Desplazados y refugiados Europa

Europa: un pacto migratorio envuelto en una retórica de solidaridad con concesiones a la ultraderecha

Por Aurora Báez Boza* –
La Unión Europea se encuentra cada vez más cerca de aprobar el Pacto sobre Migración y Asilo basado en “la solidaridad y la responsabilidad compartida” según sus promotores pero que en el papel hace concesiones a la ultraderecha y aleja los derechos humanos de la crisis migratoria en Europa.

Tras su desbloqueo el pasado 4 de octubre en el contexto de la reunión mantenida en Bruselas por el Comité de Representantes Permanentes ante la UE, el Pacto sobre Migración y Asilo europeo sigue su camino para convertirse en una realidad. El Estado español tiene especial interés de apuntarse el tanto dentro de la presidencia europea que ahora mismo ostenta, ya que como argumenta el socialista Juan Fernando López Aguilar, presidente de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior, encargada del proyecto: “La presidencia española es la última oportunidad para que el pacto salga adelante”. Los próximos 19 y 20 de octubre los ministros del interior de los estados miembros de la Unión Europea se reunirán en Luxemburgo para llegar a una postura común para la resolución del pacto.

La migración ha sido una cuestión central en las políticas europeas, así como en las preocupaciones de las organizaciones de derechos humanos. Por hacer una panorámica cercana en los tres años desde que se publicó el primer borrador de este Pacto, septiembre de 2020, casi semanalmente tenemos que llevar nuestra vista a las costas que se han vuelto puntos siniestros del mapa europeo por la cantidad de personas migrantes muertas en sus rutas migratorias: Lampedusa, Melilla, Lesbos, Canarias, entre otras. Según datos del proyecto Missing Migrants de la Organización Internacional para las Migraciones, en lo que llevamos de 2023 han muerto un total de 2.357 migrantes en el mediterráneo intentando llegar a Europa.

En el imaginario social, masacres como la de Melilla o Lampedusa han pasado tras la conmoción inicial a ser una macabra excepción a un escenario posible, una amenaza latente. En cuanto al contenido del pacto en sí, en 2020, el European Council on Refugees and Exiles, ya indicó que este “en lugar de romper con las falacias del enfoque anterior de la UE y ofrecer una oportunidad de empezar de nuevo, corre el riesgo de exacerbar el enfoque en la externalización, la disuasión, la contención y el retorno”.

La política migratoria de la Unión Europea ha tenido como protagonistas a los líderes de la ultraderecha y han sido una pieza clave para que el pacto se desbloquee. La primera ministra italiana Georgia Meloni, que en retiradas ocasiones ha expuesto que “frenar la inmigración ilegal“ es una “prioridad”, aprovechaba la Cumbre Europea de Granada para convocar una reunión al margen del encuentro para hablar junto al primer ministro británico, el también ultraderechista Sunat, y otros líderes para hablar de migración. En este contexto, Meloni también mostraba su aprobación a la última propuesta de debate en torno al pacto de migración por ser, según su criterio, ”claramente mejor» a las anteriores.

A pesar de estas declaraciones de la líder reaccionaria, Juan Fernando López Aguilar, sigue defendiendo que el pacto sobre migración y asilo busca “la responsabilidad compartida y solidaridad vinculante”. Aguilar argumenta que desde el Parlamento Europeo se ha ejercido “toda la presión con el mensaje de que no avanzaríamos ni un palmo en ninguno de los asuntos que interesan al Consejo Europeo, que son los del refuerzo de seguridad de fronteras exteriores y los retornos. Si ellos no cedían al pilar de la solidaridad”. En cuanto a las cesiones que el pacto da a los líderes más criminalizadores de la migración, el presidente de la Comisión argumenta que “Eso estamos negociando, esa es la regla del juego de la Unión Europea. Aquí nadie tiene la sartén por el mango, es una sartén con 27 mangos”. Aguilar insiste en que su compromiso es “con la solidaridad” y añade que esta “tiene muchos enemigos alrededor de la mesa del Consejo de Ministros de Interior”.

El viraje a posiciones más reaccionarias del pacto de migración se ha hecho palpable en las últimas declaraciones del PP europeo. Este martes, el diputado del PPE, Manfred Weber, ha vinculado el asesinato de dos personas en Bruselas el pasado 16 de octubre con la migración: “Los ataques de ayer, nos devuelven al debate sobre la migración. El pacto de migración tiene que funcionar y ejecutar su normativa: que aquellos que no tienen derecho a residir en Europa salgan”. En sus declaraciones exigía un acuerdo en torno al pacto de migración, pero muy alejado de basarse en la solidaridad: “¿por qué el atacante aún estaba en suelo europeo? Esto tiene que ser un revulsivo para todos aquellos que quieren ponerse de acuerdo en torno al pacto de asilo y migración”, ha concluido Weber.

