Europa

Geopolítica y vacunas: ataques contra la Sputnik V

Por Pablo Jofré Leal* –
Las expresiones e imputaciones contra la Sputnik V se han movido vertiginosamente, entre críticas, llamados a estar alertas y en otras abiertas declaraciones de boicotear los fármacos rusos.

En un artículo anterior, sobre la geopolítica sanitaria (1) sostuve que dentro del escenario de batalla global que Washington y sus aliados desarrollan contra la federación rusa, el desprestigio de su industria farmacológica y en especial sobre las cualidades de la vacuna Sputnik V se habían convertido en estandarte de batalla de la política exterior de Estados Unidos, que infundadamente, junto a sus aliados, tratan de contrarrestar los medicamentos rusos, aunque ello signifique la pérdida de miles de vidas.

Campaña de desprestigio desatada

La beligerancia de algunos gobiernos europeos contra Rusia, a estas alturas con características de obsesivas tienen de protagonistas a altos miembros de la Comisión Europea como es el caso de su presidenta, la médica alemana Úrsula von der Leyen, vinculada estrechamente a Estados Unidos donde vivió. Una política alemana presentada como candidata por Washington y de la canciller alemana Angela Merkel, para ocupar el cargo de secretaria general de la organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) sin resultado positivo. Úrsula von der Leyen declaró ante la Agencia Europea de Medicamentos – EMA – que Europa carece de datos suficientes para aprobar el uso de la vacuna Sputnik V. Esto, a pesar que reguladores de 70 países, donde se ha registrado esta vacuna, confirman la seguridad y eficacia de la vacuna producida por el Instituto Gamaleya. La Comisaria Europea ha sido acusada de manejo poco transparente en los contratos firmados por proveedores europeos de la vacuna, que no han cumplido con plazos de entrega (2)

Sputnik V: la vacuna rusa

Otro prominente político europeo, el Alto Representante de la Unión Europea Para Asuntos Exteriores y Políticas de Seguridad, el español Josep Borrel también ha disparado sus dardos críticos contra Rusia y su gobierno, acusándolo de difundir noticias falsas y desinformar sobre las vacunas europeas y estadounidenses contra el Covid 19. De este modo Borrel ha querido favorecer a las vacunas que los gobiernos de la Unión Europea a través de la Comisión Europea, hasta la fecha, se les ha concedido autorización condicional de comercialización: Pfizer BioNTech, Moderna, AstraZeneca y Janssen Pharmaceutica NV a raíz de los resultados positivos de las evaluaciones de su seguridad y eficacia que ha efectuado la EMA. Sin considerar a la Sputnik V pero, que en concomitancia con la escasez de vacunas obligó a Borrel, a sostener que la aprobación de la Sputnik V sería una buena noticia dándole un duro golpe a ese sector profundamente antirruso, que ve en la disputa por las vacunas un elemento de geopolítica sanitaria, donde los ataques a Moscú son parte de la estrategia global, acompañado por los “misiles” llamados vacunas de farmacéuticas occidentales.

Mercado de vacunas

Por su parte, el viceministro de relaciones exteriores de Francia, Clement Beaune, en julio pasado, en otro ataque a la vacuna rusa, lamentó que Grecia haya admitido, en su territorio a aquellos viajeros, que habían sido vacunados con la Sputnik V. Beaune llamó a los países de la Unión Europea a no reconocer los medicamentos para el coronavirus, hasta que sean aprobados por el ente regulador europeo, sumándose así a los ataques contra Rusia. Misma postura asumida por el Comisario Europeo Para el Mercado Interior, Thierry Breton, quien sostuvo que la EMA ya ha aprobado cuatro vacunas contra el coronavirus, por lo cual Europa (que tiene serios problemas para cumplir los plazos de vacunación de su población por falta de suministros) no necesita la Sputnik V. Breton rechaza el fármaco ruso, a pesar de las necesidades de un continente, que ha sido duramente castigado en número de contagiados y muertos, con disturbios sociales por los efectos económicos que la pandemia conlleva y además, en pleno auge de la variante Delta.

