Análisis del equipo de PIA Global Europa

Febrero, impericia geopolítica europea

Escrito Por Micaela Constantini

Por Micaela Constantini* –
Europa ha atravesado un mes sobrecargado de acontecimientos marcados por el resquebrajamiento de los vínculos transatlánticos, ninguneo a las cúpulas europeas, humillación televisada de sus líderes y principales actores, crisis política, cuestionamiento de los valores democráticos, incertidumbre y decisiones que trazarán el futuro regional.

En el mes en el que se cumple el tercer año de iniciada la operación militar especial rusa en Ucrania, las élites europeas ven derrumbarse los pilares que sostenían su accionar belicista enmarcado en el proyecto del globalismo atlantista mientras queda en evidencia el interés por perpetuar la guerra, la dependencia y sumisión a EEUU, el rol títere de Zelensky y Ucrania, la construcción discursiva y el doble rasero alrededor de la retórica de los valores del orden basado en normas y la pérdida de importancia como actor geopolítico de relevancia en la arena internacional, incluso en su propio territorio.

El inicio de las conversaciones entre Estados Unidos y Rusia inauguraron el inicio del fin de los vínculos euroatlánticos tal como se venían desarrollando. Trump, que ya venía anunciando ciertas medidas políticas que afectaban las relaciones con sus socios europeos, no sólo ha ninguneado el rol de las instituciones europeas como representante de los intereses regionales o a la misma OTAN, sino que ha comenzado el restablecimiento de los vínculos con Rusia. Las decisiones políticas que las élites europeas han tomado durante estos últimos 3 años se han cimentado sobre la construcción de Rusia como enemigo, ante una ciudadanía que tras atravesar las consecuencias de las decisiones de las élites europeas contra Rusia han comenzado a apoyar partidos que no buscan la perpetuación de la guerra.

Las conversaciones entre Washington y Moscú ponen de manifiesto que Rusia no es aquel enemigo que tiene como objetivo ocupar todo el territorio europeo, sino que posiciona a Rusia como actor geopolítico en defensa de sus intereses nacionales que posee voluntad y determinación para abordar las problemáticas, desafíos y desarrollo de la región. Al mismo tiempo constata que, si hasta el momento no se habían desarrollado conversaciones serias con el interés de acabar la guerra sólo había sido por decisión política de la administración Biden y los intereses globalistas regionales, y no por desinterés ruso.

Por lo que el inicio de las conversaciones entre EEUU y Rusia, son un fuerte golpe al principal eje que motoriza la aplicación de políticas de guerra a la vez que evidencia el fracaso de tales decisiones y los verdaderos intereses movilizados detrás del “apoyo europeo a Ucrania”.

A continuación repasamos los hechos geopolíticos que han ocurrido este febrero de 2025 en Europa.

Conversaciones EEUU – Rusia, pánico en Europa

El 18 de febrero, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, y el Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, se reunieron en Riad, Arabia Saudita, marcando un punto de inflexión sobre la dinámica alrededor del conflicto en Ucrania, de las relaciones bilaterales entre ambos países y de las tensiones geopolíticas que han delineado el orden internacional los últimos años.

Mientras Rusia mantiene su entereza, coherencia y resistencia estratégica, la administración Trump busca despegarse de las decisiones del gobierno de Biden de manera clara y contundente, principalmente iniciando conversaciones de alto nivel con Rusia pero también al momento de elegir al territorio saudí como garante. 

El primer acuerdo entre EEUU y Rusia fue el restablecimiento del trabajo diplomático incluyendo el nombramiento acelerado de embajadores y la normalización del funcionamiento de sus misiones diplomáticas, que habían sido gravemente afectadas por años de sanciones y expulsiones de diplomáticos. Lavrov marcó nuevamente las líneas rojas y aseguró que las partes se han “escuchado mutuamente”. “Tengo razones para creer que la parte estadounidense ahora comprende mejor nuestra posición”, aseguró el diplomático ruso.