Por su parte, la eurodiputada de Podemos Idoia Villanueva Ruiz expone al respecto del futuro pacto migratorio que “Necesitamos una política migratoria y de asilo común, pero el pacto, tal y como se ha diseñado, no es una solución a la mal llamada crisis migratoria; es, de hecho, una victoria de la extrema derecha”. A lo que el eurodiputado Miguel Urbán añade: “Este pacto lo que viene a hacer es una institucionalización de las malas prácticas y de la necropolítica migratoria europea”.

Agentes conteniendo a un grupo de centenares de personas que no han podido llegar a Melilla. JAVIER BERNARDO.

El pacto no supondría un fin de las llamadas devoluciones de personas migrantes, como expone Amnistía Internacional, que pedía el pasado mayo a España que defendiese los derechos humanos en los debates en torno al pacto de migración: “Las propuestas incluidas en el nuevo Pacto, tal y como están actualmente configuradas, refuerzan un sistema migratorio basado en la disuasión, el control y la devolución de las personas migrantes y refugiadas”. López Aguilar comenta al respecto de las devoluciones que “No nos negamos a los retornos, pero queremos que los retornos sean dignos y a ser posible, voluntarios”.

El pacto, además, según la Comisión Española de Ayuda al Refugiado, CEAR, crea un “Nuevo mecanismo de solidaridad a la carta: los Estados pueden elegir entre la reubicación, el patrocinio de retornos, u otro tipo de apoyo técnico o económico”. El pacto acaba con las cuotas de reparto de personas migrantes y refugiados entre los distintos países que componen la Unión Europea. «Ya no hay ningún tipo de obligatoriedad. Y ahora lo que hay es una solidaridad selectiva por parte de los Estados”, comenta Urbán, a lo que añade “¿Qué significa esto? Yo no quiero acoger a refugiados, ni a migrantes. Pago dinero para que los acojan otro”.

La normativa da pasos en la sistematización de la externalización de fronteras y refuerza las responsabilidades de Frontex. La constatación de un viraje acelerado a la derecha de las políticas en cuanto a migración europea, según comenta Villanueva, “las instituciones europeas han comprado la agenda xenófoba de la extrema derecha y han diseñado una política migratoria antipersonas y racista”. Un viraje que además en el futuro pacto migratorio se refleja en las políticas de cada país como en las del Estado español, según expone Urbán “Pedro Sánchez empezó acogiendo el Aquarius, ha terminado participando en el asesinato de 40 personas en la masacre de Melilla y siendo el facilitador del acuerdo en el Consejo para incluir la propuesta italiana de criminalización de los mismos barcos que una vez acogió”.

Premios y acampadas

A la vez que en las instituciones europeas se preparan para impulsar un pacto migratorio convulso y en el punto de mira de las organizaciones que defienden los derechos humanos. El parlamento Europeo otorgaba este martes 17 de octubre el Premio de Periodismo Daphne Caruana Galizia 2023 a una investigación acerca del naufragio en Pilos (Grecia) en el que murieron más de 600 personas en su ruta migratoria.

La investigación conjunta realizada por el medio de investigación especializado en migraciones Solomon, en colaboración con Forensis, la emisora alemana Strg_F/ARD, y The Guardian, señalaba al gobierno griego como responsable de esta masacre. Stavros Malichudis, uno de los periodistas a cargo de esta investigación, especializado en materia de migración, expone que “la situación es bastante alarmante y creo que va a ir a peor” en cuanto a la situación de la migración en Europa. Malichudis cree que el pacto migratorio “va a poner las cosas más difíciles, creo que vamos a ver que los derechos humanos no son una prioridad”.

Apenas a un kilómetro donde se decide el futuro y la dignidad de todas las personas migrantes, más de 40 personas acampan frente al Palacio Universitario de la ciudad. La mayoría de ellos son personas migrantes, algunos con estatus de refugiado que no cuentan con respuesta por parte de las instituciones. El pasado agosto el ayuntamiento de Estrasburgo los echó de su primer emplazamiento, el Parque de L’etoile, en el que llegaron a ser cientos de tiendas de campaña.

*Aurora Báez Boza, periodista.

Artículo publicado originalmente en El Salto.

Foto de portada: Campamento de personas migrantes en plena ciudad de Estrasburgo AURORA BÁEZ BOZA.

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