La alocución televisiva del presidente en la que defendió su “necesaria” reforma del sistema de pensiones fue acompañada a través de Francia por conciertos de cacerolas y cuestionamientos de sindicatos y dirigentes opositores.
“Tenemos un presidente que hace oídos sordos a los gritos de su pueblo. Pues nosotros tampoco queremos escucharle», explicaba un manifestante parisino a RFI.
«Lo que vemos es que va por la fuerza contra la opinión del pueblo, contra la opinión de la mayoría de la población en Francia», comentaba. «Los sindicatos siguen luchando y nosotros seguimos luchando», apuntaba un tercero al micrófono de Lucile Gimberg de RFI.
Las declaraciones del presidente francés, seguida por 1,5 millones de televidentes en lunes por la noche, fueron duramente cuestionadas por quienes se oponen a la reforma de pensiones, que retrasa la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y adelanta a 2027 la exigencia de cotizar 43 años, y no 42, para cobrar una pensión completa.
Durante su breve discurso, Macron aseguró escuchar la «ira» en Francia contra su impopular reforma de las pensiones, pero subrayó que era «necesaria» y que entrará en vigor en el otoño boreal, en un discurso que según la oposición estuvo «desconectado de la realidad».
«Nadie puede permanecer sordo» a esta «ira» de los manifestantes, dijo Macron en un discurso televisado desde el Palacio del Elíseo, lamentando que no se haya logrado un «consenso» sobre esta reforma.
En cambio, Macron anunció un «nuevo pacto sobre la vida en el trabajo», que abordará la «mejora de ingresos» y de las condiciones laborales y un «mejor reparto de la riqueza», entre otros aspectos.
El jefe de Estado se dio «100 días de apaciguamiento, de unidad, de ambición y de acción» para relanzar su segundo mandato con nuevas medidas sobre migración, educación y sanidad, entre otros, y avanzó que hará un «primer balance» el 14 de julio, día de la fiesta nacional.
Entre las medidas apuntadas figura la lucha contra la inmigración ilegal y los fraudes sociales y fiscales, así como aspectos para mejorar la vida de los franceses como la escuela, la lucha contra la delincuencia o la mejora de los servicios de urgencias.
“Desconectado de la realidad”
Los partidos de oposición denunciaron las declaraciones del mandatario. «Surrealista Macron. Completamente desconectado de la realidad, asume el robo de dos años de libertad. Las cacerolas suenan más acertadas», dijo el líder de la izquierda radical, Jean-Luc Mélenchon.
“Emmanuel Macron, todavía atrapado en un mundo paralelo, no ha tenido ni una palabra sobre la inflación que asfixia a los franceses y su poder adquisitivo que se desploma”, deploró la ultraderechista Marine Le Pen.
Los sindicatos rechazan por su parte reunirse con Macron antes del 1º de mayo, cuando llamaron a una «movilización excepcional». El 7 de marzo lograron movilizar entre 1,28 y 3,5 millones de personas, según la policía y la central sindical CGT, respectivamente.
«El apaciguamiento había que buscarlo (…) en la reforma de las pensiones. No dijo ni una palabra», lamentó en la cadena BFMTV el líder del principal sindicato, el moderado CFDT, Laurent Berger, para quien no hubo «nada concreto» en su discurso.
Artículo publicado originalmente en RFI.
Título y bajada a cargo de PIA Global.
Foto de portada: El presidente francés, Emmanuel Macron, habla en un juego de reflexión de la agencia France-Presse el lunes 17 de abril de 2023. AFP – SEBASTIEN BOZON.