Como ya hemos analizado, “la reactivación del aparato diplomático no es un simple gesto de buena voluntad, sino un reconocimiento implícito de que Occidente no puede sostener su política de aislamiento contra Rusia”.

En Europa, los líderes no mostraron entusiasmo ante el restablecimiento de las relaciones entre EEUU y Rusia, que podría ser el comienzo para llevar paz al territorio, sino que la primera reacción ha sido la escandalización y reproche por haber sido excluídos de una mesa, de la cual ellos consideran, deberían haber sido invitados. Tanto los líderes de las instituciones de la UE como Zelensky mostraron su descontento.  “Queremos que todo sea justo y que nadie decida nada a nuestras espaldas. No fuimos invitados a esa reunión ruso-estadounidense en Arabia Saudita. Fue una sorpresa para nosotros, como para mucha otra gente. Nos enteramos por los medios de comunicación”, dijo el líder ucraniano.

Europa (más bien los líderes de las élites europeas) encendió la alarmas y con impericia comenzó con un despliegue desesperado por abordar la situación reforzando el discurso belicista y antiruso, justificando la profundización de aumento del gasto en defensa, la necesidad de la construcción de la defensa europea por fuera de EEUU, la participación europea en la reconstrucción de Ucrania, e incluso trazando la posibilidad del envío de tropas de paz a Ucrania.

Una de las primeras reacciones de la UE luego del ninguneo en las conversaciones EEUU – Rusia, fue mostrar su apoyo a Zelensky visitando Kiev en el tercer aniversario del inicio de la guerra. Llegaron a Ucrania,el presidente del Consejo Europeo, António Costa, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, junto al Colegio de Comisarios, Pedro Sánchez, otros líderes europeos de Dinamarca, Suecia, Lituania y el primer ministro de Canadá, entre otros.

“Agradecemos esfuerzos de Trump para que Putin y Rusia tengan que acudir a la mesa de negociación. Espero que estas negociaciones abran el camino para una negociación de paz pero sólo Ucrania puede decidir cuándo se dan las condiciones. Esta guerra no tiene solo que ver con Ucrania sino con la seguridad de Europa. Es necesario que Europa esté”, dijo Costa.

En la misma línea se expresó Kaja Kallas desde Bruselas mientras se desarrollaba paralelamente la reunión con los ministros de Exteriores. “Puedes discutir lo que sea con Putin, pero Ucrania y la UE tienen que estar en el acuerdo”, aseguró la Alta representante.

En dicha reunión se aprobó el 16º paquete de sanciones contra Rusia y un nuevo fondo por 20 mil millones de euros para Ucrania. Por su parte, Von der Leyen en Ucrania recordó que la UE ha sido el mayor contribuyente de Kiev con 134.000 millones de euros desembolsados, mientras anunció otros 3.500 millones del fondo para Ucrania que llegarán en marzo.

Por su parte, Sánchez anunció un nuevo paquete de ayuda militar de España para Ucrania de 1000 millones de euros, bajo un acuerdo bilateral firmado con Zelensky en 2024. “Solo Ucrania puede decir su futuro”, ha dicho el presidente español en su discurso en el que ha dado la “bienvenida” a las conversaciones, pero ha reiterado, al igual que sus pares europeos, que Ucrania y la UE deben estar presentes.

Además, el líder español resaltó que su gobierno incentivará a las empresas españolas para que participen en la reconstrucción de Ucrania al tiempo que anunció la creación de ‘Casa de Ucrania’, un centro en Torrevieja (Alicante) para apoyar y atender las necesidades de la diáspora ucraniana.

Costa finalizó convocando un Consejo Europeo extraordinario para el próximo 6 de marzo con el objetivo de debatir y decidir “un plan integral para aumentar nuestra producción de armas y capacidades de defensa” del que Ucrania se beneficiará, según declaró von der Leyen. También estará en agenda el debate sobre la posibilidad del envío de tropas europeas de paz a territorio ucraniano tras un eventual acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania.

