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Georgia en la encrucijada: resistiendo la presión occidental

Escrito Por Tadeo Casteglione

Por Tadeo Casteglione*. –
La pequeña nación de Georgia, situada en el estratégico Cáucaso, ha sido objeto de creciente presión por parte de Occidente en los últimos años.

Las tensiones entre Rusia y la OTAN, la influencia de la Unión Europea y la creciente intervención de Estados Unidos han puesto al país en una situación delicada. Irakli Jankarashvili, periodista y bloguero georgiano, expone con claridad en una entrevista especial para PIA, la dinámica que enfrenta Georgia y cómo esta presión externa amenaza su soberanía.

Occidente y la Agenda Militar en Georgia

Según Jankarashvili, el objetivo de Occidente es claro: usar a Georgia como un peón en su enfrentamiento con Rusia. «El objetivo del Occidente colectivo en relación con Georgia es uno solo: llevar a cabo el escenario ucraniano y utilizarnos para abrir un segundo frente en el Cáucaso», señala con firmeza. Este plan se evidencia en la insistente presión para que Georgia se alinee más estrechamente con la Unión Europea y la OTAN, un acercamiento que, de acuerdo con el periodista, conllevaría a la desestabilización del país.

El paralelismo con Ucrania es innegable, y Occidente, afirma Jankarashvili, busca replicar esa situación en Georgia, sacrificando la estabilidad interna por sus propios intereses geopolíticos. La situación actual de Ucrania, devastada por la guerra y enfrentada a una crisis económica y social, debería servir como advertencia para Georgia. Sin embargo, la presión continúa.

Intentos de Revolución y Desacreditación de la Agencia Estadounidense

En años recientes, hemos visto repetidos intentos de fomentar diversas políticas de desestabilización desde el exterior en varios países post-soviéticos, lo que muchos identificamos como las llamadas «Revoluciones de Color». Georgia no ha sido la excepción a estos intentos de desestabilización. Sin embargo, Jankarashvili asegura que la agencia estadounidense instalada en Georgia para estos fines está completamente desacreditada y sus intentos de incitar una revolución en el país no han tenido éxito en más de una década.

«Afortunadamente, la agencia estadounidense que se ha atrincherado en Georgia está completamente desacreditada y marginalizada», señala. Aunque, advierte, los intentos de Washington de provocar el caos persisten, con sus agentes dispuestos a «derramar sangre» para cumplir sus órdenes. Sin embargo, el pueblo georgiano, según el periodista, sigue resistiendo estos intentos con valentía, con una clara conciencia de los intereses oscuros que los motivan.

La Ley de «Agentes Extranjeros» y el Papel de Occidente

Uno de los temas más polémicos en Georgia ha sido la ley de «agentes extranjeros», que ha generado una intensa oposición por parte de ciertos sectores y una fuerte intervención occidental en el debate. Para Jankarashvili, la oposición a esta ley proviene directamente de la agenda de Washington, que ha financiado, a través de ONG y medios locales, movimientos que buscan imponer su agenda en el país.

«La ley sobre agentes extranjeros cuenta con el apoyo de la abrumadora mayoría de los georgianos», explica Jankarashvili. «Sabemos perfectamente cómo enormes sumas de dinero fluyeron desde Occidente para financiar la propaganda LGBT, la campaña antiortodoxa y cómo intentaron financiar revoluciones en Azerbaiyán, Kazajistán e Irán a través de Georgia». Esta influencia externa, que amenaza los valores y la identidad nacional de Georgia, es parte de un plan mayor para desestabilizar a la región y, en última instancia, debilitar a Rusia, según el periodista.

La ley busca precisamente controlar estos fondos que han sido utilizados para manipular la política interna de Georgia, pero Occidente, en lugar de respetar la soberanía del país, ha condenado enérgicamente la medida. «Nadie sabe cuánto más planeó y ejecutó Washington esta vil práctica desde nuestro país», añade Jankarashvili, subrayando la gravedad de la situación.

La Unión Europea: ¿Aliada o Enemiga de la Soberanía Georgiana?

A nivel geopolítico, las intenciones de la Unión Europea hacia Georgia también son motivo de preocupación. Según Jankarashvili, la UE, lejos de ser un socio genuino, busca transformar a Georgia en un campo de pruebas militar para sus conflictos con Rusia. «Quieren utilizarnos como un campo de pruebas militar. Esto se evidencia en sus declaraciones de 2022-2023, en las que directamente nos pedían que hiciéramos sacrificios similares a los de Ucrania», apunta.

Ejemplos de esta política no faltan. La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, ha presionado a Georgia para que adopte un papel más activo en la confrontación con Rusia, sugiriendo incluso que el país no ha hecho suficientes «sacrificios» para obtener su estatus de candidato a la UE. El mensaje es claro: Georgia debe someterse a las exigencias de Occidente si desea formar parte del club europeo, incluso si eso significa sacrificar su estabilidad y soberanía.