Las expresiones e imputaciones contra la Sputnik V se han movido vertiginosamente, entre críticas, llamados a estar alertas y en otras abiertas declaraciones de boicotear los fármacos rusos. Tal es el caso de Lutz Gulner, jefe del Departamento de comunicaciones estratégicas y análisis de información del Servicio exterior europeo, quien recomendó a la EMA – sin tener autorización para ello – retrasar la certificación de la vacuna Suptnik V hasta este mes de agosto, para permitir que las empresas occidentales amplíen la producción y así ocupar todo el mercado sin importar cuántas vidas se están perdiendo por esta política contra la federación rusa. Efectivamente, ya estamos a fines del mes de agosto, lo que asienta las sospechas que Gulner y otras autoridades europeas actúan, más como emisarios de grupos de presión y hasta relacionadores públicos de las empresas farmacéuticas europeas, que funcionarios preocupados por la salud de sus ciudadanos.

Desde Washington, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, acusó a Rusia, citando datos (sin que estos fueran corroborados) del departamento de estado norteamericano, de “ennegrecer” y descalificar las vacunas occidentales contra el Covid 19, para así promover sus propios medicamentos. Desde el gobierno ruso se respondió a estas imputaciones afirmando, que a diferencia de las empresas patrocinadas por Washington y sus aliados, que se enriquecen con la producción de vacunas, Moscú está dispuesta impulsar un trabajo conjunto entre los países, para que la producción y el acceso a las vacunas sea amplio y democrático “los fabricantes rusos de vacunas, a diferencia de estadounidenses y europeos, están dispuestos a proporcionar el equipo y los materiales de investigación necesarios, para iniciar la producción conjunta de Sputnik V en todos los países del hemisferio occidental que mostraran interés en ello”

Sin duda, esta postura de Moscú difiere de ese pensamiento y acción hegemónica con que suelen moverse las potencias occidentales. Sobre todo, en el marco de una pandemia global, con 215 millones de contagios contabilizados por los canales oficiales de las autoridades de salud de los países y 4 millones 450 mil muertes, centrados principalmente en tres países:

• Estados Unidos con 38 millones de casos y 630 mil muertos

• India con 30 millones de casos y 450 mil muertes.

• Brasil con 21 millones de casos y 580 mil fallecidos.

Uno de los elementos, que ha salido a la luz en esta disputa por las vacunas, es el hecho, dado a conocer por políticos europeos críticos del poder farmacéutico. Tal es el caso del diputado neerlandés Bas Eickhout, uno de los rostros más visibles del Partido Verde en el euro parlamento quien afirma que “Hay que tener en cuenta todos los fondos públicos que hemos dado para el desarrollo de estas vacunas —la mayoría de dinero, de hecho, ha sido público—, y que ahora las compañías farmacéuticas son las que tienen las patentes y ganan dinero con ellas. Eso, simplemente, no es correcto, porque sólo podemos resolver esta crisis si tenemos vacunas para todo el mundo. Esto significa que queremos liberar las patentes y queremos incrementar la producción sin estar atados por un par de compañías farmacéuticas. Esa es la mayor batalla política que todavía debemos tener con la Comisión” (3). Palabras que muestran los enormes intereses que se mueven en torno a las enormes ganancias obtenidas por algunas empresas farmacéuticas, que al amparo de los grupos de presión optan por sus vacunas, para un mercado europeo conformado por 530 millones de habitantes, comprando vacunas superiores en precio a las fabricadas por China y Rusia, pero no en calidad ni eficacia.

Existe un secretismo entre los gobiernos europeos y las empresas farmacéuticas que hacen sospechar turbios acuerdos en la entrega de dinero para la investigación, producción y posterior comercialización de las vacunas lo que implica, igualmente conductas corruptas (4). Los propios medios de información europeos, como es el caso de la BBC de Londres han informado que “En respuesta a una petición de información en el Parlamento Europeo a mediados de noviembre del 2020, la comisaria de Salud, Estela Kiriakides, afirmó que, debido a la naturaleza altamente competitiva de este mercado, la Comisión está legalmente imposibilitada para desvelar la información que contienen estos contratos» (5).