Andrey Vadimovich Kortunov, especialista y miembro de RIAC, analiza que “O bien los europeos continúan siguiendo el rumbo de la política exterior de Washington, aprovechando todos los cambios que ya se han producido o pueden producirse. O bien la UE intentará unirse y convertirse en un actor geopolítico activo, un centro de poder independiente que pueda defender sus propios intereses y principios de política exterior, independientemente de Estados Unidos.

Pero incluso si suponemos por un segundo que se elegirá la segunda opción y la Unión Europea por primera vez en mucho tiempo comenzará a abordar seriamente la cuestión de adquirir autonomía estratégica de los Estados Unidos, es obvio que dicha autonomía no se logrará rápidamente. Porque además de la declaración, también hay una base material para la política exterior.

Esto significa que es necesario invertir tanto en potencial militar independiente como en el desarrollo de una estrategia internacional verdaderamente global de la UE”.

Otra situación que marcó el quiebre del camino transatlántico unido entre Europa y Washington fue la votación en la ONU. Estados Unidos presentó una resolución sobre el conflicto en Ucrania que mencionaba la necesidad de encontrar un camino hacia las negociaciones de paz sin atribuir responsabilidad ni condena directa sobre Rusia. No obstante, algunos países europeos introdujeron tres enmiendas que incluían una mención a la «invasión a gran escala de Ucrania» por las fuerzas rusas, pedían «una paz justa, duradera y completa de acuerdo con la Carta de Naciones Unidas» y exigían respetar «la soberanía e integridad territorial de Ucrania dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas, incluidas las aguas territoriales”.

Finalmente la resolución se aprobó con 93 votos a favor, 65 abstenciones y el voto en contra de 18 países, entre ellos no sólo Rusia y sus aliados habituales, sino también Estados Unidos, Israel.

En los siguientes días Trump prorrogó sanciones contra Rusia para mantener cartas para las futuras negociaciones, aseguró que “Ucrania puede olvidarse de la membresía en la OTAN como parte de un futuro acuerdo para resolver el conflicto en Ucrania”, al tiempo que presionó a Zelensky para la firma de un acuerdo sobre la extracción de tierras raras y combustibles fósiles ucrananianos a modo de recuperación por toda la ayuda militar que Estados Unidos había brindado a Kiev. 

En específico aclaró que actualmente Washington no está proporcionando ninguna nueva ayuda militar a Kiev, ya que considera que primero es necesario recuperar lo que ya se ha invertido, mientras que la UE y los países europeos de la OTAN deberían asumir una mayor responsabilidad por la seguridad de Ucrania.

“Miren… sin Estados Unidos, sin su dinero y su equipo militar, esta guerra habría terminado en un período muy corto de tiempo”, dijo Trump a los periodistas en la Casa Blanca. “Sin el equipo estadounidense, esta guerra habría terminado rápidamente… y con dinero estadounidense, mucho dinero”.

Los expertos de Katehon coinciden con que “se está gestando una grieta transatlántica, como lo demuestra su furiosa reacción al discurso del vicepresidente Vance en Munich, donde criticó sus políticas socioculturales como las fronteras abiertas y la censura, y afirmó que la propia élite representa ahora la mayor amenaza a la civilización occidental, no Rusia. El probable próximo canciller de Alemania, Friedrich Merz, también dijo durante el fin de semana que intentaría ayudar a Europa a “lograr la independencia” de Estados Unidos en respuesta al giro de facto de Trump hacia Rusia”.