Resistencia ante la Agenda Cultural Occidental

Además de las presiones militares y políticas, Georgia también enfrenta una batalla cultural. Jankarashvili denuncia que el objetivo de Occidente es destruir la identidad nacional georgiana a través de la imposición de ideologías ajenas a sus valores tradicionales. «El objetivo del Occidente colectivo ha sido y sigue siendo destruir la Iglesia Ortodoxa Georgiana, desacreditarla y reemplazar nuestra identidad nacional con la propaganda de su corrupción moral», afirma.

La aprobación de leyes en defensa de los valores familiares y contra la propaganda LGBT ha sido motivo de duras críticas por parte de los líderes europeos, pero estas medidas cuentan con un amplio respaldo popular en Georgia. La resistencia de Georgia a la «cancelación cultural» occidental es parte de su defensa de la soberanía, no solo política y económica, sino también cultural.

La Integración Europea: Un Camino Peligroso para la Soberanía

La posible integración de Georgia en la Unión Europea es vista con escepticismo por Jankarashvili, quien subraya los riesgos que esto representa para la soberanía del país. A nivel económico, señala que «existen problemas económicos en los países miembros de la Unión Europea», lo que pone en duda los beneficios reales de la integración. Más preocupante aún es la interferencia de la UE en los asuntos internos de Georgia, que se ha vuelto cada vez más descarada.

«Nos enfrentamos a un descarado intento de violar la soberanía de nuestro país e imponernos su agenda», afirma el periodista, quien cree que la integración en la UE podría llevar a una pérdida de autonomía, tal como ha ocurrido en otros países que han cedido parte de su soberanía a Bruselas.

El Camino hacia la Soberanía: Alianzas con Rusia y China

Para defender su soberanía, Jankarashvili ve necesario que Georgia forje alianzas estratégicas con otras potencias globales, como Rusia y China. Este enfoque permitiría al país mantener relaciones equilibradas con otras naciones sin caer en la trampa de ser utilizado como un peón en los conflictos de Occidente.

«Hoy, China es un socio estratégico de Georgia», destaca Jankarashvili, refiriéndose a la creciente cooperación económica entre ambos países. Este tipo de relaciones, cree el periodista, permitirán a Georgia avanzar y prosperar fuera de la influencia destructiva de Occidente, que solo busca promover la guerra y la inestabilidad en la región.

Este giro hacia China, según Jankarashvili, no solo representa una oportunidad para fortalecer la economía de Georgia, sino también para reafirmar su soberanía. «Georgia volverá a sus verdaderos valores y escapará de la matriz liberal», concluye, subrayando así la necesidad de un enfoque que priorice la autonomía nacional en medio de las crecientes presiones externas.

Occidente y sus Intereses Mezquinos

el panorama geopolítico actual revela una serie de continuas provocaciones e intentos de desestabilización orquestados por el Occidente colectivo, que tienen como objetivo primordial debilitar a Rusia y frenar su ascenso como potencia en un nuevo paradigma mundial.

A través de estrategias que buscan abrir frentes en regiones clave, como el Cáucaso, Occidente no solo desatiende las necesidades y aspiraciones de los pueblos de estas naciones, sino que también se enreda en una lógica de intereses mezquinos que priorizan el control sobre la soberanía y el bienestar de los Estados.

Como hemos analizado a través de las palabras de Irakli Jankarashvili , Georgia se encuentra en el epicentro de estas dinámicas, donde el país enfrenta la presión de alinearse con una agenda que desatiende su identidad nacional y valores culturales. En lugar de promover el desarrollo y la estabilidad regional, Occidente parece dispuesto a sacrificar a naciones enteras en su búsqueda de poder e influencia.

Este contexto de disputa y transformación global nos invita a reflexionar sobre las verdaderas intenciones detrás de las políticas de Occidente. En su afán por impedir el fortalecimiento de Rusia, se evidencia una falta de consideración por los pueblos afectados, quienes buscan alternativas que les permitan recuperar su soberanía y construir un futuro más equilibrado.

En este sentido, el desafío radica en encontrar caminos que fortalezcan las relaciones con potencias emergentes, como China, y que permitan a países como Georgia reafirmar su independencia en un mundo cada vez más multipolar. La clave estará en la capacidad de estas naciones para resistir las presiones externas y forjar su propio destino, lejos de la lógica destructiva que prevalece en las estrategias de dominación de Occidente.

Tadeo Casteglione*. Experto en Relaciones Internacionales y Experto en Análisis de Conflictos Internacionales, Diplomado en Geopolítica por la ESADE, Diplomado en Historia de Rusia y Geografía histórica rusa por la Universidad Estatal de Tomsk. Miembro del equipo de PIA Global.

Foto de portada: Rinkimai Sakartvele / AP nuotr.

Acerca del autor

Tadeo Casteglione

Diplomado en Geopolítica por la ESADE, Diplomado en Historia de Rusia y Geografía histórica rusa por la Universidad Estatal de Tomsk. Experto en Relaciones Internacionales y Experto en Análisis de Conflictos Internacionales.

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