Los gobiernos europeos se quejan por el incumplimiento de los compromisos adquiridos por algunos fabricantes de vacunas, al mismo tiempo que sus sociedades y grupos de opinión, levantan las voces exigiendo mayor transparencia, en un asunto de salud pública vital. Esto, sobre todo, tras la polémica en la UE después de que los laboratorios Pfizer y AstraZeneca le comunicaran que no estaban en condiciones de suministrar al bloque de la UE la cantidad de dosis iniciales acordadas, firmadas y pagadas. Esto ha llevado a la exigencia a las farmacéuticas, que hagan públicos los términos de los contratos y se les haya amenazado con controlar las exportaciones de las vacunas producidas en Europa. AstraZeneca entregó en el primer trimestre de este año 2021, sólo 30 millones de dosis de las 120 millones que estaba obligado contractualmente a suministrar. Para el segundo trimestre sólo entregó 70 millones de los 180 millones inicialmente prometidos.

Por otra parte, la firma de cláusulas de confidencialidad, que esconden el mecanismo de fraccionar los contratos para negociar mejores y más altos precios a favor de la industria y no de los ciudadanos, ha levantado voces de alerta e indignación, al igual que el hecho que se estipulen límites a la responsabilidad de los laboratorios en el caso de posibles efectos adversos de los medicamentos y se indica, que si hay diferencias no las resolverán los tribunales nacionales, sino unas cortes especiales de arbitraje internacional. Elementos que hacen indispensable avanzar en caminos de cooperación como lo ha propuesto el gobierno ruso, dispuesto a proporcionar equipos y materiales de investigación, para iniciar la producción conjunta de la Sputnik V, con mejores precios, más transparencia y evitando esa opacidad tan propia de aquellos que esconden bajo siete llaves patentes, que el dinero público ha ayudado a crear.

La vacuna rusa muestra su eficacia en más de 70 países y el llamado de las autoridades rusas a trabajar mancomunadamente, ha sido el mejor ejemplo que más allá de las amenazas y campañas de desprestigio las sociedades van comprendiendo que el reto de esta pandemia implica dar la batalla también contra aquellas empresas, que lucran en forma descarada, con la vida de la humanidad. Traigo a colación las palabras del gobierno ruso ante los ataques europeos contra la Sputnik V afirmando “»No forzamos a nadie a hacer nada (…) pero nos preguntamos sobre los intereses que defienden estas personas, ¿los de las empresas farmacéuticas o los de los ciudadanos europeos» (6)

Notas:

1. http://www.hispantv.com/noticias/opinion/497424/eeuu-rusia-coronavirus-vacuna

2. https://es.euronews.com/2021/02/03/el-parlamento-europeo-pide-cuentas-a-von-der-leyen-por-los-errores-en-la-negociacion-de-va

3. https://www.elconfidencial.com/mundo/europa/2021-02-26/la-ue-tiene-que-romper-el-control-de-las-companias-farmaceuticas-sobre-las-patentes_2964304/

4. La Oficina de las Naciones Unidas de Lucha Contra las Drogas y el Delito (UNODC) señaló en un documento relativo al tema de la pandemia que “Tras la aprobación del uso de vacunas contra la COVID-19 en distintas partes del mundo, la magnitud y complejidad de su fabricación, asignación y distribución a nivel mundial no tendrán precedentes. Esto también conllevará riesgos de corrupción que pueden afectar a algunos objetivos clave de salud pública. Estos riesgos incluyen la entrada en los mercados de vacunas de calidad inferior o falsificadas, el robo de vacunas dentro de los sistemas de distribución, las fugas en la financiación de emergencia destinada al desarrollo y distribución de vacunas, el nepotismo, el favoritismo y los sistemas de contratación pública corruptos. Las instituciones públicas deben identificar y mitigar estos riesgos de corrupción para apoyar el fomento del acceso a vacunas seguras y eficaces contra la COVID-19 por la población, en particular por los grupos más vulnerables y marginados. La Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción proporciona un marco global sólido para estas iniciativas. https://www.unodc.org/documents/Advocacy-Section/21-00835_S_Vaccines_Corruption_EBOOK.pdf

5. https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-55804567

6. https://www.france24.com/es/minuto-a-minuto/20210322-putin-rechaza-las-cr%C3%ADticas-extranjeras-a-la-vacuna-rusa-anticovid

Artículo Cedido por Segundo Paso Cono Sur

*Pablo Jofré Leal, periodista.

Artículo publicado en Rebelión.

Foto de portada: Rebelión.

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