Humillante gira europea por el despacho Oval

El mes culminó muy tenso para los vínculos transatlánticos en donde Trump humilló públicamente a sus aliados europeos. Empezando desde la muy breve reunión que otorgó Trump al presidente de Polonia, Andrzej Duda, durante el desarrollo de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC, en inglés); hasta la cancelación de la reunión con la alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores y vicepresidenta en la Comisión Europea, Kaja Kallas, justo cuando se encontraba en pleno vuelo a Washington, acusando a Trump de repetir “tesis rusas”, ambos líderes se ahorraron el momento tenso y humillante con Donald Trump.

Ni Macron, ni Starmer ni Zelensky corrieron la misma suerte durante su visita a Trump en el despacho Oval. Trump recibió primero a Macron quien buscó obtener garantías de seguridad concretas de Estados Unidos para el conflicto ucraniano pero se fue sin éxito y con una serie de titulares que intentaron ubicar a Macron en una victoriosa lucha simbólica y patética de gestos frente a Trump.

Luego llegó el turno del Primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer quien intentó apoyar a su par francés y resaltar la importancia de la alianza entre Reino Unido y Estados Unidos calificándola como “la mayor alianza para la prosperidad y la seguridad que el mundo haya jamás visto”, a lo que Trump interviene preguntando “¿Pueden enfrentarse a Rusia por sí solos?” exponiendo a Starmer durante la rueda de prensa conjunta. La risa nerviosa de Starmer lo dijo todo.

Pero, la rueda de prensa conjunta entre Zelensky y Trump fue la más bochornosa. Zelensky comienza a discutir con el vicepresidente Vance y luego se suma Trump exponiendo al líder ucraniano como “desagradecido” y echándolo de la Casa Blanca sin firmar ningún acuerdo de los que tenían previsto. 

No sólo se suspendieron los acuerdos por la extracción de tierras raras y otros elementos sino que también se anunció la evaluación de la posible cancelación del suministro de armas a Ucrania; el jefe del Pentágono, Pete Hegseth, ordenó al Comando Cibernético de Estados Unidos que abandone cualquier planificación de acciones contra la Federación Rusa , incluidas las operaciones digitales ofensivas; y Trump anunció el inicio de investigación sobre cómo se utilizaron los fondos eeuu en ucrania

Luego del tenso cruce entre Trump y Zelensky, algunos líderes europeos realizaron declaraciones de apoyo a Zelensky, entre ellos Macron, Kallas, Scholz, Tusk, Nauseda, Siliņa, Metsola, von der Leyen, Sánchez, Merz, Países Bajos, Bélgica, Montenegro, Fiala, Sandu, 

Starmer recibió hoy, domingo 2 de marzo, a los líderes europeos en su territorio para avanzar rápidamente en una respuesta y trazar un camino europeo.

Elecciones en Alemania

El 23 de febrero Alemania eligió la nueva composición del Bundestag en las elecciones anticipadas tras la moción de censura contra Olaf Scholz y la disolución del Parlamento.

Los resultados cumplieron las predicciones y ubicaron a la CDU en primer lugar con el 22% de los votos que, junto al 6% de la CSU, alcanzan el 28%, coalición que vuelve a consolidarse como partido favorito desplazando al SPD, ocupando 208 escaños. La ultraderecha AfD sacó el doble de votos que en 2021, llegando al 20% y obteniendo 69 plazas más que en 2021 en el Bundestag con 152 bancas en total. El SPD perdió 86 escaños y se quedó con 120 lugares y el tercer lugar con el 16% de los votos, llevando a la renuncia de Scholz como líder del partido. Grüne perdió 33 plazas, aunque aún así quedó en cuarto lugar con el 11% de los votos y 85 escaños. La izquierda Die Linke ha logrado una gran victoria obteniendo 25 escaños más que en 2021, obteniendo un total de 64 lugares y el 8,8% de los votos. Los liberales FDP ni siquiera lograron llegar al 5% de los votos quedando fuera del Bundestag.

