En las últimas semanas, Filipinas y Taiwán han comenzado a estrechar lazos, provocando una inmediata y contundente reacción de Beijing, que interpreta este acercamiento como una afrenta directa a su política de una sola China y un eventual respaldo a la independencia de la isla autogobernada.
El detonante más reciente fue la declaración del contraalmirante filipino Roy Vincent Trinidad, quien afirmó que Manila y Taipéi se encuentran en conversaciones sobre “cooperación internacional”.
Aunque las declaraciones fueron cuidadosamente medidas, el simple hecho de admitir contactos oficiales entre ambos gobiernos es visto por China como una línea roja que no debe cruzarse.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de China respondió con rapidez y contundencia. Este martes, convocó al embajador filipino en Beijing, Jaime FlorCruz, para presentar “representaciones solemnes” ante lo que consideran una serie de “movimientos negativos” por parte de Filipinas en torno a Taiwán y otros temas de seguridad.
Aunque el ministerio no especificó públicamente todos los motivos de su protesta, la alusión a la cooperación con Taiwán fue evidente y central.
La advertencia de Beijing: represalias económicas en el horizonte
Un destacado académico chino, citado por medios locales, advirtió que cualquier interacción potencial entre Filipinas y Taiwán sería un “paso peligroso” que podría ser interpretado como un apoyo tácito a la independencia taiwanesa.
Tal acción, subrayó, no quedaría sin respuesta: Beijing podría recurrir a represalias económicas, una herramienta que ha utilizado con eficacia contra otros países que han desafiado su postura sobre Taiwán.
Dada la fuerte dependencia comercial de Filipinas respecto a China —principal socio comercial y fuente importante de inversiones— la amenaza de represalias no es menor. El turismo, las exportaciones agrícolas y la cooperación en infraestructuras podrían verse afectados si Manila decide profundizar su acercamiento a Taipéi.

Un acercamiento con múltiples motivaciones
La aproximación filipina a Taiwán no se da en el vacío. En los últimos años, Manila ha reforzado notablemente sus lazos militares con Estados Unidos, reabriendo bases conjuntas y participando activamente en ejercicios militares en el Pacífico occidental.
El endurecimiento de la postura china en el Mar de China Meridional y los constantes roces sobre la soberanía de islas y atolones han empujado al gobierno de Ferdinand Marcos Jr. a buscar alianzas alternativas para equilibrar la influencia de Beijing.
Taiwán, por su parte, ofrece a Filipinas beneficios estratégicos y económicos, dado su peso tecnológico y su posición clave en las rutas marítimas. La colaboración en temas de seguridad marítima, tecnología e incluso cooperación pesquera resulta atractiva para Manila en un contexto regional cada vez más tenso.
La delgada línea de la diplomacia filipina
El gobierno filipino enfrenta una disyuntiva delicada. Por un lado, la profundización de sus lazos con Estados Unidos y una eventual cooperación con Taiwán refuerzan su posición en la disputa del Mar de China Meridional. Por otro, el riesgo de una represalia económica china es real y costoso.
En este escenario, Manila parece apostar por una diplomacia ambigua, avanzando cautelosamente en los contactos con Taipéi mientras intenta no cerrar del todo la puerta a un entendimiento con Beijing.
Sin embargo, las recientes acciones y declaraciones sugieren que Filipinas está cada vez más dispuesta a asumir el riesgo de tensiones con China, priorizando su seguridad marítima y su autonomía regional.
El acercamiento entre Filipinas y Taiwán aún se encuentra en una fase incipiente, pero su sola posibilidad ha encendido las alarmas en Beijing. La presión china podría frenar o ralentizar los contactos, pero también podría empujar a Manila a consolidar alianzas más firmes fuera de la órbita de Beijing.
En un escenario regional marcado por la disputa entre las potencias y la creciente militarización, el papel de Filipinas como pivote estratégico está lejos de haberse definido por completo.
Foto de la portada: Ministerio de Defensa Filipinas –