en el que se sientan 300 diputados. Las elecciones debían celebrarse el año que viene, pero el 22 de abril el Primer Ministro Kyriakos Mitsotakis pidió a la Presidenta Katerina Sakellaropoulou que disolviera el Parlamento unicameral para dar más estabilidad al país, según el propio jefe del Ejecutivo.
Los sondeos preelectorales apuntaban a un fuerte retroceso del partido Nueva Democracia (Νέα Δημοκρατία; Néa Dimokratía, ND) del primer ministro Mitsotakis. De hecho, la formación de centro-derecha se mantuvo bien en términos de consenso, con un 40,80% de los votos, ligeramente por encima de 2019, aunque el reparto de escaños no premió al Gobierno. De hecho, las elecciones de este año fueron las primeras que se celebraron bajo el nuevo sistema que no contempla la supermayoría, por lo que no garantiza al partido ganador la mayoría absoluta de escaños. Así, ND vio caer su representación de 158 a 146 escaños, lo que no garantiza a Mitsotakis la certeza de encabezar el próximo gobierno griego.
Peor aún le ha ido a Syriza (Συνασπισμός Ριζοσπαστικής Αριστεράς – Προοδευτική Συμμαχία; Synaspismós Rizospastikís Aristerás – Proodeftikí Simachía; Coalición de la Izquierda Radical – Alianza Progresista), la principal formación de la oposición, que, tras su experiencia en el Gobierno entre 2015 y 2019, sigue perdiendo apoyos. El partido del ex primer ministro Alexis Tsipras se mantiene en segundo lugar entre los partidos griegos, pero pierde más de once puntos porcentuales, deteniéndose en el 20,06%. Así, Syriza solo tendrá 71 escaños, frente a los 86 de la anterior legislatura.
Frente al declive de Syriza, el partido tradicional de centro-izquierda, el PASOK (Πανελλήνιο Σοσιαλιστικό Κίνημα – ΠΑΣΟΚ; Panellinio Sosialistiko Kinima; Movimiento Socialista Panhelénico), que bajo la égida de la coalición PASOK-KINAL y con el nuevo liderazgo de Nikos Androulakis volvió por encima de los dos dígitos (11,51%), eligiendo a 41 representantes.
También hubo un resultado positivo para el Partido Comunista de Grecia (Κομμουνιστικό Κόμμα Ελλάδας; Kommounistikó Kómma Elládas, KKE), que se afirmó como cuarta fuerza política del país, al recoger el 7,06% de las preferencias y elegir 25 diputados. Para los comunistas griegos, este es el mejor resultado de su historia en términos de representación, con la excepción de los 26 diputados elegidos en mayo de 2012, en una legislatura que solo duró unas semanas.
Completa las filas de las formaciones que superan el umbral del 3% el grupo nacionalista de extrema derecha Solución Griega (Ελληνική Λύση; Ellinikí Lýsi), que elige dieciséis representantes con el 4,50% de las preferencias, mientras que la lista MeRA25 (Μέτωπο Ευρωπαϊκής Ρεαλιστικής Ανυπακοής; Μétopo Evropaikís Realistikís Anypakoís; Frente para la Desobediencia Realista Europea) del ex ministro de Finanzas Yanis Varoufakis no lo consigue, con el 2,49%.
Según los analistas, el futuro próximo de la política griega se presenta inestable, con nuevas elecciones que podrían convocarse en poco tiempo, al igual que ocurrió en 2012. Así lo ha manifestado el propio primer ministro Kyriakos Mitsotakis, que ha dicho que recurrirá de nuevo a las urnas si no se forma un ejecutivo estable. Con Nueva Democracia quedándose a las puertas de la mayoría absoluta de escaños, Mitsotakis podría verse obligado a recurrir a la ultraderechista Solución Griega, algo muy improbable, o volver a formar un Gobierno de coalición con el PASOK, que, sin embargo, ya no es el complaciente de hace unos años.
En cuanto al KKE, los comunistas griegos seguirán oponiéndose a los gobiernos burgueses, animados por el resultado positivo de esta ronda electoral. El KKE sigue siendo muy fuerte entre los jóvenes, que constituyen la mayoría de la base electoral del Partido Comunista, como lo demuestra también el resultado de las recientes elecciones universitarias, en las que el KKE volvió a quedar en cabeza.
La lista del KKE en las elecciones universitarias, llamada Panspoudastiki KS, obtuvo de hecho el 35,15% de los votos, superando claramente a la de Nueva Democracia (27,69%) y al PASOK (10,26%). Esto demuestra lo poco dispuesta que está la nueva generación griega a transigir con quienes llevaron a Grecia primero al colapso económico y luego a las políticas de austeridad en detrimento de las clases trabajadoras.
*Giulio Chinappi, politólogo.
Artículo publicado originalmente en giuliochinappi.wordpress.com.
Foto de portada: extraída de giuliochinappi.wordpress.com.