El mapa de los resultados arroja una clara tendencia de una Alemania que continúa dividida. La AfD ha sido el partido más votado en la Alemania oriental, en las zonas rurales, con un saldo demográfico negativo, en áreas con población envejecida y donde hay menos población migrante, siendo el favorito entre las edades de 25 a 35 años. Mientras que la CDU se consagró en la Alemania occidental, con favoritismo entre las edades mayores a 45 años. Die Linke ganó en Berlín, especialmente en el voto jóven y urbano de las zonas de altas densidad poblacional. También se ha diferenciado el género en el voto jóven entre 18 a 25 años, siendo mayoría masculina que opta por AfD mientras que ha sido mayoría de mujeres que han votado por Die Linke.

Ahora ha comenzado el proceso de negociaciones entre los partidos para formar coalición de gobierno. El candidato de la CDU/CSU, Friedrich Merz, ya abrió las puertas a las conversaciones con el SPD, con quien ya contaría con los escaños necesarios para cumplir con la mayoría parlamentaria. 

De esta manera, Friedrich Merz, se posiciona como seguro nuevo Canciller. Con un fuerte perfil conservador, Merz no representa la misma línea de gobierno de la CDU de Merkel, al contrario, el candidato ha jugado un papel de opositor dentro del partido a tal punto que se retiró del partido durante los años de cancillería de Merkel. Durante su tiempo fuera la política pública, Merz trabajó en el sector privado destacándose su puesto como presidente del Consejo de Supervisión del Fondo de Inversión Black Rock en Alemania. 

Posee una línea antimigratoria, ha propuesto devoluciones en caliente, deportación y el cierre de fronteras, incluso a pocas semanas de la contienda electoral la CDU consiguió introducir una legislación extremadamente dura en materia de política de inmigración y asilo gracias al apoyo de la AfD, lo que le valió enormes críticas. En materia económica apoya la desregulación, privatización, la baja de impuestos y el recorte del gasto público. En política exterior se mostró a favor de continuar con el apoyo a Ucrania y, al igual que la mayoría de líderes europeos, se vió sacudido por la asunción de Trump y todas las decisiones y acciones que tuvo el mandatario republicano con sus socios europeos.

“Nunca hubiera pensado que tendría que decir algo así en un programa de televisión pero, después de las declaraciones de Donald Trump la semana pasada, está claro que a ese gobierno no le importa mucho el destino de Europa. Mi prioridad absoluta será fortalecer Europa lo más rápido posible para que, paso a paso, podamos realmente lograr su independencia de EEUU”, declaró Friedrich Merz en una intervención tras las elecciones del domingo.

Merz está interesado en formar coalición de gobierno y comenzar su gestión lo antes posible ya que estas semanas se están sucediendo acontecimientos y tomando decisiones de las que considera que Alemania no sólo no debería estar afuera, sino que debería estar liderando. La pregunta será si lo hará junto a Macron encaminados en un mismo proyecto europeo o se enfrentará al francés.

Rumania

El 10 de febrero el presidente rumano, Klaus Iohannis renunció tras la crisis política y las fuertes presiones sociales movilizadas en la calle que se desencadenaron luego de la cancelación de las elecciones en diciembre del 2024.

El golpe de Estado preventivo dado por el Tribunal Constitucional comenzó el 24 de noviembre cuando el pueblo rumano eligió en la primera vuelta electoral con el 23% de los votos a Calin Georgescu dejando a la candidata atlantista con el 19%. La sorpresiva victoria de Georgescu, un candidato acusado de proruso, encendió las alarmas en los bloques euroatlánticos que creían asegurada la victoria entre los diversos candidatos.

A pesar del resultado de la primera vuelta electoral se creía que Georgescu no tenía chance en la segunda vuelta debido a que Lasconi podía sumar el porcentaje de votos del resto de los candidatos ya que son afines a su proyecto político y fuertes opositores a Georgescu. No obstante, acorde a como fueron pasando los días parece ser que este pronóstico empezó a tambalearse y la posibilidad de que Georgescu gane en segunda vuelta se hizo cada vez más palpable.

Finalmente el Tribunal Constitucional decidió anular los resultados electorales argumentando que “garantizaba la corrección y la legalidad del proceso electoral” después de haber recibido, explicaron los jueces, múltiples solicitudes en este sentido motivadas por documentos de inteligencia desclasificados que revelaban la injerencia rusa en la votación. Esto implica la reprogramación de la contienda electoral incluyendo la campaña, un hecho sin precedentes en la historia política del país.

No obstante, luego se conoció que la campaña de Georgescu no estuvo financiada por Rusia, sino que se trató del Partido Nacional Liberal (PNL), proeuropeo, quien financió una campaña en TikTok que terminó beneficiando a Georgescu de manera indirecta. Para ese momento ya era demasiado tarde, el golpe de Estado preventivo, apoyado por las élites europeas, ya se encontraba en proceso, la democracia rumana estaba siendo cuestionada y la ciudadanía votante de Georgescu comenzó a demostrar su descontento.

Georgescu posee un perfil nacionalista, soberanista, tradicionalista, antiglobalismo, con una posición alejada de la Unión Europea y de la OTAN que aboga por las negociaciones en Ucrania y la neutralidad de Rumanía. El Tribunal Superior de Casación y Justicia rechazó el recurso contra la anulación de las elecciones presentado por Georgescu, quien aseguró que continuaría su batalla legal hasta las más altas instancias europeas. 

En febrero no sólo se continuaron las movilizaciones que derivaron en la renuncia del presidente Iohannis, sino que el accionar antidemocrático contra la democracia rumana y en específico contra Georgescu continuó. 

El 26 de febrero la policía rumana detuvo a Georgescu en el momento en que iba a presentar su nueva candidatura a las elecciones presidenciales. Georgescu fue trasladado a la Fiscalía General para ser interrogado como sospechoso de presuntas irregularidades relacionadas con su campaña electoral, difusión deliberada de información falsa, actos contrarios al orden constitucional y desprecio del régimen de circulación de armas y municiones, así como de pirotecnia. Además se realizaron registros a personas allegadas al candidato. 

La Fiscalía ordenó a Georgescu no salir de Rumanía durante 60 días. Tras su liberación, el candidato acusó a Bruselas de una «iniciativa desesperada» que fue implicada y apoyada por «lacayos» del país. Señaló también que su objetivo es impedirle participar en las elecciones repetidas de mayo. 

Mientras la UE ha apoyado y justificado el golpe preventivo, incluso lo han colocado como ejemplo de la necesidad de regular aún más las redes sociales, el gobierno de Trump lo ha utilizado para volver a marcar distancia con sus aliados europeos acusándolos de poco democráticos y de alejarse de los valores compartidos. 

Elon Musk, enseguida twitteó “Acaban de arrestar a la persona que obtuvo más votos en las elecciones presidenciales rumanas. Esto es un desastre”.

Por otro lado, el vicepresidente estadounidense, James Vance, en su intervención en la Conferencia de Seguridad de Munich, utilizó el caso rumano para acusar a las élites europeas de antidemocráticas utilizando herramientas para coartar la libertad de expresión.

“Ahora, por supuesto, hemos llegado a un punto en el que la situación se ha vuelto tan mala que este diciembre, Rumania directamente canceló los resultados de una elección presidencial basándose en las débiles sospechas de una agencia de inteligencia y la enorme presión de sus vecinos continentales. Ahora bien, según tengo entendido, el argumento era que la desinformación rusa había infectado las elecciones rumanas. Pero me gustaría pedir a mis amigos europeos que tengan algo de perspectiva. Pueden creer que está mal que Rusia compre anuncios en las redes sociales para influir en sus elecciones. Nosotros ciertamente lo creemos. Pueden condenarlo incluso en el escenario mundial. Pero si su democracia puede ser destruida con unos pocos cientos de miles de dólares de publicidad digital de un país extranjero, entonces no era muy fuerte para empezar”.

Mientras tanto, masivas movilizaciones se suceden en Rumania para mostrar su apoyo a Georgescu y en rechazo del accionar antidemocrático.

Balcanes en tensión

El 26 de febrero un tribunal de Bosnia y Herzegovina condenó a Milorad Dodik, presidente de la República Srpska, a un año de prisión y seis años de prohibición de actividad política, bajo la carátula de “insubordinación” ante el alto representante de la comunidad internacional en el país, Christian Schmidt. 

El juicio comenzó en octubre de 2023 luego de que el presidente firmara el decreto sobre la entrada en vigor de la ley sobre la invalidez de las decisiones del Tribunal Constitucional en el territorio de la República Srpska. Así, Dodik no cumplió la instrucción de Christian Schmidt, que declaró inválida la ley.

Esta condena ha desencadenado una crisis política que puede suponer uno de los mayores desafíos para la unidad de Bosnia-Herzegovina desde el Acuerdo de Dayton.

«En este día es importante demostrar que somos coherentes y dignos. En este día es importante entender que esto no es una historia ni un veredicto para un individuo, sea cual sea su nombre. Esta es una historia sobre una violación del orden constitucional en Bosnia y Herzegovina que está llegando a su punto álgido. Creo que Bosnia y Herzegovina será la que más perderá con esto», dijo Dodik.

El mismo 26 de febrero, la Asamblea Nacional de la República Srpska ha solicitado a la Fiscalía General de la República Srpska que presente cargos penales contra todos los fiscales de la Fiscalía de Bosnia y Herzegovina y los jueces del Tribunal de Bosnia y Herzegovina que actuaron en la condena al Presidente de la República Srpska.

En la Información adoptada sobre el derrocamiento de la Constitución de Bosnia y Herzegovina, la Asamblea de la RS declaró que el Tribunal de Bosnia y Herzegovina «perpetró un acto de golpe de Estado y el colapso completo del orden constitucional de Bosnia y Herzegovina» porque emitió un veredicto basado en la decisión de «un extranjero no electo, Christian Schmidt», y no sobre la base de una ley adoptada por la Asamblea Parlamentaria de Bosnia y Herzegovina. 

«Si hay un golpe de Estado, entonces se llevó a cabo cuando se impusieron el Tribunal y la Fiscalía de Bosnia y Herzegovina, que no están en la Constitución», señaló Dodik.

Dodik ha recibido el apoyo de varios actores como Vucic, Orbán, Rusia,el Nuevo Partido Democrático de Serbia, la organización Republicans for National Resurgence, que opera dentro del Partido Republicano estadounidense, la presidenta de la Presidencia de Bosnia y Herzegovina, Željka Cvijanović, el presidente de la Asamblea Nacional de la República Srpska, Nenad Stevandić, y de la Iglesia Ortodoxa Serbia, el Patriarca Porfirije y la diócesis de Buda.

De esta manera, se profundiza la crisis interna en Bosnia y Herzegovina y se recrudecen las tensiones en los Balcanes, que se suman a la lista de intentos de desestabilización en la región enfocados en Serbia. Se despliegan así varios escenarios que incluyen desde una posible declaración de independencia por parte de la República Srpska y las diversas consecuencias, el surgimiento de un nuevo frente de batalla que pueda escalar regionalmente con la participación de la OTAN, o la intervención de la UE y la OTAN en clave diplomática para mantener el control sobre los Balcanes bajo herramientas diplomáticas.

*Micaela Constantini, periodista y parte del equipo de PIA Global.

Foto de portada: PIA Global.

Acerca del autor

Micaela Constantini

Comunicadora Social, periodista. Miembro del equipo de investigación de PIA Global. Investigando cibergeopolítica y virtualidad. Feminista, antiimperialista y autodidacta. Nuestra americana Trabajo con redes sociales, edición de video y comunicación digital.

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